El agitado cierre de listas en Santa Fe puso al gobernador Omar Perotti en un aprieto y varios dilemas. El avance de Agustín Rossi con lista propia y aval del presidente Alberto Fernández lo obligó a recalcular la estrategia. Tiene dos alternativas a mano: responder con su propia lista en las PASO o depender del plan de Cristina Fernández, que podría serle conveniente por más que deba ceder. Por el contrario, aceptar un lugar en la lista rossista no parece tener destino por el impacto que tendría en su gobernabilidad.
El golpe en la mesa de Rossi para competir por la categoría Senado junto a la vice santafesina, Alejandra Rodenas, acorraló a Perotti, que ahora analiza opciones. En primer lugar, suena casi imposible que acepte esa fórmula y que su candidato, Roberto Mirabella, acompañe desde el primer lugar de la lista para Diputados secundado por la cristinista María de los Ángeles Sacnun.
La invitación a que el gobernador de Santa Fe forme parte de otra lista aparece vidriosa y cargada de animosidad. Implicaría para Perotti ceder en dos flancos: por un lado, ante Rossi, contra quien militó frente al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para que no sea candidato y terminó generando la disputa; y ante el poder de los senadores del Nuevo Espacio Santafesino (NES), la tribu encabezada por Armando Traferri, el justicialista que ha sido su máximo rival político desde que asumió, con episodios al borde de romper la institucionalidad.
El NES es quien impulsa a Rodenas para que secunde a Rossi. De esa forma, Perotti estaría aceptando que su propia vicegobernadora lo desplante y que Traferri se cuelgue la medalla de haber rosqueado la lista con éxito contra él. Difícil avanzar con la gestión en ese contexto.
Por eso, las opciones más verosímiles son otras. Por un lado, armar una lista propia e ir a la guerra, acordando lugares con La Cámpora, a la que no le cierra para nada el binomio Rossi-Rodenas; con el espacio de María Eugenia Bielsa, puntualmente con Marcelo Lewandowski como primero en la tira para Diputados, y con el massismo.
La otra alternativa toma cuerpo con Cristina. Hasta ahora, no definió la situación con una bajada de línea pero, según comentaron a Letra P, no se mueve de su determinación política: su candidata al Senado es Sacnun. Este escenario puede terminar siendo una salida para Perotti si cede el primer lugar a la cristinista, con Mirabella como su compañero, y a Lewandowski, a La Cámpora y al massismo en Diputados. Es decir, muy similar a la lista que le presentó a Cafiero el martes.
Probablemente, el poder de Cristina puede ser una oportunidad para el gobernador, no sólo por el destino de su plan y candidato, sino también para exponer a Rossi por su jugada. Además, dejaría en la otra vereda a todo el grupo de senadores que le han plantado una férrea oposición en la Legislatura. Desde el rossismo dicen "momento, que nuestra lista la avala el Presidente", y siguen armando el rompecabezas.
Cristina no se apura porque tiene el plan claro: Sacnun es la candidata. Se lo dijo a Rossi en la semana y a la candidata para aclararle el panorama. Un dato al pasar: el jueves, la actual senadora por Santa Fe dio un paso en falso al abrirle la Casa Rosada a los senadores del NES para ganar respaldo territorial, pero finalmente los barones armaron su juego.
Perotti tiene el salvavidas de Cristina, quien lo respaldó en la interna para la gobernación, y usarlo tendría algunos efectos. En primer lugar, romper con el rossismo, algo que obligaría a repensar su gobierno por ser su socio mayor. De fondo, quedarían enfrentadas, una vez más, las ideas del Presidente y de la vicepresidenta.