El escenario de internas a escala macro en Juntos habilita a cada fuerza miembro a buscar ganar terreno en distritos administrados por su socio. Es lo que hace el PRO, que plantó lista propia en numerosas comunas bonaerenses que están bajo la órbita radical, desafiando así a la boleta bendecida por cada intendente UCR y sembrando, a la vez, la semilla de eventuales futuras candidaturas en busca del sillón municipal en 2023. En su gran mayoría, estas propuestas cuentan con la bendición de cada bastión seccional, donde las intendencias están pintadas de amarillo.
En 21 de las 32 comunas bonaerenses bajo mando boinablanca, el macrismo presentó listas para la interna del 12 de septiembre, en abierta provocación a las nóminas respaldadas por las jefaturas comunales. Hay casos de matriz vecinalista, incluso algunas boletas lideradas por la Coalición Cívica, pero en su gran mayoría se trata de construcciones PRO.
Uno de estos casos es el de Natalia Gómez en General Lavalle. La referente local del partido amarillo lidera una nómina de postulantes al Concejo Deliberante donde también se avizoran radicales, vecinalistas y peronistas, pero con fuerte predominio PRO. Crítica de la gestión local encabezada por el radical José Rodríguez Ponte, Gómez detalló que desde 2015 su partido no tuvo el lugar que consideraba merecer dentro del gabinete municipal. “Hablamos de proyectar a 2050 porque vemos un Lavalle estancado a nivel de producción, de gestión, de temas laborales”, dijo a Letra P, a la vez que cuestionó a la intendencia local, aunque negando ser oposición: “Tratamos de consensuar para que se gestione, no queremos posicionarnos como oposición, pero hay algunas situaciones que nos limitan porque estamos en disconformidad (…) vemos una decadencia absoluta”.
Gómez afirma que el PRO va a estar presente en 2023, “salgan como salgan estas elecciones”. Y destaca el apoyo de la conducción macrista marplatense: “Se pudo concretar una lista propia gracias al apoyo de Guillermo Montenegro, Alejandro Rabinovich y Emiliano Giri”, dijo en referencia al intendente de General Pueyrredón, al primer precandidato a senador provincial de Es Juntos y al coordinador PRO en la Quinta, respectivamente.
Ese impulso a precandidaturas amarillas en distritos radicales tiene una mecánica: el respaldo de los dirigentes PRO que gobiernan los distritos más populosos de las secciones electorales del interior. Desde las cabeceras, los intendentes hacen su juego en apoyo a las apuestas amarillas en municipios más pequeños.
En la Quinta, es evidente la marcada injerencia del alcalde marplatense y su equipo. En la Segunda, el lanzamiento de la campaña del concejal PRO Fernando Bouvier en Arrecifes (donde gobierna el radical Javier Olaeta) contó con la presencia del intendente de Pergamino, Javier Martínez. En la Cuarta, Ignacio Orsini, uno de los precandidatos amarillos de Chacabuco (donde administra el radical Víctor Aiola) ya contó con la visita de apoyo del jefe comunal de Junín, Pablo Petrecca, y de su jefe político, Jorge Macri.
En Chacabuco, hay diferencias entre las dos propuestas amarillas que desafían a la lista radical. La encabezada por Orsini nuclea a la estructura tradicional del PRO local y mantiene una buena relación con Aiola; de hecho, Orsini fue funcionario municipal y, hasta hace semanas, jefe del bloque oficialista en el Concejo, cargo que resignó en acuerdo con el intendente en el marco de la campaña. Distinto es el caso de la otra nómina, que encabeza el comisario general retirado Marcelo Seal, quien es respaldado por el exministro de Seguridad Cristian Ritondo pero mirado de reojo por el armado más añejo del macrismo local. En el entorno de Seal, ya hablan de su candidatura a la intendencia en 2023.
También están quienes buscan su revancha. En San Miguel del Monte, Sandra Ferrandi vuelve a encabezar la propuesta amarilla como en 2019, cuando cayó por cerca de 900 votos contra el actual intendente, el radical José Castro. Luego de esa interna, ambos contrincantes iniciaron un diálogo que antes no tenían y que hoy mantienen, pero las diferencias no se evaporaron. De hecho, el PRO tiene bloque propio en el Concejo Deliberante.
“Tenemos otra mirada respecto a Monte, con otra lógica. Hay un montón de cuestiones que nos diferencian”, sostuvo Ferrandi a Letra P sobre su posición ante la actual gestión de Castro. Cuestionó recortes en el presupuesto en Salud y en Desarrollo en plena pandemia: “Eso nos pareció desacertado”. Además, detalló divergencias en temas como la compra directa de terrenos por 14 millones, sin licitar, o por “la carencia de políticas en materia de seguridad” en un distrito que tiene en su pasado reciente una masacre perpetrada por efectivos de la Policía bonaerense: “El año pasado, el intendente convocó al Foro de Seguridad, nuestros concejales asistieron, pero se convocó dos veces y no se llamó más”.
Al dar cuenta de “experiencia de gestión” al frente de la ANSES y el PAMI local durante el vidalismo, Ferrandi subrayó hacia 2023: “Vamos a presentar una propuesta independiente. Queremos ser gobierno y tenemos un equipo muy preparado”.
También existen particularidades, como en Lezama, distrito gobernado por el radical Arnoldo Harispe, que irá con lista de unidad pero no será encabezada por un correligionario del intendente sino por un dirigente del PRO, el concejal Lucas Iturri. En ese distrito, el oficialista Frente Unión por Lezama, que juega con el sello de Juntos, está conformado por cuatro espacios: UCR, GEN, vecinalismo y PRO. En 2019, el espacio amarillo quedó relegado de la lista, pero, tras unas PASO donde la reelección de Harispe estaba comprometida hacia las generales, el radicalismo concedió lugares en el gabinete para el PRO, que volvió a acoplarse activamente a ese frente, que consiguió ganar nuevamente la comuna.
Este año, el espacio amarillo va a la cabeza a pesar de estar militando arriba propuestas distintas. “En noviembre vamos a estar juntos nuevamente”, enfatiza Iturri a Letra P para ponderar la gestión Harispe. “En los últimos cinco años, se hicieron 60 cuadras de pavimento”, destaca. En el debe, anota el aspecto habitacional, pero enfoca los dardos en la ausencia de recursos provenientes de la Nación en los últimos dos años: “No llegó un solo peso, lo cual dificulta culminar las viviendas con recursos propios del municipio”.
En el plano interno, aunque voces del distrito lo anotan como un posible aspirante a la intendencia en 2023 -más allá de la jugada que haga Harispe-, Iturri se corre de especulaciones: “Tenemos que estar enfocados en 2021”.