Dionisio Scarpin pasó de la nada a la gloria. Radical de tierra adentro, con aroma a caudillismo, se vio estancado tras dos mandatos y medio en su Avellaneda, en el norte de Santa Fe. Se propuso jugar fuerte, pegar un salto y se sacó la grande al aceptar la propuesta de secundar a Carolina Losada. Desde el 10 de diciembre, será senador nacional por Juntos por el Cambio (JxC).
En diálogo con Letra P, Scarpin reconoce que hay un antes y un después en su carrera política a partir del conflicto de Vicentín, firma que tiene su base en Avellaneda. Por otro lado, le asesta un tiro por elevación a su correligionario Maximiliano Pullaro, al sostener que “no es momento de hablar de candidaturas a gobernador”.
-¿Estaba a la espera de esta chance?
-Sí, de crecer, porque soy una persona a la que no le gusta estar sentada en un sillón de por vida. Me gusta buscar nuevos objetivos y desde fines del año pasado hasta ahora intentamos tener algún protagonismo provincial. Gracias a Dios surgió la oferta de estar junto a Carolina.
-¿Hay un antes y un después en su carrera a partir del conflicto de Vicentin?
-Sin duda. Cuando hace una carrera política, uno va creciendo de a poco. Especialmente en una provincia tan extensa como Santa Fe, con dos ciudades como Rosario y Santa Fe, a todo político le cuesta crecer. Más allá de que venía haciendo una muy buena gestión, que era conocido, que fui presidente del foro de intendentes de la UCR durante cinco años, lo que me permitió recorrer y tener visibilidad en varias localidades, el conflicto de Vicentin, al tener alcance nacional, me hizo conocido. Son los factores por los cuales miraron mi figura para componer esta lista.
-¿La UCR se convirtió en dueña de JxC?
-No, sería malo que fuera la dueña. Ya vimos otros procesos donde hubo partidos que quisieron ser dueños. La UCR ha crecido muchísimo en este último año y lo más sano que le puede pasar a JxC es equilibrar las fuerzas dentro de la coalición. Se viene un nuevo proceso. Para que JxC sea protagonista, hay que tener equilibrios y ese equilibrio exige madurez, mucho diálogo y muchos consejos.
-El radical Pullaro ya dice que va a ser candidato a gobernador. ¿Condiciona al resto de la coalición?
-No es momento de hablar de candidaturas a gobernador, sino de ver cómo articulamos el diálogo y el consenso entre todos los sectores opositores al peronismo en la provincia. Es el momento de construir hacia adelante, de tener los pies sobre la tierra y saber que los ciudadanos santafesinos nos van a exigir eso. Las candidaturas se van a ir posicionando para el año que viene, pero ahora es momento de construir y dialogar entre todos los partidos de la oposición. Si cada uno lanza su candidatura, no digo que se frene esa posibilidad de diálogo, pero va a ser más difícil.
-¿Cuánto de casualidad y cuánto no tiene la foto que se sacó con el intendente de Rosario, Pablo Javkin?
-Surgió de una reunión que estaba programada desde la semana anterior, donde, aprovechando mi viaje a Rosario, le pedí hablar de algunos temas que le importan a esa ciudad, en los cuales podemos trabajar juntos. Tenemos que trabajar juntos por la problemática de Rosario y no podemos dejar de hablar de política un día después de una elección, eso está totalmente claro.
-¿Javkin debería integrar una coalición opositora en Santa Fe?
-Sí, lo ideal es que estemos todos. Muchos venimos mirando las experiencias que hay en Corrientes, Jujuy, Mendoza, donde hay mucho más que dos partidos. Esas coaliciones han llamado y convocado a todos y han demostrado que es posible gobernar de esa manera. Eso necesita mucho diálogo, mucho consenso y lleva meses, no se logra de un día para el otro.
-¿El socialismo va a ser el más difícil de convencer de estar en esa mesa?
-Es probable, pero lo que hay que saber es que estamos en un momento diferente a enero, cuando se intentó ese frente de frentes. Recordemos los diálogos en ese momento entre Pablo, Emilio Jatón, el radicalismo, el socialismo... Hay que entender primero que Miguel Lifschitz todavía estaba con nosotros y que la elección cambió absolutamente todo respecto a eso. Hoy ningún partido político tiene líderes naturales. Eso nos exige construir de abajo hacia arriba, empezar a dialogar entre los diferentes partidos. Obviamente, que cada uno vaya conformando una idea de posicionamiento, pero, sobre todas las cosas, saber que, para lograr ser gobierno, tenemos que estar juntos.