DÉJÀ VU COVID-19

¿Quién mueve? Muevo yo, Alberto Fernández

Con contagios en alza, los hospitales a tope y los distritos pasándose la pelota para no pagar costos, el Presidente anunció nuevas restricciones. Las medidas.

Aislado en la casa de huéspedes de Olivos, Alberto Fernández se alteró al ver en las redes sociales imágenes que dan cuenta del escaso cumplimiento de las medidas definidas a fines de la semana pasada para frenar la segunda ola de coronavirus, que marcha a paso acelerado. Los videos de patios de comidas y restaurantes en los que no se respeta el aforo y los transportes atiborrados de pasajeros le colmaron la paciencia. El Presidente se convenció sobre la necesidad de endurecer las restricciones vigentes enojado por lo que, considera, fue una falta deliberada de controles en los grandes centros urbanos. Y decidió mover.

 

“Nadie quiere pagar el costo político”, repiten en la Casa Rosada sobre la actitud de los gobernadores y del jefe de Gobierno porteño, que evitaron endurecer las restricciones que anunció Fernández el miércoles pasado y hasta salieron, en algunos casos, a diferenciarse, como hizo Horacio Rodríguez Larreta, cuando afirmó que la Ciudad acataría el toque sanitario de las 0, pero que no lo avalaba.

 

La semana pasada, la Casa Rosada dejó el sello del espíritu “federal” de las medidas en el mismo decreto de necesidad y urgencia que definió las restricciones. “Por medio del presente se faculta a los gobernadores, a las gobernadoras y al jefe de Gobierno de la Ciudad para establecer medidas adicionales a las previstas en la presente norma, en forma temporaria, proporcional y razonable, siendo responsables del dictado de dichas restricciones en virtud de la evaluación sanitaria de los departamentos o partidos de la jurisdicción a su cargo”, remarcaba el decreto.

 

Con esa leyenda, la Casa Rosada buscó trasladar a los caciques provinciales la potestad para que pudieran dictar medidas más estrictas, en función de la realidad epidemiológica de sus distritos. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, por ejemplo, resolvió acortar hasta las 20 el horario de atención de los comercios no esenciales en los municipios con alta circulación del virus. En la Ciudad, Rodríguez Larreta decidió que respetaría el cierre de los comercios gastronómicos, a las 23, pero estiró hasta más tarde la salida de los comensales. El resto de las provincias se adhirió a lo resuelto por la Nación.

 

Pero en la Casa Rosada afirman que, no solo los gobernadores no quisieron “pagar el costo político” y dictar medidas más restrictivas, sino que tampoco controlaron lo suficiente el cumplimiento de las vigentes. “¿Tiene que ir el Presidente a controlar los patios de comidas?”, se preguntaron en Balcarce 50.

 

“Es evidente que los controles son flojos”, le dijo a Letra P un colaborador estrecho de Fernández, que este miércoles esperaba por los anuncios en Olivos. El enojo, repetían los funcionarios, no era contra ningún gobernador en particular, aunque la molestia estaba focalizada en los centros urbanos, en particular en el AMBA.

 

En la Ciudad no acusaron recibo. Cerca de Rodríguez Larreta afirmaron que “los controles existen” y agitaron las clausuras de cuatro bares y restaurantes, el último fin de semana. En la provincia de Buenos Aires, apuntaron por la laxitud de los controles al otro lado de la General Paz y por el desborde de las líneas nacionales de colectivos, sobre las que no tienen jurisdicción. Ante la consulta de Letra P, en otras dos provincias afirmaron que no habían recibido ninguna queja por parte del Presidente.

 

Mientras en la Casa Rosada y Olivos se discutían las nuevas medidas a aplicar, el Presidente recibió una buena noticia de parte de la oposición. Aunque con críticas al plan de vacunación, la mesa nacional de Juntos por el Cambio decidió apoyar eventuales restricciones, acotadas en el tiempo. “Si debemos convivir con más restricciones, las mismas deberán estar rigurosamente planificadas y ser factibles de ser aplicadas. Tienen que tener un objetivo claro, con un principio y un fin, más prioridades bien definidas”, dijo la plana mayor de la oposición, en lo que resultó ser un guiño al Gobierno para el nuevo anuncio que el Presidente tomó la decisión de encabezar. 

 

Las medidas

En virtud, de la mayor velocidad de aumento de casos de coronavirus, el Gobierno decidió nuevas restricciones para el AMBA desde las 0 horas del día viernes 16 de abril:

 

- Restringir la circulación nocturna entre las 20 horas y las 6 de la mañana.

 

- Suspender las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados.

 

- Las actividades comerciales cerrarán a las 19 horas.

 

- Las actividades gastronómicas funcionarán en modalidad de entrega a domicilio luego de las 19 horas.

 

- Desde el lunes 19 hasta el viernes 30 de abril los tres niveles educativos retornan a la modalidad virtual.

 

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Karina Milei y Santiago Caputo.

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