DOLORES (Enviado especial) Un puñado de incondicionales políticos, algunos militantes de Juntos y un grupo reducido de vecinos curiosos rodearon esta mañana la llegada del expresidente Mauricio Macri a Dolores, adonde viajó para prestar declaración indagatoria en la causa que investiga el espionaje ilegal a familiares del buque ARA San Juan.
El calor intenso, las banderas argentinas y el verde de las remeras de los únicos militantes identificados con el intendente anfitrión, el radical devenido lilito y finalmente alineado con el PRO Camilo Etchevarren, le dan marco a la jornada desde temprano.
La única épica amarilla la aporta un hombre con un bombo. “Menos mal que existe la grieta, sino pareciera que somos todos como estos hijos de puta”, se puede leer en su remera.
Los organizadores de la jornada de respaldo al expresidente montaron un escenario, con parlantes, micrófonos y banderas argentinas sobre un desvencijado acoplado, al que se espera que suba Macri a hablar después del mediodía y antes de comparecer antes de comparecer ante el juez Martín Bava.
Uno de los primeros en llegar fue el intendente de Lanús y jefe de campaña de Juntos, Néstor Grindetti, quien se encuentra reunido con su par de Dolores desde temprano. El presidente del PRO, Jorge Macri, fue el que anticipó la llegada de su primo Mauricio. De hecho, llegó en la misma comitiva de autos apenas un minuto antes. Ambos ingresaron cerca de las 10.15 al palacio Municipal ubicado en la Plaza Castelli de esta localidad, a metros del edificio de justicia donde el magistrado espera a egresado del Cardenal Newman.
Macri está reunido en el edificio municipal. Afuera comenzó a sonar el único bombo presente. La plaza central se cerró por completo, en un amplio operativo policial y de tránsito, atípico para un distrito de 25 mil habitantes.
Algunas de las figuras políticas presentes son los exministros Guillermo Dietrich y Jorge Triaca, además de legisladores como Adrián Urreli, Daniel Lipovetzky y Juan Pablo Allan, que llegó en una combi con unas 15 personas desde La Plata. En paralelo, desde Lanús también sumaron una comitiva de respaldo.
Lombardi fue el primero en subir al escenario y tomar el micrófono para avisar que Macri hablará en algunos minutos. "En 10 minutos lo tenemos a Mauricio", dijo y alentó a cantar "Mauricio no se toca", con lo que los militantes de acercaron y comenzaron a ovacionar al exfuncionario. Alentado por el tumulto con el que capitalizan mejor la grieta, Lombardi aseguró que "pacíficamente, con mucha celeridad y mucho respeto al que piensa distinto venimos a dexir que hay persecución política".