La suerte de los legisladores y las legisladoras bonaerenses del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio a quienes se les vence el mandato este año es dispar: con buena posición en la tira de aspirantes a renovar mandato o relegados a los grises de las listas seccionales; invitados a salir del espacio político, empujados a competir por una concejalía en sus distritos de origen o, directamente, volver a casa. El oficialismo pondrá en juego 22 bancas en Diputados y 7 en el Senado. Juntos por el Cambio arriesgará 20 escaños en la Cámara baja y 16 en la Cámara alta. Muchos de ellos buscaban competir por otros cuatro años de mandato, pero muy pocos lo lograron. En esta nota, un repaso por los apellidos más destacados que se quedaron sin nada, los que encontraron una salida por arriba y los que anhelan volver mejores.
De los 38 escaños que tiene en Diputados, el bloque mayoritario de la oposición arriesga 20, muchos de ellos ocupados por personas con fuerte respaldo político. Adrián Urreli, que responde al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, o Santiago Passaglia, que junto a su familia controla el distrito de San Nicolás hace una década, lograron meterse nuevamente en una lista para intentar renovar sus mandatos.
En cambio, muchos vieron frustradas sus aspiraciones: la diputada radical Sandra Paris; la referente de La Territorial Susana Lázzari y el quilmeño ritondista Guillermo Sánchez Sterli. Paris seguirá su militancia en el histórico partido, bajo la conducción de Maximiliano Abad, y retomará la docencia universitaria. Es profesora de Introducción al derecho e Introducción al Estudio de las Ciencias Sociales, además de consejera académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Lázzari manifestó sus intenciones de trabajar desde el llano por una eventual candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta para 2023, mientras que Sánchez Sterli intentará empujar la boleta para ingresar al Congreso de la Nación, ya que ocupa el décimo noveno lugar en la lista que encabeza Diego Santilli.
Carolina Piparo, la gran excluida de la mesa de decisiones platense que encabeza el intendente Julio Garro, se fue a buscar refugio en el ala más dura de la oposición que comanda José Luis Espert, después de que avanzara la causa judicial que tiene a su esposo, Juan Ignacio Buzali, como principal acusado de atropellar a un grupo de jóvenes y darse a la fuga junto a la diputada.
En el Senado sucede algo similar. De los 24 lugares que le permiten mantener la mayoría, arriesgará 16 en las próximas elecciones. El exintendente de General Alvear Alejandro Cellillo; Flavia Delmonte, radical que trabaja junto a Abad en la Quinta sección electoral y Lucrecia Egger, exjefa de asesores de Azul, se metieron en lugares relevantes de las listas. Afuera de todo se quedaron Gabino Tapia, que responde de manera política al jefe comunal Jorge Macri, aunque se estima que regrese a trabajar al Ejecutivo de Vicente López. El radical salvadorista Emiliano Reparaz también quedó al margen de todo, al igual que el marplatense de origen peronista Lucas Fiorini, que intentó meterse en la interna a partir del peso territorial que tiene en Mar del Plata con su propia agrupación Crear.
Tal vez el caso más emblemático es el del presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Roberto Costa, que, sin un respaldo para ocupar un lugar en la boleta de precandidatos al Congreso, e imposibilitado por ley de buscar la renovación del mandato, va como de primer precandidato a concejal en Escobar. Junto a Fiorini, había impulsado la agrupación Unidos, para intentar cooptar el voto descontento con el Frente de Todos e influir en la confección de la estrategia de la oposición, algo que, finalmente, no sucedió.
Guillermo Bardón, uno de los principales referentes de Emilio Monzó en la región capital, tampoco ingresó en una lista. Desplazado por Jorgelina López, que obtuvo el segundo lugar en la tira de la Octava en representación del monzoísmo, se especula con que seguirá al frente de la comunicación y campaña del expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Fernando Pérez, si bien estaba imposibilitado -también por ley- de renovar mandato, sorprendió al romper con exsocios monzoístas, como el exsenador Eduardo Schiavo; decidió presentarse como precandidato a concejal en Quilmes. De buen vínculo con el operador radical Enrique Nosiglia, armó una lista en soledad, y ahora deberá enfrentar a Facundo Maisu, concejal del monzoísmo que irá por la renovación, por un lado, y a Ignacio Chido, que responde a Martiniano Molina, por el otro.
Frente de Todos
El oficialismo tiene 45 bancas en Diputados, de las cuales pone en juego 22. Federico Otermín, presidente de la Cámara y principal espada legislativa del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, se quedó con el quinto lugar de la nómica por la Tercera, mientras que el presidente del bloque oficialista, Facundo Tignanelli, obtuvo el noveno lugar. Si bien el responsable de La Cámpora a nivel bonaerense está en los márgenes de la nómina, hay que tener en cuenta que en 2017 las fuerzas que hoy integran el Frente de Todos ganaron diez escaños, por lo que en su entorno estiman que alcanzará la renovación de su diputación.
Este año termina el mandato de Fabiana Bertino, quien en 2017 ingresó a la legislatura por pedido de Fernando Gray. Con el enfrentamiento entre el jefe comunal y Máximo Kirchner por el PJ como telón de fondo, no hubo lugar para Bertino en las listas. Quien tampoco tendrá otro mandato es Florencia Saintout. Si bien la expresidenta del bloque de Unidad Ciudadana deberá dejar la Legislatura en diciembre, todavía ocupa la presidencia ejecutiva del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico.
Guillermo Escudero también se quedó sin un lugar en la boleta seccional y se lanzó de precandidato a concejal. Deberá enfrentar al exjuez Luis Arias, quien semanas antes del cierre ya había anticipado su precandidatura y había pedido una lista de unidad del Frente de Todos (FdT). También se quedó afuera Marisol Merquel, actual diputada, de paso deslucido por la presidencia del cuerpo tras la salida abrupta de Manuel Mosca.
En el Senado, el oficialismo arriesga 7 de los 20 lugares que tiene; entre ellos, el del presidente del bloque, Gervasio Bozzano. Ante la imposibilidad de competir por otra renovación se especulaba con su inclusión en la lista de precandidatos nacionales, algo que no ocurrió. Previo al cierre de listas, el referente de La Cámpora le había dicho a este medio que no le preocupaba su futuro político: “Seguramente aportaré desde otro lugar”.