ELECCIONES 2021

Fernández pide la pelota y vuelve a la campaña: calle, precios y espanto 2023

Volvió a encabezar una reunión de todas las líneas del FdT después de cinco meses. Apeló al fantasma del regreso del macrismo para rogar por la unidad.

Cinco semanas después del terremoto que generó el resultado de las primarias, Alberto Fernández volvió a encabezar una reunión política del Frente de Todos (FdT) que incluyó integrantes de los gabinetes nacional y bonaerense, al gobernador Axel Kicillof, a Sergio Massa y a Máximo Kirchner, llamó a “dar vuelta la elección” en la provincia de Buenos Aires y puso el foco en la unidad, con la amenaza del posible retorno del macrismo en 2023.

 

“Vamos a seguir gobernando la Argentina porque la sociedad no nos va a perdonar que vuelva el macrismo”, dijo Fernández este viernes en el quincho de Olivos. Fue el primer encuentro político de peso sustancial en el FdT después de la derrota de las PASO, los cambios de gabinete, el cuasiquiebre con el cristinismo y el reacomodamiento de roles, desconfianzas y recelos incluidos.

 

Sin mencionar ningún episodio en particular, Fernández no soslayó las diferencias y envió un mensaje pacificador: llamó a “recuperar la diversidad” del Frente de Todos, una idea que se interpretó entre los presentes como un pedido a mantener la amplitud de pensamiento, pero bajando el nivel de confrontación interna. “Todas las voces son importantes, no tenemos que cerrarnos”, apuntó un funcionario de primera línea que también estuvo en Olivos. “Alberto dijo que los matices enriquecen, pero que lo importante es no olvidar que tenemos los mismos objetivos y preocupaciones”, le contó otro de los participantes del encuentro a Letra P.  

 

Más allá de la próxima elección, la amenaza de la vuelta del macrismo en 2023 es la preocupación principal del oficialismo. Por eso, si bien el eje de la charla política fue la recuperación de votos de cara al 14 de noviembre, la próxima disputa presidencial también fue tema de conversación.

 

Fernández y otros oradores hablaron sobre “el día después” y la necesidad imperiosa de sostener la unidad, aún si el resultado de las elecciones no fuera el esperado. “El trabajo que se está haciendo y las medidas económicas que se tomaron no son solamente pensando en el 14 de noviembre. Nos quedan dos años más de gobierno. Tenemos que reconectar el contrato social de 2019, con el eje en el trabajo y la producción”, dicen cerca del Presidente.

 

El encuentro tuvo casi 40 comensales, entre funcionarios nacionales, de la provincia de Buenos Aires e intendentes de la Primera y la Tercera secciones electorales. A todos, el Presidente les pidió que salgan al territorio a buscar los votos para dar vuelta la elección. “Ya sabemos lo que la gente necesita y le hace falta. Tenemos el diagnóstico adecuado. De nosotros depende que ganemos”, dijo.

 

El diagnóstico incluyó dos ejes centrales: la preocupación por el control de precios y la seguridad en el conurbano bonaerense. El Presidente y el resto de los participantes relataron las inquietudes como los reclamos principales que recogen en sus recorridas.

 

En el primer punto, los gobiernos nacional, provincial y municipales acordaron reforzar los controles del congelamiento de precios en el territorio y mostrar cercanía con la población en el tema que más afecta al electorado. En cuanto a la seguridad, se destacó la decisión de la Casa Rosada de desplegar seis mil agentes federales en el conurbano bonaerense, en conjunto con el avance del plan que se definió en 2020, tras la protesta policial. De la reunión participó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.No estuvo su contraparte bonaerense, Sergio Berni, en tensión con el Presidente y otros integrantes del FdT, como Máximo Kirchner y los intendentes. Nadie lo mencionó.

 

La decisión del oficialismo es enfocar toda su capacidad en el territorio para salir a buscar al electorado que no fue a votar en las PASO. Massa fue uno de los que planteó, con los números en la mano, que la elección “todavía está abierta” y que depende de “la capacidad para ir a buscar, con un mensaje claro, a aquellos que no fueron a votar, votaron por fuerzas menores o en blanco”. En el FdT sobrevuela la idea de que la elección no está perdida y que es posible dar vuelta el resultado en territorio bonaerense.

 

El Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el canciller Santiago Cafiero; los ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; del Interior, Eduardo de Pedro; de Seguridad, Aníbal Fernández; de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y de Transporte, Alexis Guerrera; el secretario general, Julio Vitobello; el secretario de Hábitat, Santiago Maggiotti; la titular de Aysa, Malena Galmarini; el administrador general de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta; Massa y Kirchner.

 

Por la provincia de Buenos Aires estuvieron Kicillof - que participó de manera virtual, desde Mar Chiquita, y se mostró “muy activo”-, el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos; Leonardo Nardini, y el titular de Vialidad provincial, Hernán Yzurieta.

 

Participaron, también, intendentes del conurbano bonaerense como Federico Achával (Pilar), Mayra Mendoza (Quilmes), Alejandro Granados (Ezeiza), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Mariel Fernández (Moreno), Andrés Watson (Florencio Varela), Ariel Sujarchuk (Escobar), Mario Secco (Ensenada), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Fabián Cagliardi (Berisso), Luis Andreotti (San Fernando), Julio Zamora (Tigre), Blanca Cantero (Presidente Perón), Juan José Mussi (Berazategui), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes) y Javier Osuna (Las Heras).

 

Entre los oradores estuvieron Fernández, Katopodis, De Pedro, Zabaleta, Manzur, Ferraresi, Kicillof, Álvarez Rodríguez, Massa, Insaurralde, Granados y Descalzo.

 

La última vez que el Presidente había encabezado una reunión política con todo el arco del FdT fue el martes 14 de septiembre, en Almirante Brown, cuando después de la derrota de las PASO compartió un asado con intendentes, Massa, Kirchner, De Pedro, Cafiero, Matías Kulfas y Katopodis, entre otros. El cristinismo reclamaba entonces por lo bajo cambios en el gabinete mientras Fernández resistía. Un día después, la Casa Rosada se sacudió con la ola de renuncias de funcionarios encabezados por De Pedro, que derivó en crisis y recambio. Después de barajar y dar de nuevo, con la campaña avanzada, las partes volvieron a juntarse este viernes.

 

Victoria Villarruel. 
Victoria Villarruel.

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