After Office | Vecinalismo

Monadas, el aplausómetro, las bolas y Andrea

En Necochea, el vecinalismo reunió a sus principales dirigentes de Buenos Aires. Color, curiosidades y datos al margen de la jornada política.

(Necochea - Enviado)
Fritas
. Pasaron más de tres horas desde que arrancó el evento hasta que llegaron las empanadas; fritas, bien sequitas y con abundante relleno. Descollaron las de carne. Para un reconocidísimo dirigente, no corrió aquello de que la última es la de la vergüenza: se adelantó a otro dirigente y alcanzó a manotear la última. Tuvo doble suerte: llegó otro bandejazo y agarró otra cuando todavía masticaba la anterior.

 

Gustavo Pulti, exintendente de Mar del Plata.

Monadas. Locuaz, vehemente y desde un costado del escenario, el exjefe comunal marplatense Gustavo Pulti cargó contra “la aristocracia” política alejada de la gente. “Lo que nos une es la diferencia que tenemos con esas castas políticas que se perpetúan, que se celebran las monadas, que tuitean desde un helicóptero (…) algunas veces son amarillos, otras veces, de otros colores”, disparó. Cosechó elogios.

 

Protocolo estricto. La organización dispuso un rigurosísimo protocolo anticovid. Uso de tapabocas, ríos de alcohol en gel y milimétrica distancia de un metro entre sillas. Se tomó la temperatura a cada asistente y se pidió evitar abrazos. Los saludos, con puño o codo; las ventanas, abiertas. Por escrito, los organizadores pidieron evitar tocarse los ojos, nariz y boca, cubrirse la boca al toser, desinfectar herramientas de trabajo, poner un film a micrófonos, no compartir vasos ni cubiertos y un sinfín de etcéteras.

 

Marcelo Skansi, exintendente de Carmen de Areco.

Aplausómetro. Con un escueto discurso, otro exintendente, Marcelo Skansi (Carmen de Areco), levantó la aguja del aplausómetro como ningún otro. Lo hizo expresando algo obvio pero que ningún otro orador dijo con tal claridad: “De acá tiene que salir un gobernador que sea bonaerense, que haya sido intendente y que sea vecinal”. Aplauso cerrado con algunas personas de pie. A veces, menos es más.

 

Barbijos esponsorizados. El tapaboca, ese elemento sanitario que se transformó a la fuerza en la indumentaria más visible, es ideal para publicitar. La organización del evento no quería perderse la ocasión: repartió a discreción barbijos de color verde con la marca Buenos Aires Primero. La falta de convexidad en el diseño complicó a narigonas y narigones, pero facilitó la lectura del observador.

 

Las bolas de espejo ochentosas.

Bolas. Chez Guegnon, el lugar elegido para el lanzamiento del foro vecinalista ubicado en los bordes de la ciudad y a metros del Parque Miguel Lillo, invitaba a quedarse: pileta, cancha de tenis, livings a cielo abierto, amplio predio y mejor atención. Entre los elementos de decoración, cautivaron las 33 bolas de espejo ochentosas dispuestas en dos hileras al centro del salón central. Con música y de noche, ideal para cumpleaños de 15 o fiesta de casamiento.

 

Canción. “Somos tan distintos e iguales”, dice la canción Somos Uno del artista Axel. La versión interpretada por el autor y Abel Pintos fue la elegida para cerrar el evento. Tan distintos al resto de la dirigencia política y tan iguales entre nosotros, explicó uno de los presentes.

 

Andrea Coronel, presidenta de Por Olavarría Todos.

(Dis)paridad de género. Andrea Coronel es la presidenta de la agrupación Por Olavarría Todos (POT). Fue la única mujer entre una larga lista de oradores. Otro rastro de la cultura machista que atraviesa la política y que las estructuras partidarias deben corregir.

 

Juan Martín Mena, ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
El dirigente radical Gabriel Abrile logró que su alfil, Daniel Frangie, sea el nuevo defensor del Pueblo de Río Cuarto.

Las Más Leídas

La cúpula de Unidos para Cambiar Santa Fe, con el gobernador Maximiliano Pullaro en el centro, este miércoles en Santa Fe.
Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires.
Javier Milei no descansa en su guerra contra la AFA y fantasea con impugnar la lista de Chiqui Tapia.
Ficha limpia, el debate en la era de Javier Milei: ¿anticuerpos o proscripción?
Germán Oestmann, el rector que pediría echar Javier Milei. 

También te puede interesar