Tras años sin reunirse a solas, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se vieron las caras este miércoles en el Congreso, en el marco de un desfile de posibles precandidatos y precandidatas del Frente de Todos a lo largo y ancho del país.
Perotti y Massa tuvieron un acercamiento en el cierre legislativo a nivel provincial, donde, si bien no hablaron, acordaron a través de sus referentes regionales el primer precandidato de una lista para el Concejo de Rosario, el periodista Lisandro Cavatorta.
Quienes hicieron el trabajo de hormiga para que el gobernador y el diputado tuvieran el cónclave fueron el senador nacional Roberto Mirabella, mano derecha del rafaelino, y el secretario de Transporte nacional, Diego Giuliano, de ascendente presente en el Frente Renovador de Santa Fe.
En el esquema tentativo que Perotti le presentó a la Casa Rosada, al massismo le corresponde el puesto cuatro de la lista para la Cámara baja y debería ser una mujer. En las elecciones de 2017, cuando surgieron los nombres para las bancas que están en juego en esta instancia, el peronismo colocó tres escaños en ese cuerpo, por lo que el lugar es expectante, pero riesgoso.
Con ese movimiento, Perotti perjudicó al Movimiento Evita en general y al concejal rosarino Eduardo Toniolli en particular, quien, gracias a las gestiones de Emilio Pérsico y Fernando Navarro ante el Presidente, confiaba en prevalecer por sobre el Frente Renovador en el reparto de bancas para las tribus.
En el massismo ansían ocupar un lugar en la lista el diputado provincial Oscar Martínez y la diputada nacional Vanesa Massetani, quien pelea por ubicar al subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Roberto Meli.