Por abrumadora mayoría, y al cabo de una maratónica sesión de 20 horas, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que modifica que modifica el mínimo no imponible a las Ganancias -elevando el piso a 150.000 pesos brutos- iniciativa que tuvo a Sergio Massa como portavoz, en busca de seducir al voto blando de la clase media en pleno año electoral.
La iniciativa fue aprobada con 241 votos positivos, ninguno en contra y apenas tres abstenciones, y girada al Senado. Las abstenciones fueron del macrista Luciano Laspina, del radical Facundo Suárez Lastra y de la cívica Mónica Frade, todos de Juntos por el Cambio.
Con la aprobación de este proyecto, Massa cierra el círculo de una jugada que lo consolida como interlocutor con el voto volátil que intenta retener el Frente de Todos y se queda con un triunfo que, a la vez, se pierde el presidente Alberto Fernández, quien voluntariamente había creído protagonismo en este asunto central desde el anuncio mismo de la iniciativa. Además, el titular de la Cámara consigue mostrarse más o menos ignífugo en medio del fuego de la grieta, que tuvo un capítulo caliente en la previa misma de la votación.
Doce horas después del arranque de la sesión, poco antes de la medianoche, comenzó el tratamiento de los cambios en el Impuesto a las Ganancias que llegó al recinto con un dictamen firmado por la totalidad de los integrantes de las comisiones de Presupuesto y de Legislación Laboral.
Para entonces ya se habían comenzado a plasmar los acuerdos entre oficialismo y oposición. El último posibilitó la aprobación de la iniciativa que presentó el titular de la Cámara Baja, Sergio Massa, para aplicar una serie de exenciones al gravamen que modifica su mínimo no imponible y beneficiaría a 1,3 millones de trabajadoras y trabajadores.
El discurso de cierre estuvo a cargo del jefe del bloque Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien fue precedido en el uso de la palabra por el titular del interbloque Juntos por el Cambio, Mario Negri.
Según estimaciones oficiales, los cambios en el gravamen permitirá que 1.267.000 trabajadores y jubilados dejen de estar alcanzados por el tributo.
Solamente el debate de Ganancias consumió ocho horas, y contó con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, desde una de las bandejas laterales al estrado.
Cuando ya se había votado en general el proyecto, el diputado nacional Fernando Iglesias tomó la palabra para denunciar que un rato antes había ido al baño y allí un par del Frente de Todos se acercó para increparlo y darle un "empujón".
La denuncia de Iglesias, que interrumpió el tratamiento en particular del articulado, generó un fuerte revuelo entre las bancadas y obligó al presidente de la Cámara baja a llamar a un cuarto intermedio para debatir junto a los jefes de bloque cómo proceder frente a la situación que se había presentado sobre una presunta agresión física.
"Cobarde. Ustedes saben quién es. No merece ser compañero de ustedes. Vamos a pedir la expulsión y no vamos a descansar", advirtió el presidente del interbloque Juntos por el Cambio, Mario Negri.
Tras unos minutos de deliberación, Massa comunicó que se logró acordar la constitución de una comisión disciplinaria que tendrá a cargo investigar los hechos denunciados.
El primer orador en el debate del proyecto había sido el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, quien recordó que durante el macrismo se pasó del 10% al 25% de asalariados alcanzados por el impuesto a las Ganancias, "es decir, uno de cada cuatro trabajadores".
El economista del Frente de Todos afirmó que con la aprobación de la ley "volveríamos a la situación histórica" y "aún en mejores condiciones" ya que "solo el 7% de los trabajadores y las trabajadoras quedarían alcanzados".
Para graficar el impacto de la reforma, ejemplificó: "Un trabajador soltero que gane 150 mil pesos debería pagar anualmente 115 mil pesos, y con los cambios dejaría de tributar".
En tanto, precisó que aquellos que ganen entre 150 mil y 173 mil pesos "tendrán un tratamiento especial a través de una fórmula para evitar un salto brusco en la tributación".
El vicepresidente de la comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (PRO), continuó en el uso de la palabra y dijo que "por supuesto la clase media necesita un alivio", pero consideró que el principal problema es que "subió impuestos a diestra y siniestra", por ejemplo con ingresos brutos.
"Para los que no saben de impuestos, solo acá en la Argentina el pseudo progresismo sube Ingresos Brutos, que pagan los pobres, y bajan impuesto a las Ganancias, que pagan los que ganan 650 mil pesos", comparó el macrista, que luego aclaró que "por supuesto" está "a favor de pagar menos" por Ganancias.
"Ustedes hacen progresismo al revés: le sacan a los pobres y les dan a los que ganan más", resaltó, y habló de "pseudo progresismo", en referencia al Frente de Todos.
"Nuestro compromiso es acompañar cualquier rebaja de impuestos que traiga el oficialismo, que ha sido una máquina de subir impuestos, y estamos en contra de cualquier suba de impuestos, porque creemos que hay un sector privado ahogado. Nosotros no nos podemos oponer a una rebaja después de un año tan duro", cerró.
La última vez que la Cámara de Diputados sesionó un sábado fue entre diciembre de 2001 y enero de 2002. Según recuperó la agencia NA, el sábado 22 de diciembre las dos cámaras sesionaron en Asamblea Legislativa para la jura del puntano Adolfo Rodríguez Saá como presidente provisorio. Dos semanas después, el 5 de enero de 2002 Diputados votó la derogación de la ley de Convertibilidad.