Desde el destino que tendrá el abordaje próximo de expedientes de alto voltaje en el Concejo hasta el posicionamiento de figuras y espacios de cara a 2023. Eso y más se pone en juego este domingo en la arena política marplatense. La foto de las PASO deja ocho bancas para Juntos y cuatro para el Frente de Todos (FdT) en el deliberativo. De repetir esa performance, el intendente Guillermo Montenegro engrosará el interbloque Juntos con dos bancas, llegará a 11 escaños y tendrá más espalda para empujar proyectos del Ejecutivo.
No obstante, no tendrá mucho margen de negociación. Del otro lado estarán el FdT, el bloque CREAR Juntos con dos exsocios en modo oposición hardcore y Acción Marplatense (AM), que, de reiterar la pésima elección de las PASO (3,5%), quedará con su bancada de dos y con peligro de extinción en el recinto en 2023. En el pultismo, la comuna exploraría apoyos como el logrado para patear, después de la elección, un debate presupuestario donde la oposición huele una fuerte suba de tasas. Voces del oficialismo también marcaron que “urge” una resolución del pliego de transporte y que están trabajando en modificaciones en busca de abrocharlo con la nueva composición deliberativa. Los cortocircuitos del frustrado pliego auguran nuevas olas.
Amén de la operatividad deliberativa, en el municipio también aluden a una fisonomía política del bloque más representativa del paladar del intendente, donde no hablan de “ismos” pero sí de delinear un armado más puro, algo sobre lo que puntualizaron a Letra P a inicios de año y ratificaron con mayor énfasis luego de las fugas de Alejandro Carrancio y Nicolás Lauría que la bancada oficial sufrió en el trascurso de 2021. A los tres miembros del bloque Vamos Juntos –el más encuadrado al esquema amarillo dentro del interbloque Juntos–, se sumarían dos figuras del PRO puro: Fernando Muro y Florencia Ranellucci. En el Senado provincial, lograría ingresar a su primer alfil, su actual coordinador de gabinete, Alejandro Rabinovich.
En tanto, las bancadas societarias de la Coalición Cívica (con dos escaños) y la UCR (con cuatro) sostendrían su volumen. A pesar de confrontar en la seccional, la unidad en la boleta local marca un clima de acuerdos –foto conjunta de cierre mediante– que registra a lilitos en el Ejecutivo (además de sus dos concejalas) y radicales al timón del Concejo.
Con la partida de Ariel Martínez Bordaisco al Senado, se abre el interrogante sobre quién lo sucederá al frente del deliberativo. Voces del ala amarilla evitan definiciones, pero recalcan la “generosidad” de Montenegro con sus socios. En la tropa radical, Bordaisco también evitó pronunciamiento de nombres, aunque sí de género. “Que sea mujer. Es bueno que haya una impronta femenina en los deliberativos”, dijo a Letra P. Esa voluntad del hombre de confianza del titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, abre lecturas: entre los nombres en danza, uno de los que suena es el de la exconsejera de la Magistratura Marina Sánchez Herrero, esposa de Abad.
Por lo pronto, hay otra concejala en Juntos que no se tacha: “Es una posibilidad más”, dijo Angélica González (CC) a Letra P sobre la presidencia del Concejo post-10D. González fue una de las ediles que estuvo presente en la visita de Mauricio Macri a la ciudad. “Siempre aporta”, ponderó, aunque admitió que “fue una presencia muy privada”. Ella difundió en sus redes la visita. No hizo lo mismo Montenegro, que sí eligió mostrar actividades con Larreta, Santilli y Manes.
El intendente es reacio a pegarse al expresidente. Su viaje a Dolores para apoyarlo tuvo una difusión de vuelo bajo y retaceo de imágenes. Y la escuálida convocatoria frente al palacio municipal dolorense –que evidenció una cuasi nula movilización de distritos vecinos– enfocó en el mandatario del municipio más voluminoso de la región algunos dardos de voces amarillas.
Montenegro busca mostrarse como el referente amarillo en la Quinta y, orientado por las mediciones, moldea un perfil cada vez más contestatario hacia el Gobierno. En nacionalizar la campaña local y excavar en el voto castigo sobre un territorio de larga tradición antiperonista está la clave para traccionar una boleta local encabezada por el secretario de Producción municipal, Fernando Muro, dirigente con escaso nivel de conocimiento.
Cinco bancas
En el Frente de Todos, confían en “un resultado distinto” a los 27 puntos de las PASO. Lo ven como “un buen piso para crecer”. La meta inmediata de ese crecimiento es que la boleta liderada por la actual concejala Virginia Sívori llegue al 33,5%, que significaría meter cinco bancas y sostener el bloque de diez miembros que definen como “soldado” y “homogéneo” al momento de “plantarse” frente a proyectos y temas de espesor como los recientes relativos al transporte, seguridad y fondo turístico.
Bajo ese cuadro, apuntan a consolidar un núcleo duro de votantes como base para engrosar en el tránsito a 2023, cuando el espacio, que tiene a la titular de ANSES, Fernanda Raverta, como principal referente, vaya por la intendencia local.
En ese esquema, la agenda del trabajo fue la que predominó en el segundo tramo de la campaña. Con foco en la reactivación post pandemia, se acentuaron las acciones con las seccionales marplatenses de las tres centrales que vienen articulando en sintonía en el marco del FdT local, incluso con dirigentes dentro de la lista.
En términos políticos, voces del armado marplatense del FdT detallaron que luego de las Primarias fueron en busca de aquellas listas de ascendencia peronista que jugaron por fuera en las PASO y no llegaron al piso para las generales. Algunos de esos espacios se acoplaron y participaron de actos como el realizado semanas atrás en el camping de Smata. En tanto, minimizan las tensiones persistentes con el sector referenciado con el director del Correo Argentino Rodolfo Manino Iriart, y la conducción del PJ local que ya avisó que ya reservó número y color para la interna partidaria pautada para diciembre.
Por fuera de esas particularidades, aseguran que la construcción frentista contiene un abanico heterogéneo de sectores bajo la premisa de buscar conducir la comuna en dos años. Desde ese plano, focalizan en la necesidad de afianzar un peronismo local con impronta de liderazgo y que deje de ser una fuerza que, por el historial de reveces electorales en Mar del Plata, solo aspire a secundar propuestas.
En lo territorial, el armado de Todos aceitó redes gremiales y barriales para un despliegue casa por casa, con una capilaridad acentuada en las zonas donde se registró un mayor número de ausentismo, el cual –analizan- fue transversal a diversos perfiles de electores.
Del abanico heterogéneo de razones de quienes no acudieron a las urnas en septiembre posaron la lupa sobre el segmento afín a las propuestas peronistas pero que, en esta rueda electoral, exhibe malestar ante el escenario económico. Le dan asidero a esos enojos, pero, más allá de esto, estiman que la posibilidad de un resurgimiento de la derecha de cara a 2023 activará al votante de clase trabajadora y lo reencausará a la propuesta de Todos.