Con el calendario electoral en cuenta regresiva, los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales(Jujuy) aprovecharon la reunión con el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro en la Casa Rosada para volver a la carga este miércoles con el pedido de suspensión de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) previstas para agosto. Se fueron con las manos vacías.
“Lo charlo con Alberto (Fernández)”, respondió De Pedro ante el planteo de los gobernadores, que forman parte de la liga del Norte, que en enero habló sobre el tema cara a cara con el Presidente, en La Rioja. Como gesto de buena voluntad, pocos días después Fernández incluyó la discusión en el temario de sesiones extraordinarias bajo el discreto título “Emergencia Sanitaria y Calendario Electoral 2021".
Lo cierto es que el debate en el Congreso está congelado y no parece pronto a reactivarse. “El tema está en stand by a todo nivel. Ni el Poder Ejecutivo, ni los gobernadores, ni los diputados ni las autoridades del Congreso lo están moviendo”, dijo a Letra P un referente del Senado. La Cámara alta sesionará este jueves por la Ley de Defensa de la Competencia. En Diputados, la actividad se reanudó con una exposición de Ginés González García sobre las vacunas. De las PASO, ni noticias y algunos gobernadores empezaron a perder la paciencia ante la falta de definiciones del Presidente.
Como Valdés, Capitanich y Morales ante De Pedro, el tucumano Juan Manzur también habló sobre el tema el martes en Buenos Aires. Fue en Cancillería, en una reunión con mantuvo con Felipe Solá y su equipo, donde volvió a insistir sobre la necesidad de suspender las elecciones de agosto.
En tanto se desarrolla la serie que tuvo su primer episodio en el inicio de diciembre durante un almuerzo en la Quinta de Olivos entre Fernández y los gobernadores tras la firma del Consenso Fiscal, con el paso de las semanas algunos mandatarios provinciales abrieron juego propio, y anunciaron el desdoblamiento de las elecciones locales, algo que se contradice con los dos principales argumentos que los gobernadores esgrimieron ante el Presidente para pedir la suspensión de las PASO: la pandemia y el costo del operativo electoral.
Los primeros en despegarse del calendario nacional fueron el salteño Gustavo Sáenz y el misionero Oscar Herrera Ahuad. En Salta, Sáenz suspendió las primarias y fijó fecha de comicios para el 4 de julio. En Misiones, habrá legislativas provinciales el 6 de junio. Otras provincias amagan con seguir el mismo camino, lo que complicaría la defensa discursiva de la suspensión de las PASO nacionales por razones sanitarias y presupuestarias.
Sin embargo, según pudo saber Letra P, la decisión del gobernador de Salta no está relacionada con la indefinición nacional sobre las PASO. “Sáenz no quiere quedar atrapado en la discusión nacional kirchnerismo-antikichnerismo porque en Salta los acuerdos son mucho más amplios. Hace mucho que estaba resuelto desdoblar la elección”, explicó a este portal un dirigente del peronismo salteño.
En efecto, la clave del triunfo de Sáenz en Salta en 2019, luego de 12 años de gobierno de Juan Manuel Urtubey, fue el armado de una alianza amplia, alejada de la polarización nacional, que incluyó a diferentes sectores políticos, desde el peronismo hasta el PRO. Sáenz tiene como modelo los provincialismos que gobiernan, por ejemplo, Misiones y Santiago del Estero. La resolución de Herrera Ahuad sigue la misma lógica: no arriesgar el control de la Legislatura provincial por discusiones nacionales.
En el Frente de Todos no hay consenso interno. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, impulsora de la ley de primarias en 2009, y la agrupación que lidera su hijo, Máximo Kirchner, La Cámpora, son defensores del sistema y no muestran, por ahora, voluntad de propiciar el debate en el Congreso. En Juntos por el Cambio, las posiciones internas también son diversas. Cualquier reforma al régimen requiere de una mayoría especial para avanzar en el Congreso. Sin una orden clara del Ejecutivo y un acuerdo amplio, los gobernadores vislumbran que el escenario está empantanado.