Capitulación, reseteo o fractura. Estas eran algunas de las especulaciones que rodeaban en la tarde del miércoles al Gobierno del presidente Alberto Fernández, que mantuvo una reunión en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros y las ministras que no presentaron su renuncia, luego de que lo hicieran sus pares del ala kirchnerista del Frente de Todos. Al mismo tiempo, gobernadores, intendentes, movimientos sociales y de trabajadores salieron a respaldar al jefe de Estado, que vive uno de los días más agitados desde que asumió su cargo. Incluso, El Evita convocó a una movilización para este jueves en Plaza de Mayo.
La tensión en la Casa Rosada escaló desde horas del mediodía, cuando se desató la ola de renuncias K. Horas más tardes, el propio Presidente convocó a un encuentro del que también participaban Claudio Moroni, Cecilia Todesca, Matías Kulfas, Martín Guzmán, Matías Lammens, Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta y Vilma Ibarra, a quienes se sumó sorpresivamente Aníbal Fernández, exjefe de gabinete y actual directivo de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio. Luego, llegaron la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y el canciller Felipe Solá.
En paralelo con la reunión, el albertismo empezó a difundir mensajes de apoyo al Presidente por redes sociales. La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, posteó un mensaje de apoyo a Fernández en Twitter en el que lo ponderó como la "síntesis de la unidad popular para lograr el país que queremos". También se pronunciaron en el mismo sentido el Grupo Callao, cuna del albertismo, y Agenda Argentina, el think tank referenciado en el Presidente.
Por su parte, el titular de la cartera laboral, Claudio Moroni, manifestó su "total e incondicional apoyo al Presidente Alberto Fernández por todo lo que representó como la síntesis de lo que votó el pueblo en 2019".
También, la Mesa Ejecutiva Nacional del Movimiento Evita manifestó su "apoyo contundente" a Fernández y pidió una "dirigencia fuerte" que exprese "la necesidad de diálogo económico y social", además de "trabajo mancomunado".Además, convocó a una movilización a Plaza de Mayo para este jueves a las 15, en la que participarán también otros movimientos sociales enrolados en el oficialismo, como Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
"Las pujas internas de la dirigencia política no deben entorpecer la urgente necesidad de trabajo mancomunado, generoso y sacrificado para impulsar el crecimiento económico y la justicia social que demanda nuestra sociedad", reza el comunicado.
"Esperamos que toda la dirigencia del Frente de Todos esté a la altura de las circunstancias", añadió en otro pasaje el texto del sector que rivaliza históricamente con La Cámpora.
Según informó la agencia Télam, el Presidente recibió expresiones de apoyo de los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja); Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Melella (Tierra del Fuego); y Oscar Herrera Ahuad (Misiones). También lo hicieron Juan Manzur (Tucumán); Omar Gutiérrez (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca) y Alberto Rodríguez Saa (San Luis).
Por la noche, intendentes e intendentas de la Tercera sección electoral completaron el blindaje al Presidente y llamaron a "redoblar esfuerzos", luego de una reunión que mantuvieron con el gobernador Axel Kicillof. Entre quienes tuitearon el mensaje de apoyo estuvieron Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mayra Mendoza (Quilmes), Blanca Canteros (Presidente Perón), Fernando Espinoza (La Matanza) y Damián Selci (Hurlingham), entre otros.
El único dirigente que se mantuvo al margen de los respaldo fue el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien se puso como mediador entre la Casa Rosada y el kirchnerismo duro. El tigrense se reunió en la tarde del miércoles con funcionarios de su riñon: el ministro de Transporte, Alexis Guerrera; la presidenta de AySA, su esposa Malena Galmarini; su cuñado y director del Banco Provincia, Sebastián Galmarini; el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci; el titular del Enacom, Claudio Ambrosini, y el director de Comunicación de Diputados, Santiago García Vázquez.
Por su parte, el secretario general de la CGT, Héctor Daer, ratificó el apoyo de la central obrera "al presidente Alberto Fernández, porque eso nunca estuvo en duda", en el marco de la "defensa de la institucionalidad", y señaló que "el primer mandatario debe mantener la templanza para manejarse en esta crisis".
Fernández llegó a la Casa Rosada pasadas las 16:30 junto al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, en medio de la crisis política que desató la decisión de los ministros y el funcionariado que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner de poner sus renuncias a disposición y difundirlas.
Según informó la agencia Noticias Argentinas, Fernández se había ido de la Rosada unos 10 minutos antes de que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, hiciera circular la nota con la que puso a disposición su renuncia, a la que le siguieron las de los ministros Martín Soria, Juan Cabandié y Roberto Salvarezza, y las funcionarias Luana Volnovich, Fernanda Raverta y Paula Español, entre otras.
La presentación masiva de renuncias se da en el marco de los reproches internos en el Frente de Todos por la derrota en las elecciones primarias del último domingo, que llevó al kirchnerismo a poner más presión sobre Fernández para que reformule su gabinete, con Guzmán (Economía) y Kulfas (Producción), como principales apuntados.