LA ECONOMÍA Y LAS URNAS

Votar con dolor de bolsillo: los sectores indomables de la inflación de Todos

La indumentaria, al tope de los aumentos acumulados desde que asumió Fernández. Asado VIP, congelamiento tardío de medicamentos y subsidiados que no perdonan.

La inflación se convirtió en un verdadero dolor de bolsillo que el gobierno de Alberto Fernández, en casi dos años, no supo resolver. Mientras el discurso oficial resalta que los salarios le ganan a los precios -obviando que, según el Indec, las remuneraciones informales pierden por casi 20 puntos- los sectores con menos regulaciones aumentan por encima de la media y desarman cualquier intento de contención. La indumentaria, los medicamentos, la carne y los equipos electrónicos suben sin freno desde diciembre de 2019.

 

Con cada dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC), Twitter se llena de descontentos que marcan cómo sube la indumentaria. Uno de los rubros más favorecidos por el Gobierno, que limitó importaciones para impulsar la fabricación local y alentó las compras con Ahora 12, muestra, según el Indec, una escalada de precios muy por encima de la media. Si el IPC acumula un 90,8% entre diciembre de 2019 y octubre de 2021, la ropa trepa 152% (67% más que el promedio) y el calzado, 125,4 por ciento. En el sector, atribuyen el alza a la suba de las materias primas importadas. Es un mal que afecta a toda la industria en distintas proporciones, en un contexto de inflación global y costos logísticos por las nubes. Con todo, ningún sector subió tanto los precios. En plena temporada alta, Prendas de Vestir y Calzado escaló 3,9% en agosto, 6,7% en septiembre y 5,8% el mes pasado. La variación interanual, a octubre, fue de 64,8%, casi 13 puntos por encima del índice general.

 

Otro sector que disfruta del "comercio administrado" y de los planes de cuotas subsidiados por el Estado es el de fabricación de electrodomésticos y electrónica. Los equipos de TV, audio y computación subieron 123,3% entre diciembre de 2019 y octubre, según el Indec. Superaron el Índice general en casi 30 puntos. En octubre, la suba fue del 4,7% mensual. A la fabricación local, dominada por insumos y piezas del exterior, se agregan productos importados que muchas veces ajustan en función de costos de reposición dominados por brecha y expectativas de devaluación.

 

Sin embargo, el principal problema está en el consumo básico. Los medicamentos suben un 95% desde diciembre de 2019 y aumentaron en octubre 63,3% anual y 4,5% mensual en el Gran Buenos Aires, según el Indec. El acuerdo entre la Secretaría de Comercio Interior y los laboratorios para frenar los precios de los fármacos de prescripción médica fue retroactivo al 1 de noviembre. Lo pasado, pisado. 

 

Algo similar ocurrió con los alimentos que subieron más allá de los controles en supermercados. El Gobierno decidió frenar las exportaciones de carne a mitad de año para contener precios que ya venían lanzados. El kilo de asado aumentó 134,2 por ciento entre diciembre de 2019 y octubre y, después de un trimestre estable, trepó 1,8% mensual el mes pasado. Los lácteos y huevos, que dieron un salto importante en septiembre (la leche, 9%) vienen aumentando por debajo de la media: 72,8% acumulado.

 

La inflación profundiza la brecha entre el sector formal y el informal de las capas populares. En septiembre, según el Indec, los salarios formales crecieron 4,7% y le ganaron a la inflación del 3,5%. Pero los sueldos de trabajadores no registrados se movieron apenas 0,8%. El Presidente y los ministros destacan que los sueldos les ganan a la inflación porque el promedio de suba da 4% mensual y 38,3% en nueve meses, pero el tercio del empleo que se mueve lejos de la protección laboral y las paritarias recibe salarios que perdieron por mucho contra los precios. El salario no registrado, en septiembre crecía 33,8% anual y 20,5% en nueve meses.

 

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