CORRIENTES (Enviado especial) A 24 horas de la elección, Corrientes sigue siendo una provincia convulsionada en términos políticos por el atentado que sufrió el diputado provincial Miguel Arias. Desde aquel hecho, el cierre de campaña entró en máxima tensión: la oposición apuntó contra el gobierno actual y el oficialismo, después de repudiar el hecho, se refugió como pudo en el silencio.
La primera medida que tomó el gobernador y candidato a la reelección Gustavo Valdés (UCR) fue ordenar al jefe de la Policía de Corrientes y a su ministro de Seguridad que se dirigieran a Paso de los Libres, departamento en el que sucedió el episodio, para coordinar acciones junto a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, y la delegación nacional que viajó para intentar esclarecer el hecho y colaborar con la Justicia de la provincia.
Luego de eso, repudió el hecho a través de las redes sociales, casi al unísono con su compañero de fórmula, Pedro Braillard Poccard, y convocó al día siguiente a una conferencia de prensa en la sede del Ejecutivo provincial. Allí explicó que Arias se encontraba estable y que habían dispuesto su traslado en un avión sanitario a la capital de Corrientes para continuar su recuperación luego de la intervención quirúrgica.
“Repudiamos enérgicamente todo tipo de violencia y, sobre todo, la violencia política en este tipo de cuestiones", remarcó Valdés en el Salón Verde de la Casa de Gobierno, escoltado por los ministros de Secretaría General, Carlos Vignolo, y de Salud, Ricardo Cardozo.
A partir de entonces, las principales figuras de ECO, la agrupación que lidera Valdés, optaron por mantener el perfil bajo y evitar las declaraciones en medios, así como las mensiones en redes sociales, acaso para no levantar las numerosas críticas que reciben por parte del Frente Corrientes de Todos, que no dudó en catalogar el ataque como un "atentado político" y exigir al gobernador "seguridad" en la jornada eleccionaria.
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En diálogo con Letra P, el primer candidato a diputado provincial por el peronismo, Germán Braillard, aseguró que Valdés genera un "clima de opresión y violencia política", mientras que, algo más moderado, el postulante a la gobernación, Fabián Ríos, dijo que, si "una persona levanta un arma y tira contra un escenario donde hay dirigentes en un cierre de campaña, es violencia política".
Con todo, la conmoción política no se trasladaba este sábado a las calles de esta capital. Su actividad comercial se encontraba a pleno mientras el operativo electoral que lleva adelante Correo Argentino sigue los cronogramas habituales. Fuentes del organismo dijeron a este medio que en las primeras horas de este sábado comenzaron a distribuir 878 urnas para la capital y 1.688 para el interior de la provincia -en total, 347 escuelas funcionarán como centros de votación-, un mega operativo que requiere, incluso, traslados en lancha a través del río Paraná.