Mónica Fein es la candidata a presidenta nacional del socialismo que cuenta con el apoyo de los dos exgobernadores de Santa Fe, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. La propuesta que lidera, “Socialismo en Movimiento”, enfrentará al legislador por CABA, Roy Cortina, y al exdiputado provincial santafesino, Eduardo Di Pollina, el 18 de abril. A la espera de la competencia, luego de recorrer diversas provincias, la exintendenta de Rosario dialogó con Letra P y confió que se abre “un nuevo proceso” en el Partido Socialista tras la derrota de 2019 en Santa Fe. “No vamos ser ni testimonial ni furgón de cola de ningún proyecto nacional que no nos contenga”, remarcó.
-¿Cuáles son los desafíos del socialismo a futuro?
-Son dos, uno hacia adentro y otro hacia afuera. Democratizar el partido, hay un nuevo proceso, es un partido que tiene más de un siglo y es necesario hacerlo más horizontal y más federal. Y hacia afuera, el más complejo, construir una alternativa política a la polarización, al antagonismo. Ahí no jugamos solos, pero Argentina necesita salir de hablar del pasado y buscar propuestas futuras que nos ubiquen en políticas de Estado, que duren más allá de un gobierno.
-¿Por qué se da una interna de tres?
-Es algo bastante poco común, en general buscamos lista de acuerdo. En esta oportunidad, los otros dos sectores decidieron ir a interna, intentamos buscar un acuerdo, pero no se dio. Los otros dos grupos no representan el valor que la mayoría, los que venimos conduciendo hace muchísimos años con (Hermes) Binner, Antonio, Lifschitz, queremos para el partido. Un partido con fortaleza, ni testimonial ni furgón de cola de ningún proyecto nacional que no nos contenga.

Fein recibió a Letra P en La Usina, el think thank rosarino de Lifschitz
-¿Las otras dos listas son furgones de cola de Horacio Rodríguez Larreta, en el caso de Cortina, y del Frente de Todos, con Di Pollina?
-Tienen una visión diferente a la nuestra. Hay una que tiene una alianza con Rodríguez Larreta y plantea que el socialismo debe acompañar ese proceso, ¿Con qué acuerdos y coincidencias? No está claro. Eso es negativo para el futuro del país y el socialismo. Y también discutimos con otro sector, que algunos han reconocido públicamente su simpatía con el Frente de Todos, que van a un partido más testimonial, chico, que guarde principios de partido pequeño.
-La lista que usted lidera tiene el apoyo de los dos últimos gobernadores de Santa Fe, Bonfatti y Lifschitz. ¿Ambos entendieron que no hay margen para tensiones?
-Las tensiones en un partido son parte de la construcción y hay que aceptarlas, se expresan y discuten. Después de muchas reuniones, todos entendimos que lo más importante es fortalecer el partido con autonomía, y tanto Miguel como Antonio han aportado esa mirada. Eso es lo principal hoy. Bienvenidas las tensiones, no creemos en líderes que sean dueños de la verdad.
-¿El andar de (Omar) Perotti, a veces errático, entusiasma más aún para regresar al gobierno?
-A los y las socialistas el gobierno de Perotti nos duele por la falta de gestión y respuesta. Uno no se alegra por un gobierno así, les duele las cosas que dejan de lado, la falta de iniciativas. Ese dolor lo transformamos en oportunidad, tenemos que recuperar la esperanza de los y las santafesinas en construir una sociedad mejor. Vemos un gobierno que no se define en los grandes temas, hidrovía, biocombustibles, la inseguridad que – planteó – venía a solucionar. Es un gobierno que perdió tres ministerios centrales, Salud, Gobierno y Seguridad. Eso habla de un gobierno con problemas para gestionar.
-¿El PRO siempre es un límite?
-El PRO tiene otro proyecto, más que un límite son diferencias políticas y hay que aceptarlas como tal. Perotti es el ejemplo de unir todo para ganar y, ¿después qué? Y cuando uno gana y tiene dificultades adentro, ¿qué hace con los problemas de la gente?
-¿Javkin tiene un tono más activo que el gobernador?
Sí, Pablo ha tenido una presencia más activa en toda la pandemia, enfrentó los problemas, en transporte, en salud. La ciudad funciona, tomando lo mejor de lo que le dejamos y dándole su propia impronta, y está bien que así sea. Es un integrante del Frente, pero no es de nuestro partido.
-Como intendente que es, ¿Javkin tiene que tener la última palabra en la estrategia electoral del Frente Progresista de Rosario?
-Es fundamental que Pablo tenga la última palabra en fortalecer el Frente, no estamos hablando de nombres. Las elecciones también permiten diversidad de…hay PASO, hay candidatos, pero todos pensando en fortalecer el Frente. Ese debe ser el desafío que tenemos, siempre ha sido competir y sumarnos al Frente como hacen nuestras concejalas o los integrantes del gabinete que tiene Pablo que son de nuestro partido.