GUERRA DE TIZAS

El full que construye el blindaje sindical para Kicillof

Son tres funcionarias y dos funcionarios de segunda línea de la ministra Vila. ADN político del quinteto que explota la sintonía fina con los gremios.

El gobernador Axel Kicillof decidió estratégicamente tener como aliados a los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires. Para alcanzar ese objetivo, un equipo de gobierno trabaja día a día sosteniendo el diálogo con los sindicatos. En medio de la guerra con la oposición por la presencialidad en las escuelas, ese vínculo es la base para apuntalar las medidas anunciadas para frenar la circulación de covid-19. Es un quinteto conformado por funcionarios y funcionarias bajo el mando de la directora general de Educación, Agustina Vila, al que se suman enviados de las carteras de Salud y Trabajo.

 

A la cabeza de ese quinteto cuyos integrantes intervienen según la temática está la subsecretaria de la cartera educativa, Claudia Bracchi. La acompañan el subsecretario de Infraestructura Escolar, Ariel Lambezat; la subsecretaria de Administración, Verónica Ferraris; el titular de Planeamiento, Diego Born, y la directora de Consejos Escolares, Marianela Páez. “Todos están en diálogo constante con los gremios”, describen fuentes de Educación. Son los encargados de mantener una relación de trabajo conjunto en la mayor armonía posible con los titulares de los gremios Roberto Baradel (Suteba), Mirta Petrocini (FEB) y Miguel Díaz (Udocba).

 

Bracchi es docente e investigadora universitaria, oriunda de La Plata. Formó parte de la cartera educativa durante los gobiernos de Felipe Solá y Daniel Scioli. Conduce la agrupación Soles de Mayo, que nació con el objetivo de crear un espacio de reflexión sobre educación para ganar lugar y peso en el escenario político. Siempre quiso ser ministra y fue una de las candidatas de Kicillof para asumir el cargo. Siempre tuvo línea directa con el exministro Mario Oporto y mantiene excelente relación con Baradel.

 

Lambezat era secretario de Obras Públicas de Avellaneda y llegó a la gestión provincial de la mano del exintendente Jorge Ferraresi, como parte del acuerdo que selló con el gobernador el ahora ministro nacional. Llegó con el objetivo de implementar un plan de obras en el sistema educativo.

 

Ferraris es del círculo cercano al gobernador. Trabajó junto al jefe de gabinete, Carlos Bianco, durante su paso por la cancillería que conducía Héctor Timerman. Allí se desempeñó como secretaria de Coordinación y Cooperación Internacional. Oriunda de Esteban Echeverría -fue parte de la gestión del intendente Fernando Gray-, es una funcionaria de fuerte impronta a la que le toca gestionar con muchos directores que continúan del gobierno vidalista.

 

Born es un técnico del distrito de San Martín. Es sociólogo y especialista en indicadores sociales. Páez, por su parte, responde a Ferraris, su jefa directa dentro de la subsecretaría. Llegó a la dirección de Consejos Escolares tras la salida de la exdirectora Victoria Iommi; anteriormente se desempeñaba como directora de Administración de Consejos Escolares. Consejos Escolares es un lugar clave para la política; allí se maneja una caja grande y es el vínculo directo con los consejos de los distritos. Durante la cuarentena tuvieron un papel clave.

 

El trabajo de articulación lo completan funcionarios de los ministerios de Trabajo y Salud que conducen Mara Ruiz Malek y Daniel Gollan, respectivamente. Por la cartera laboral, el subsecretario de Relaciones del Trabajo, Leandro Macia; por la sanitaria, directamente el viceministro Nicolás Kreplak y el jefe de asesores Enio García.

 

Señales

La guerra por la presencialidad en las escuelas exhibió la profundidad del vínculo con los docentes. Kicillof era proclive a una suspensión de clases presenciales y los gremios docentes empujaron la medida tanto en reuniones formales como en charlas informales. Lo habían planteado el lunes previo a los anuncios en una reunión Vila y Kreplak. Allí, los funcionarios dijeron que iban a evaluar la medida y se comprometieron a conformar con ellos un comité de crisis y monitoreo de la situación epidemiológica. Esa mecánica funcionó y el pasado viernes volvieron a reunirse.

 

Si bien los sindicatos consultados por Letra P insistieron con que se enteraron de la medida al momento que la anunció Alberto Fernández, venían hablando del tema con la Provincia desde el comienzo de la semana. “Más allá de las reuniones, el diálogo es cotidiano”, aseguró a este medio María Laura Torres, referente del Suteba. “Lo que está discutiendo Larreta no es la salud de la gente ni la educación, es otra cosa, están en elecciones”, criticó en línea con el discurso del gobierno bonaerense. Consultada sobre acusaciones de algunos referentes de la oposición que aseguran que el gobierno provincial esta “sometido” a Baradel, Torres afirmó categórica: “Ningún gremio ejerció ninguna presión sobre el gobernador, sólo manifestamos lo que estábamos viviendo en las escuelas”.

 

Si bien nada asegura que la paz y el trabajo conjunto entre las partes se mantenga de manera indefinida, a diferencia de lo ocurrido durante el gobierno de María Eugenia Vidal e incluso el de Scioli, Kicillof encontró en los gremios docentes el blindaje sindical que necesita para afrontar este momento.

 

Federico Achaval, intendente de Pilar.
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