La puja de Córdoba con el Gobierno por los biocombustibles sigue en vilo. La provincia tomó a este sector como estandarte y levantó la bandera bien alto para que se vea desde la Casa Rosada. No es una decisión al azar. La gestión del gobernador Juan Schiaretti tiene por qué patalear. La Docta es la mayor productora de maíz del país y parte de esos granos se quedan en la provincia para transformarlos en bioetanol.
La ley, que se aprobó en julio, afectó a la provincia mediterránea porque dispuso una disminución del corte en el gasoil para el biodiésel del 10% al 5% y fijó que la producción de bioetanol a base de maíz solo puede representar un 6%. El punto que más complicó a las empresas cordobesas es que se le dio la potestad a la Secretaría de Energía de reducir ese mínimo al 3 % si así lo considerara.
De esta manera, Córdoba y las grandes compañías fabricantes de biocombustibles pusieron el grito en el cielo y el reclamo llegó, a medias. Este martes, el Ejecutivo reglamentó parte de la ley y suspendió la potestad para reducir el corte de forma temporal, a la espera de la reglamentación definitiva. Con el inicio de ese compás de espera, el lobby cordobés ya comenzó y se abrió el diálogo para que este punto quede efectivo.
«La reglamentación temporal es a todas luces electoral»
“La reglamentación temporal es a todas luces electoral”, sostuvo el ministro de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, Eduardo Accastello, a Letra P. Además, agregó que si se respetaba el espíritu de la ley original, no hubiese hecho falta. Y enfatizó: “La ley es una involución”.
Referentes de la industria destacaron que, dentro de lo desfavorable de la ley, la reglamentación tiene un punto positivo al dejar fijo el corte en el 6%. Sin embargo, remarcaron que es una desventaja que el precio del bioetanol se actualice con el valor del litro de nafta.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) juega un rol importante en la defensa de los biocombustibles y manifestó preocupación por la situación actual que atraviesa el sector. Además, el presidente de la entidad, Juan Carlos Martínez, destacó a este medio que también hay alerta por el proyecto de ley de movilidad sustentable, ya que no contiene a los biocombustibles.
Los principales actores mueven fichas y piensan en el escenario posterior a las elecciones del 14 de noviembre. “Muchos políticos ya trabajan en una nueva ley por si se reconfiguran los números en el Congreso”, dejaron deslizar desde la tierra del fernet.
En Córdoba, la apuesta más fuerte es el maíz, donde concentra la mayor producción de bioetanol como reemplazante de la nafta. Además de sumar valor agregado a los granos, su uso permite una disminución en la emisión de gases de efecto invernadero.
Según datos del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, en agosto, Córdoba lideró la producción de bioetanol con 37.948 metros cúbicos.
Córdoba cuenta con cuatro plantas de bioetanol que representan casi el 40 % de la producción nacional: Pro Maíz, ACABio, Maíz Energía y Bioetanol Río Cuarto. Los grandes jugadores detrás de estas plantas son ACA, AGD en fusión con Bunge y la unión de Porta Hnos, Óleos del Centro, Establecimiento Las Chilcas y Agropecuaria Los Mistoles. Para esta campaña 21/22, la Bolsa de Cereales de Córdoba estima cerca de 26 millones de toneladas de maíz, pero el consumo para etanol representaría solo 1,5 millones de toneladas. Sin embargo, es una producción que supera la demanda del consumo interno cordobés.
Respuesta a las políticas de promoción
La provincia mantiene una fuerte defensa del sector que da empleo a casi cinco mil personas y mostró una posición proactiva para paliar el impacto de la nueva ley. En este sentido, apunta a aumentar la exportación y el consumo interno de biocombustibles.
Accastello adelantó que trabajan en "el quinto surtidor" en las estaciones de servicios y en incentivos para el autoconsumo. Por otra parte, buscan mercados para insertar la producción de biocombustibles cordobeses.