El nado desincronizado del equipo económico del Gobierno terminó este jueves con la sorpresiva salida de la Secretaría de Comercio de la exministra de Industria, Débora Giorgi, que había llegado al Gobierno hace 50 días para trabajar en el control de precios junto a Roberto Feletti, y a cuya retirada nadie le pone la firma.
La salida de Giorgi generó este jueves un sinfín de versiones cruzadas entre la Casa Rosada y el funcionariado que forma parte del equipo económico del Gobierno. Desde el entorno de la exsubsecretaria explicaron que Giorgi “se cansó” de esperar una designación oficial que nunca llegó. Apuntaron por esa demora al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, con quien Giorgi nunca generó buen vínculo.
En la Casa Rosada no acusaron recibo y dejaron trascender que la designación de Giorgi correspondía al secretario de Comercio. “Es una colaboradora de Feletti. El Presidente no chequea los colaboradores de un secretario”, explicaron en Balcarce 50. En el Ministerio de Desarrollo Productivo también se desentendieron de la salida de la funcionaria.
El presidente Alberto Fernández, según esa información, “se inclinó por otro perfil” y Feletti estaba al tanto de la noticia desde hace algunos días. En efecto, hace un par de jornadas que el secretario de Comercio dejó de concurrir a las reuniones acompañado por Giorgi. Sin embargo, otro funcionario del área dio el miércoles por sentado en una reunión con empresarios que Giorgi sería la encargada de estudiar un tema concreto en los días subsiguientes. Este jueves, sin saludos ni preámbulos, la exministra abandonó el chat “Mujeres gobernando”, que integran las funcionarias del Gobierno.
Giorgi desembarcó en Comercio a mediados de octubre junto a Feletti. El secretario de Comercio llegó por impulso y con aval de Cristina Fernández de Kirchner y del Presidente con la idea de renovar y darle aire al área para la pelea contra el aumento de precios. Feletti asumió en reemplazo de Paula Español y llegó acompañado por Giorgi, con quien trabajó durante los años del gobierno macrista en el municipio de La Matanza. En el ala cristinista del Gabinete identifican a Feletti directamente con la vicepresidenta. Sobre Giorgi no pesa el mismo manto protector. La exfuncionaria tampoco cosechó elogios en su trabajo en el sector privado, con el que le tocaba dialogar.
La salida de Giorgi marca un nuevo capítulo del desencuentro entre Kulfas y la Secretaría de Comercio. Hace diez días, el ministro salió al cruce de Feletti luego de que el funcionario no descartara una suba de retenciones a la carne y otros alimentos. “A lo mejor tuvo una actitud que no fue la más indicada, porque no es lo más apropiado esto de pensar en voz alta siendo un funcionario”, lo desautorizó Kulfas horas más tarde.
Las declaraciones se leyeron en el Gobierno como una señal de empoderamiento por parte del sector albertista del Gabinete, que se vio revitalizado después de las elecciones del 14 de noviembre y de la demostración de fuerza del Día de la Militancia. “Antes no se animaban a hacer estas cosas”, sintetizó un asiduo visitante de Olivos.
Cuestionado por el cristinismo, Kulfas integró varias veces la nómina de candidatos a dejar el Gobierno, pero tanto Fernández como el exjefe de Gabinete Santiago Cafiero lo sostuvieron en su lugar. Ratificado por el Presidente, el ministro fue protagonista del anuncio de inversiones más importante de la gestión, a cargo de una empresa australiana, en el marco de la última gira europea de Fernández.