El 2020 fue un año fructífero para la senadora nacional por Santa Fe María de los Ángeles Sacnún (51). Como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales lideró el prime time en el Senado con discusiones de alto voltaje por la reforma judicial, logró el dictamen en comisiones y su aprobación y se convirtió en la voz de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner contra el lawfare. Pero el año aún le reservaba algunas semanas más de fuerte exposición con el debate de la ley IVE. La santafesina, oriunda de Firmat, exprimió el año que pasó hasta el último día y se posicionó firme en la línea de largada para la carrera que se viene: la renovación de las dos bancas que el PJ local tiene en la Cámara alta del Congreso.
En su escritorio, Marilin, como le dicen desde la época en la que militaba en el centro de estudiantes de su escuela secundaria, tiene una foto abrazada con la expresidenta. La admira, tiene un look parecido y cuando habla articula, entona y mantiene una cadencia muy similar. Apenas llegó al Senado, juró “por Néstor” (Kirchner), se sumó al grupo de mujeres del bloque Unidad Ciudadana que responde a CFK en una estrategia para amplificar la federalización de nuevos dirigentes y empezó a construir su grupo de contención. En tren de confesiones, siente que esa pertenencia al núcleo duro del poder nacional es lo que la puede llegar a posicionar primera si la fórmula que sale desde el peronismo santafesino para el Senado la incluye junto a la mano derecha del gobernador Omar Perotti, Roberto Mirabella, que hoy ocupa la banca que dejó el rafaelino cuando quedó a cargo de la Casa Gris.
Sacnún avanzó en su carrera política con salto en largo. Fue concejala de Firmat y al poco tiempo mostró que la tarea legislativa le gustaba pero que su deseo profundo era liderar una administración. Compitió por la intendencia de esa ciudad arropada por La Cámpora y si bien perdió, la experiencia le permitió hacer pie en el movimiento kirchnerista en Santa Fe y le valió compartir la lista con Perotti para llegar al Senado de la Nación en 2015.
A fines de 2018, volvió a coquetear con la idea de gobernar, pero esta vez quería la provincia. Amagó con patear al arco hasta que Cristina Fernández dio la orden de amalgamar para ganar. La directiva fue evitar la dispersión del voto peronista y las precandidaturas de Marcos Cleri, Leandro Busatto y Sacnún por Unidad Ciudadana quedaron frizadas. Entonces, el pelotazo se convirtió en pase y apoyo a Perotti para priorizar el camino de la unidad en Santa Fe que, finalmente, llevó al peronismo a recuperar la provincia después de 12 años de administración socialista.
Expeditiva para interpretar la coyuntura, desde entonces no bajó el perfil y durante 2020 se apropió de dos temas centrales de la agenda legislativa nacional sin descuidar la localía. Buscó bajar los temas nacionales a la provincia, se convirtió en la referente nacional de Casa Patria, la filial santafesina que el Instituto Patria tiene en la ciudad de Rosario, y, durante todo el año, organizó reuniones con ministros y ministras de distintas áreas para plantear contenidos con un interés estratégico para Santa Fe como hábitat y biocombustibles. Defendió la intervención de Vicentin anunciada por el presidente Alberto Fernández y apeló a sus herramientas como mediadora para argumentar el surfeo en consonancia con Perotti cuando el timón cambió sobre la estrategia para el gigante agroexportador.
Todo ese trabajo fino fue con la mira puesta en octubre próximo, cuando el Senado renueve un tercio de su composición y Santa Fe se convierta en una de las ocho provincias que elijan a sus representantes. El Frente de Todos pone en juego 15 de sus 41 bancas y CFK va a tener predomino en el armado de la estructura electoral. En ese escenario, Sacnún entiende que, para la vicepresidenta, Santa Fe es un distrito electoral de una importancia superlativa y que ella le puede garantizar confianza y fidelidad si renueva su banca. Pero, también, que entre los candidatos posibles habrá que definir perfiles y liderazgos. El camino hasta desarrollar peso específico propio es largo y el trabajo territorial será intenso. A pesar de haber manejado temas de agenda a diario, los meses de pandemia y cuarentena bloquearon el despliegue geográfico y para quedarse con la banca tiene que asegurar reconocimiento y visibilidad en toda la provincia, algo que tal vez parezca más natural para el candidato que proponga el propio gobernador Perotti. Mientras tanto y por las dudas, ella ya se ubica en la grilla de largada.