Natalia Sánchez Jáuregui es la única mujer presidenta de un bloque político en la Legislatura bonaerense y una de las pocas que militan en lugares relevantes del sindicalismo. Preside el monobloque del Partido Fe e integra la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) que conducía Gerónimo Venegas. Desde ese lugar, pelea contra las estructuras tradicionales de la política y pide más lugares para las mujeres en ámbitos relevantes.
“El poder real es conducido por hombres (…) las mujeres estamos ausentes en la rosca política”, dice en esta entrevista con Letra P la legisladora que ganó su banca en 2019 bajo el sello Juntos por el Cambio. Remarca que las mujeres en lugares relevantes no garantizan paridad de representación. “Tuvimos una gobernadora mujer con todos sus ministros hombres”, ejemplifica con la exmandataria María Eugenia Vidal. En contraste, hace concesiones al gobernador Axel Kicillof.
-¿Por qué las mujeres no ocupan cargos de más relevancia en la Legislatura?
-Más allá de que todas las autoridades de la Cámara y todos los presidentes de bloque son hombres, a excepción de nuestro (mono) bloque que presido, hay que decir que el poder real también está conducido por hombres. Es decir, las mujeres estamos ausentes en la rosca de los temas políticos y en las comisiones importantes de la Legislatura como Asuntos Constitucionales y Justicia o Presupuesto.
-¿Es posible revertirlo?
-Tenemos un trabajo doble. Las mujeres debemos informarnos, capacitarnos y hablar más aun sobre esos temas, pero, a la vez, los hombres deben hacer su aporte. Esto no es una competencia, sino parte de una transformación necesaria en la sociedad.
-¿El cambio de gobierno agilizó ese cambio?
-El gobernador tiene varias ministras mujeres y eso es para rescatar, pero lamentablemente eso no pasa en la Legislatura. Sin embargo, también tuvimos una gobernadora mujer con todos sus ministros hombres. Debemos seguir trabajando para ser parte de la toma de decisiones. La influencia de los hombres la vemos en todos lados. El recinto es un hemiciclo rodeado de imágenes de hombres.
-Sólo votaron la entronización reciente de Evita.
-Así es, y todo eso genera un escenario muy distinto si en una banca se sienta un hombre o una mujer.
-¿Hay grieta en temas de género?
-Trabajo para que no haya grieta en ningún tema, sea violencia de género, abuso infantil o producción y trabajo. La política debe madurar en este sentido.
-¿Ve posible que se achique la brecha de género en el ámbito legislativo?
-Debemos trabajar más entre nosotras, como lo hacen los hombres. Debemos tener una estrategia común de género. Tuvimos grandes mujeres en la política, como Graciela Camaño o Mabel Müller, que pusieron su granito de arena para que hoy el 50% de la Cámara esté representada por mujeres.
-¿En el sindicalismo hay más machismo que en la política partidaria?
-Están a la par. UATRE ha tenido un trabajo interno importante de la red de mujeres. Eso nos ayudó a ver cómo tratar y solucionar algunos problemas.