LA GUERRA DE LOS PRECIOS

Más regulación y fiscalización por barrios, el plan de Feletti para domar los precios

El nuevo secretario de Comercio Interior avanzará con controles estrictos para bajar el costo de la canasta básica. Sorpresa en el sector empresario.

La llegada de Roberto Feletti a la Secretaría de Comercio Interior tomó a las empresas por sorpresa. Leían, claro, sobre los rumores sobre la salida de Paula Español de ese despacho, pero la exsecretaria mantuvo reuniones de trabajo con grandes firmas de consumo masivo y supermercados hasta la noche del jueves para renovar el acuerdo de precios para vender cortes de carne más baratos en supermercados. Por televisión, se enteraron de los primeros lineamientos de gestión del economista: más regulaciones, mayor control de precios y fiscalización por barrios para intentar domar la inflación

 

"Yo creo que en los controles y en los controles de los monopolios", aseguró el nuevo secretario. Los supermercados celebraron esta creencia dado que están convencidos de que un puñado de fábricas de productos de consumo masivo fijan los precios, que las grandes tiendas de retail están híper controladas y que la inflación de los productos de la canasta básica se filtra por los almacenes de barrio, en donde la fiscalización es casi imposible.

 

Carrefour, Coto, Cencosud, La Anónima, Chango Más (ex Walmart), Libertad y, algunas firmas más, agrupan un cuarto de las ventas de bienes de consumo y apuntan a Molinos, Arcor, Unilever, La Serenísima, Quilmes, CCU, Fargo, Procter & Gamble, entre otras. "Mientras los controles no sean arbitrarios, no nos asustan", dijeron en el sector. La concentración, machaca el supermercadismo, no está en los dueños de las góndolas sino en quienes las abastecen y en los fabricantes de aluminio, cartón corrugado y otros insumos.

 

Para Feletti, sin embargo, la concentración también involucra al supermercadismo. Columnista de El Destape, el ahora secretario escribía en abril, cuando la inflación no bajaba del 4% mensual y la carne subía sin freno: "El mercado de alimentos monopólico en la producción y la comercialización impone precios al consumo apoyándose en dos factores: la demanda rígida de los bienes -porque no comer no es una opción- y que el Estado deberá cubrir la insuficiencia de ingresos populares para evitar el hambre y la conmoción social resultante". Y agregó: "Una de las primeras propuestas para el shock redistributivo es instalar regulaciones sobre el mercado de alimentos. No hay mercado interno potente sin alimentos y energía regulados".

 

"Creo que hay que convocar a empresarios, a productores y comercializadores y hacer un acuerdo racional donde se respeten los márgenes de ganancia, donde se respete la posibilidad de expandir la producción y el consumo“, confirmó Feletti en declaraciones al canal C5N. "Ojalá revisen nuestras ganancias, seguro nos tiran unos pesos", replicó, desde el exterior, el ejecutivo de una multinacional con fuerte presencia en las góndolas argentinas. De hecho, las empresas de consumo masivo mostraron ganancias en 2020 después de cuatro años de caída libre. Si para el Gobierno las firmas aprovecharon para recuperar márgenes de ganancia, las firmas replican que las utilidades, en dólares, siguen siendo exiguas.

 

Feletti envió otra señal a las alimenticias: "Al ciudadano no le dan ni el derecho al etiquetado frontal para que pueda conocer el producto que está comprando, eso no es menor", dijo al pasar. Copal, la coordinadora de fábricas de alimentos, es la principal opositora al proyecto de ley que espera por la media sanción de Diputados.

 

El diálogo entre la Secretaría de Comercio y las empresas transitará por estos canales, mientras Defensa de la Competencia investiga a distintos proveedores de insumo por supuesta posición dominante, en medio de un alza generalizada de commodities a escala global que enturbia el análisis y las expectativas.

 

En el Gobierno entienden que Español cumplió un ciclo, que venía trastabillando en los últimos meses y que Feletti dará una nueva dinámica, pero en una línea similar. En términos futboleros, un cambio de DT para jugar a algo parecido, aunque quizás con algunos controles más. "Hay que tratar de recuperar ese legado del peronismo en el que el pueblo comía más o menos lo que quería y lo comía en su casa", dijo Feletti. "Es muy difícil en este momento, pero bajar el peso de la canasta alimentaria en el promedio de los ingresos populares es un desafío que tiene que ser", añadió.

 

Asimismo, el exviceministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner marcó el terreno de la futura convocatoria a las empresas: "No me parece que se pueda iniciar un diálogo con el empresariado si ellos se victimizan como tales. Si empezamos con pierdo plata, el gasto público, los políticos... acá hay una sola víctima, que es el pueblo argentino", enfatizó.

 

También anticipó una fiscalización coordinada con intendentes e intendentas en comercios de cercanía, donde los controles de precios de Paula Español tenían más flaquezas. La vigilancia municipal fracasó durante los meses de aislamiento, en los que los precios de los supermercados permanecieron invariables mientras aumentaban en autoservicios, carnicerías y verdulerías. Todavía carretea "Súper cerca", el programa de productos con precios impresos desde la fábrica que Español y las empresas de consumo acordaron para abastecer a comercios de cercanía.

 

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