Además de plegarse al reclamo nacional para que la Justicia les permita a las prepagas aumentar las cuotas, el empresario rosarino Roberto Villavicencio enfrenta una pelea en el pago chico. Tras un largo tiempo siendo el primus inter pares en el mundo de la salud privada local, emergió un competidor que, a fuerza de muñeca política, le está disputando poder: el médico rafaelino Carlos Tita, exsocio del supremo Ricardo Lorenzetti, cuya última jugada fue terciar en un histórico esquema de reparto de fondos públicos, una movida que contó con el aval del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.
Para Villavicencio, el ascenso de Tita se da por una “preferencia” de las autoridades provinciales “que no debería existir”. Mientras como presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios reclama una deuda de $600 millones, exige reglas claras sobre el nuevo modelo prestacional del IAPOS, la obra social del Estado santafesino, que califica como “una entelequia, una cosa rarísima”.
Horas antes de subirse al auto que lo llevó a Buenos Aires para compartir una conferencia de prensa con los principales referentes de la salud privada nacional, el dueño de Grupo Oroño recibió a Letra P y habló de su relación con el empresario rafaelino y el diálogo con las autoridades santafesinas y dejó un mensaje para Perotti: "No nos ha otorgado nunca una audiencia”.
-¿Cuál es la situación económico financiera del sistema de salud privado?
-Una asimetría, que es al revés de lo que debería ser. Los sectores a los que más debería ayudar el gobierno son los que más inconvenientes tienen. Si bien hemos recibido por parte del Estado las ayudas de los Repro, son para aquellas instituciones que no tienen la ecuación económica adecuada. También los agentes han recibido de forma directa una ayuda, pero recientes informes nos marcan que el Estado aumentó 300% el presupuesto de salud para la pandemia, pero en contraposición permitió un aumento de prepagas de 10% este año y 21% el pasado. Con esos aumentos, no se puede de ninguna manera llevar adelante el financiamiento de la pandemia.
-Usted tuvo una postura crítica con las prepagas, pero en esta situación están codo con codo.
-Al comienzo de la pandemia, sí, pero ahora la situación es distinta. No sé si codo con codo, porque tenemos nuestras diferencias, pero, en este momento, es lógico pensar que, si el sistema financiero no recauda, no podemos pretender que nuestros aranceles se corrijan. Estamos codo a codo por necesidad. Además, porque casi todos los sanatorios de la ciudad también tienen su plan de salud.
-¿Cómo está hoy la relación entre la Asociación de Clínicas y Sanatorios y la actual gestión del IAPOS?
-Han prometido ponerse al día desde el punto de vista económico financiero, con una abultadísima deuda. Aparentemente van a cumplimentarla en los términos acordados. Por otro lado, en medio de una pandemia han cambiado el modelo prestador. Del contrato de cartera quieren hacer tres carteras, algo muy difícil. Estamos esperando que nos den una sintonía fina de la operatividad de este modelo. Un modelo un poco inédito, no es el habitual en ningún lado.
-¿Por qué se dio ese cambio?
-Por problemas políticos de determinados grupos de la ciudad que están tomando algún tipo de oportunidad.
-¿La actual coyuntura política provincial permitió a determinado grupo modificar el statu quo?
-Sí. Ya ocurrió esto en la ciudad capital. Hay un grupo que se separó sin ninguna razonabilidad y que, obviamente, los que se separan no son los que más actividad tienen. No son los que exhiben la mayor elección de parte de los afiliados, que es lo más importante. Queremos que no haya ningún grupo de los actuales preferidos, que la libre elección se dé tanto con los pacientes del interior como con los de Rosario y que las deudas acumuladas sean canceledas rápidamente.
-¿La actual gestión promueve el avance de ese grupo?
-Es vox populi. Hay presentaciones de toda la oposición pidiendo la información de por qué se hacen estos cambios.
-¿Y por qué se hacen?
-Por una preferencia que no debería existir.
-¿Estas modificaciones rompen las reglas claras de competencia?
-Las reglas todavía no están. No las pueden precisar. Es una entelequia, una cosa rarísima. Estamos transitando los cambios porque nos parece que es un momento complicado para decir "no se puede, no se sigue", pero la verdad es que es muy complejo.
Villavicencio recibió a Letra P en su oficina. Foto: Sebastián Villalba
-¿Tiene diálogo con Carlos Tita?
-Sí. Él ha venido a verme en alguna oportunidad.
-¿Le dolió que algunos de sus colegas hayan participado de esa movida?
-Él tiene la adhesión de varios sanatorios y les conformará el modelo de él. No hay ningún problema.
-¿Cuál es su relación con las autoridades?
-Con las de mi sector, con (el director del IAPOS), el ingeniero Oscar Broggi y la ministra de Salud, Sonia Martorano, muy buena. Ellos se ven superados por esta situación.
-¿Y con Perotti en particular?
-Con el gobernador participamos de las cosas colectivas. En la parte individual no nos ha otorgado nunca una audiencia. No tengo relación de ningún tipo, salvo cuando me convocan como presidente de la Asociación (de Clínicas y Sanatorios) para informar medidas, la planificación de la pandemia...