OPOFICIALISMO

La voluntad según Juan Grabois

Dedo en la llaga del FDT, el dirigente agitó la idea de una reforma agraria en una minigira por Río Negro. Críticas a la "improvisación constante" del Gobierno.

La voluntad de Juan Grabois expuesta en la recorrida por Río Negro que comenzó esta semana en San Carlos de Bariloche y continuó este jueves por General Roca es una reforma agraria. Convencido de que es fundamental la creación de nuevas localidades y de la necesidad de que la población rural vuelva a crecer, dio detalles de su plan de desarrollo nacional mientras ensalzaba el rol del Frente Patria Grande, la agrupación que lidera dentro del Frente de Todos (FDT).

 

El abogado y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) es el dirigente oficialista más incómodo para el Gobierno. Con razón o no, sus críticas implacables sobre la gestión oficial y sobre el perfil político de la coalición suelen hacer foco en las contradicciones que otros integrantes del panperonismo ignoran, desdeñan o simplemente callan para no hacer olas.

 

En el corazón productivo del Alto Valle, donde se concentran las principales exportadoras de la Patagonia, Grabois pidió por los pequeños y medianos productores de fruta y a la vez cuestionó la marcha del gobierno nacional. “No hay plan de nada”, dijo. Durante su periplo rionegrino, se hizo tiempo para polemizar en redes sociales con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, por la represión de una manifestación de los trabajadores de la planta de reciclado de San Vicente, municipio que conduce  Nicolás Mantegazza. "Nada se soluciona con patoterismo y viejas prácticas trasladando gente desde Caba", lo acomodó el lomense en defensa de su par. 

 

Sonrojados

“Tenemos que explicar el proyecto de país. No hay ningún plan”. Ese fue el puntapié inicial de Grabois en la continuidad de sus charlas que comenzaron en la cordillera hasta terminar en el valle. Los primeros minutos de la exposición en la Casa de la Cultura de Roca fueron sólo críticas al Frente de Todos. “Tenemos que dejar de ser un proyecto electoral para ser uno de gobierno”, dijo. A su lado, el diputado nacional Federico Fagioli apuntaló la presentación del Plan de Desarrollo Humano Integral de ese espacio, que tiene dos premisas: generar empleo y repoblar el país a través del reparto y puesta en marcha de tierras ociosas o no productivas.

 

Al catalogar la negociación de cargos públicos como “botines de guerra”, el dirigente cercano al papa Francisco hizo sonrojar a los funcionarios locales, concejales y dirigentes de otros espacios que habían concurrido. En otro pasaje de su exposición, elogió al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, aunque expresó sus reservas sobre la gestión. “Le tengo fe a Ferraresi, pero ¿cuántas viviendas se van a construir? Perdimos un año”, señaló en referencia implícita al fallido paso por esa cartera de María Eugenia Bielsa. Lo atribuyó a “pavadas” internas. “Cuando no hay proyecto común, hay disputa”, definió.

 

Grabois en su charla en Bariloche.

Crear trabajo y repoblar la patria. Ese es el futuro para Grabois, porque “hay que lograr que exista un gran porcentaje de población rural como en Alemania”. Según detalló, el 93% de argentinos y argentinas vive en las ciudades, por eso “hay que priorizar la agricultura" con agricultores. "Eso, pónganle el nombre que quieran, pero es reforma agraria”, avisó.

 

Para salir rápido de la postpandemia, exigió integrar a los barrios populares en el reparto de cuatro millones de puestos de trabajo y empezar a trabajar “la transición ecológica de nuestra industria, por el ambiente”. Por eso citó el caso de Inglaterra, que prohibió los autos que utilizan combustibles fósiles para la próxima década. “Ya nos chorearon el litio, ¿qué esperamos?”, sintetizó con acidez. Agua, luz, cloacas, integración urbana, acceso a internet, todas necesidades básicas de este tiempo fueron apuntadas por el dirigente social para el desarrollo nacional.

 

En el final, retomó su personal autocrítica oficialista. “No podemos ser la improvisación y la espontaneidad constante, eso nos hace mucho daño. Por eso apuntalamos nuestro proyecto ante el problema de dispersión de políticas. La repartija de espacios, son botines de guerra. Son negociaciones de poder, no tienen que ver con la integralidad de un proyecto”, bramó.

 

“Hagamos un capítulo de Río Negro de este Plan de Desarrollo Urbano integral. Hagámoslo con economía popular, con transición ecológica, con el rearmado del transporte de cargas y personas, la integración urbana de barrios populares de la ciudad, con cambios del modelo”, cerró Grabois su charla en la ciudad gobernada desde 2003 por una familia peronista, los Soria.

 

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