ELECCIONES 2021

Los cálculos de Morales para cuando se abran las urnas

El gobernador espera las elecciones jujeñas de este domingo pensando en su proyección nacional hacia 2023 y sin heredero local. La relación con Fernández.

SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial para Letra P) En las elecciones de este domingo no se juega solo la representación legislativa en el parlamento jujeño sino también la proyección nacional del gobernador Gerardo Morales y su relación con el presidente Alberto Fernández  y la Casa Rosada. Sin reelección y a falta de un sucesor de peso para 2023 en la provincia, era de esperar que entonces el mandatario echara mano al recurso que utilizó durante la campaña, al presentar a los postulantes  del oficialismo como "los candidatos de Gerardo". De acuerdo a la Constitución provincial, Morales no puede postularse para un tercer mandato. Por lo pronto, ya expresó su deseo de ser precandidato a presidente por la UCR. Para ello está jugando fuerte en la interna de Juntos por el Cambio (JxC), despegándose de su ahora viejo aliado Mauricio Macri, a quien alguna vez calificó como “el más jujeño” de los presidentes.

 

En caso de que no llegara a dar resultado su postulación nacional, Morales podría intentar una reforma constitucional. Para ello necesita sostener la prevalencia en la Legislatura jujeña, garantizada de momento mediante su acuerdo con el presidente del PJ local, Rubén Rivarola. Hoy el gobernador cuenta con 28 de las 48 bancas de la Legislatura, de las cuales pone en juego 13 este domingo. Sin embargo, debería ponerse a prueba en unas elecciones constituyentes, lo que no sería tan sencillo.

 

De cualquier modo, un triunfo en los comicios provinciales de este domingo lo fortalecerían en la interna de JxC y le darían elementos para insistir con algunos pedidos al Gobierno para que avale sus proyectos y lo acompañe para enfrentar el altísimo endeudamiento que pesa sobre la provincia. La victoria también le daría fuerzas para seguir minimizando los reclamos locales de trabajo y mejoras salariales, entre tantos otros. “A mí me votaron, vamos por el buen camino”, será el mensaje.

 

En tanto, en las filas de la dirigencia y la militancia del peronismo jujeño identificado con la actual gestión nacional, existe cierto malestar por lo que interpretan como un apoyo de Fernández a Morales, a partir de los reiterados encuentros del mandatario con ministros del gabinete en la Casa Rosada, que en muchas ocasiones tienen como reflejo el apoyo a iniciativas oficialistas en el Congreso por parte de los legisladores que responden al mandamás jujeño. No obstante, la relación tiene vaivenes. Fernández nunca visitó la provincia desde que asumió, excepto cuando viajó a La Quiaca para acompañar a Evo Morales en su regreso a Bolivia. En esa oportunidad, fue ostensible el enojo del gobernador, que se había ilusionado con una reunión en la ciudad fronteriza hasta que un llamado de Presidencia lo aterrizó en la realidad.

 

Morales anunció varias veces que el Presidente visitaría Jujuy, pero siempre fue desmentido o simplemente ignorado. Por otro lado, el gobernador se manifestó muy molesto porque autoridades nacionales de diferente rango visitan la provincia y se reúnen con Milagro Sala en su lugar de detención. Así ocurrió en febrero pasado con el ministro de Cultura, Tristán Bauer, a quien Morales acusó de antidemocrático y mandó al psicólogo, tras enterarse de su llegada a través de los medios de comunicación.

 

Homenaje a Güemes en Salta. Morales en un extremo, sin acceso al palco oficial.

La última vez que se cruzaron el Presidente y el gobernador fue el pasado 17 de junio, en Salta, en el marco del homenaje a Martín Miguel de Güemes. Morales viajó la noche anterior y contó con la amabilidad de su par salteño Gustavo Sáenz, que lo incluyó en el acto nocturno. Por la mañana, sin embargo, en la conmemoración central, el jujeño debió quedarse de pie a un costado del palco oficial sin poder compartir el espacio destinado a otros mandatarios provinciales.

 

Más allá de los desaires, el enojo de algunos sectores del peronismo por la complacencia de Fernández con la gestión del gobernador radical se agudizó en el marco del proceso electoral local. Sin que nadie quiera confirmarlo públicamente, se sabe que hubo pedidos de intervención del Partido Justicialista jujeño que no fueron atendidos por el Presidente. A la par, sigue en danza el proyecto de intervención federal del Poder Judicial provincial, elaborado por el senador Guilermo Snopek hace más de un año, por lo que perdió estado parlamentario.

 

En estas elecciones se juega entonces también esa relación en cierto modo ambigua entre el Presidente y el gobernador jujeño. Sin heredero a la vista en su distrito, un Morales fortalecido a nivel provincial podría jugar un papel clave a nivel nacional en la interna de Juntos por el Cambio de cara a las legislativas nacionales de este año y robustecería su ambición por meterse en la pelea grande de 2023. 

 

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