Julián Amendolaggine es uno de los referentes de Juntos por el Cambio en Berazategui. La derrota sufrida en 2019 a manos de Juan José Mussi no opacó su aspiración de convertirse en intendente y se prepara para volver a disputar esa batalla en 2023. En diálogo con Letra P, no desconoce que la pulseada electoral inmediata tiene más de un postulante, pero recita que lo importante es el proyecto. “No depende de quiénes sean los candidatos, sino de tener una oferta contundente para que los ciudadanos puedan tener una alternativa al kirchnerismo de cara a 2023, para correr a Mussi después de 33 años en el gobierno municipal”, dice el actual secretario de Hacienda de Tres de Febrero. Además, si bien señala que entre el Grupo Dorrego y La Territorial las “diferencias son menores”, destaca el protagonismo de los intendentes a lo largo del último año: “Tuvieron un rol claro en defensa de los intereses de los vecinos de la provincia”.
-¿Cómo llegó a ser uno de los referentes de JxC en Berazategui?
-Me sumé al equipo de María Eugenia (Vidal) cuando asumió como gobernadora. Soy economista, y cuando Hernán Lacunza juró como ministro me sumé a trabajar con él y su equipo. Los primeros dos años fui jefe de asesores y los otros dos estuve a cargo de la gestión de los préstamos con financiamiento del Banco Mundial, BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para las obras de infraestructura. Me sumé a la política más allá de la gestión, porque creía que en Berazategui había dirigentes que no estaban a la altura de lo que María Eugenia representaba. Propuse involucrarme, hice una experiencia inicial en 2017, ayudando antes de la elección, y en 2019 María Eugenia me propuso que encabezar la boleta y que trabajara más directamente como candidato local y eso hice. Pretendo construir en Berazategui una expresión de lo que a nivel nacional representamos como gestión con del gobierno de María Eugenia y Mauricio (Macri).
-¿Cómo es el armado en el distrito?
-El bloque de Juntos por el Cambio tiene tres mujeres, dos radicales y una PRO. Hay otros dirigentes que también tienen vocación de representar a los vecinos, cada uno tiene sus prioridades y estilos y tratamos de trabajar juntos. Pero el proyecto no depende de quiénes sean los candidatos, sino de tener una oferta contundente, una alternativa al kirchnerismo de cara a 2023, para correr a Mussi después de 33 años en el gobierno municipal. Probablemente, nuestro candidato a presidente sea Horacio (Rodríguez Larreta).
-Los Mussi tienen fuerte respaldo electoral. ¿Cuál es la estrategia para derrotarlo?
-Tenemos claro que mucha gente valora lo que Mussi hizo. Pero esa valoración es sobre todo por lo hecho en el pasado, hace décadas. Aspiro a que de acá a 2023 todos los vecinos nos conozcan y que entiendan que queremos algo distinto para el distrito.
-¿Están sumando a dirigentes peronistas?
-Nuestra propuesta incluye a un montón de peronistas que tienen mucho para aportar y nos ayudan con el mensaje de que se pueden cambiar las cosas; desde el excandidato a vicepresidente (Miguel Ángel) Pichetto, pasando por (Cristian) Ritondo hasta (Diego) Kravetz. Todos son de origen peronista y están convencidos del proyecto que inició Mauricio.
-¿Usted se referencia con el Grupo Dorrego o con La Territorial?
-Hay que trascender esas diferencias, son menores. En mi condición de sin tierra charlo con todos los dirigentes de La Territorial. Es una gran iniciativa. Pero no creo que lleguen a disputarle a los intendentes del Grupo Dorrego. Néstor (Grindetti) es la referencia de la sección. Trabajo con Diego (Valenzuela), tengo mucho diálogo. Julio (Garro) y Jorge (Macri) son dos dirigentes que sostuvieron durante todo este año conversaciones con el gobernador y, ante situaciones que requirieron firmeza política, tuvieron un rol claro. Es falsa esa disyuntiva, es producto de la incertidumbre de cara a un cierre de listas, pero se van a ordenar.
-Cómo parte del gobierno de Cambiemos, ¿cuál es su autocrítica?
-La reflexión que hizo Mauricio en el lanzamiento de su libro es buen resumen. Le propusimos a la sociedad un modelo de país distinto, con un claro norte en el progreso y en la modernización, y en el medio no fuimos suficientemente enérgicos en que la inclusión en ese proyecto sea absoluta prioridad. Mucha gente sintió que eso funcionaba, pero se caía del sistema; no logramos ser suficientemente sensibles con eso. Se hizo un esfuerzo sistemático para que eso doliera lo menos posible, pero nos faltó. El mensaje para construir el 2023 tiene que ser: queremos una Argentina moderna, desarrollada, con estabilidad y eso va a ser para todos.