DINERO VIRTUAL

Duelo de titanes: Ualá, Clarín y los bancos quieren morderle la torta a Galperin

Barbieri se asoció a Eurnekian y tendrá licencia bancaria. AGEA se suma a la autopista de Prisma y la banca mueve a su modo. Pesce, como Lamolina: "Siga siga".

Ualá, la fintech del treintañero Pierpaolo Barbieri, fue noticia la semana pasada por avanzar con la adquisición de Wilobank, el banco digital de la Corporación América del veterano Eduardo Eurnekian. Si bien la operación todavía debe ser aprobada por el Banco Central (BCRA), termina de consolidar un universo de pocos y grandes jugadores en el mercado de las billeteras y otras apps financieras. Ualá, la banca tradicional con Modo y una billletera del Grupo Clarín y Prisma buscan destronar al gigante del rubro, Marcos Galperin.

 

No la tendrán fácil. Mercado Pago crece a la velocidad de la luz. La pandemia y la reclusión en los hogares disparó las compras vía Mercado Libre, los pagos a través de Mercado Pago y la fortuna de Galperin, ahora considerado el empresario más rico de Argentina por la revista Forbes. El CEO radicado en Uruguay juega un partido regional, con importantes inversiones en México y Brasil. En el país, su empresa ya venía haciendo un trabajo de hormiga con feriantes y pequeños comercios barriales para que aceptaran su medio de pago. En el cuarto trimestre de 2020, la cantidad de usuarios únicos de Mercado Libre en la región creció 71,3% anual, los pagos con su billetera treparon casi 84% en dólares y los ingresos netos en el país, 144% en moneda dura.

 

Con todo, allá van, cada uno con sus estrategias. Barbieri fundó Ualá en 2017 y se focalizó en los sectores no bancarizados, a los que llegó con una tarjeta prepaga y una app para pagar servicios. Consiguió fondeo de George Soros, Goldman Sachs, Softbank y el chino Tencent. En unos meses, sumará a Eurnekian como accionista minoritario. Con una empresa valuada al filo de los U$S1.000 millones (casi un unicornio), encarna al prototipo del empresario joven alejado de la rosca y con fe en el mercado. "Cuando hay competencia, ganamos todos. Apoyamos esa versión del capitalismo que sea abierto, competitivo y más transparente. Eso sube la vara para todos", le dijo días atrás a La Nación.

 

La "alianza estratégica" con Wilobank implicará un intercambio de acciones con Corporación América, pero el control seguirá en las mismas manos. Ualá obtendrá, con Wilobank, una licencia bancaria. Podrá ofrecer productos adicionales, como préstamos con dinero de los depositantes (algo que las financieras PSP, o Productos de Servicios de Pago, no pueden hacer) o las codiciadas cuentas sueldo, que permiten fidelizar a los usuarios. Es el principal activo que puede ofrecerle un banco digital que, dicen en el mercado, nunca pudo consolidarse como un actor de peso. De todos modos, Barbieri no "bancarizará" con CBU a los 2,7 millones de usuarios que hoy tiene Ualá. Son, dicen, negocios complementarios.

 

El proceso de adquisición puede tardar en torno a un año. Ese es el plazo que, calculan los abogados, puede demorar el Banco Central en aprobar la transacción. De todos modos, Miguel Pesce ve con buenos ojos que empiece a consolidarse el panorama fintech con jugadores de peso y no pondría obstáculos.

 

El Banco Central impulsó los pagos digitales a fin de año con Transferencias 3.0, con el que busca la interoperabilidad de los códigos QR. Mercado Pago será el gran ganador de la implementación del sistema: al tener mayor capilaridad en comercios chicos, se quedará con un porcentaje mayor de las comisiones. Para Pesce, el sector fintech tenía la cancha a su favor y necesitaba regulaciones en aspectos en los que los bancos estaban en desventaja. Las firmas digitales creen que, por el contrario, las normativas favorecen a la banca tradicional.

 

Los bancos llegaron tarde, pero más de 30 entidades públicas y privadas se aliaron y lanzaron Modo, una billetera virtual que permite a sus usuarios englobar en la misma aplicación todos los medios de pago bancarios con los que cuente, como tarjetas de crédito y débito de distintos bancos. "Los bancos reconocieron que hay que tener masividad y generar un ecosistema, que individualmente no iban a ser exitosos", dijo Rafael Soto, CEO de Modo. En fase inicial, la billetera muestra 1,5 millones de descargas y prepara una batería de promociones y descuentos para pelearle la hegemonía a Mercado Pago.

 

Modo está lejos de Cuenta DNI, la aplicación del Banco Provincia, que celebró hace dos semanas los tres millones de usuarios. Cuenta DNI tuvo su impulso determinante por ser la única billetera con la que se pudo cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Según la entidad que preside Juan Cuattromo, el 53% de los usuarios no tenía cuenta en el banco antes de descargarse la app. El Bapro, al igual que el conglomerado que lanzó Modo, Mercado Pago y Ualá, tiene espalda para llevar adelante la principal acción destinada a conseguir clientes: los descuentos. "No es fácil la sobrevida de las fintech, prevalecen las que tienen capacidad de sumar usuarios y para eso se necesitan descuentos, promociones y mucho desarrollo", explica una fuente del sector.

 

Ese mix entre usuarios y comercios es la pata principal de Bimo, la billetera que surgió de la alianza entre Prisma y AGEA, la empresa del Grupo Clarín. AGEA puso sus dos millones de personas con tarjetas 365 y los 22 millones de usuarios que navegan por las webs del multimedios. Prisma, la capilaridad en los comercios de todo tamaño. Como atractivo, Bimo da la posibilidad de centralizar los descuentos de cada medio de pago. Esta asociación entre grandes lanzada a fin de año va de a poco. "Está en una etapa de sumar funcionalidades y desarrollos", indicaron fuentes cercanas al proyecto.

 

El Banco Central alienta todos los proyectos que permitan reducir la circulación de dinero en efectivo, que sigue involucrado en siete u ocho de cada diez operaciones. El pago electrónico es una manera de formalizar la economía. Las fintech, en tanto, sostienen que esa barrera no se levantará del todo mientras sigan los descuentos de IVA, impuesto al Cheque e Ingresos Brutos de las transacciones comerciales. Los comercios se quejan por lo elevado de las comisiones, que pueden llegar hasta el 2,9% por transacción para tener el dinero en el momento en el caso del mPos de Ualá.  

 

En el medio, los bancos deberán redefinirse. El sector financiero descuenta que, tarde o temprano, las sucursales físicas irán cerrando y el trabajador bancario migrará desde el administrativo hacia el ingeniero o el programador. ¿Cómo reaccionará la Asociación Bancaria? Por lo pronto, busca que el Ministerio de Trabajo reconozca que los trabajadores de las fintech son bancarios. El expediente está dormido en la cartera que conduce Claudio Moroni desde diciembre.

 

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