El presidente Alberto Fernández amplió el último viernes el temario de las sesiones extraordinarias del Congreso para incorporar el proyecto que propone eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). La avanzada del primer mandatario, luego de la reunión que mantuvo con gobernadores del norte que sumaron presión, condiciona aun más a la dirigencia bonaerense. Lo dicho: parece tener poco sentido una suspensión votada en el Congreso si no se replica en la provincia que concentra el 40% del electorado. El tema debe pasar por ambas cámaras legislativas, una de ellas controlada por Cambiemos. En ese marco, ya arrancaron las rondas de consultas al interior de cada fuerza y entre oficialismo y oposición, y un acuerdo parece aún lejano y lleno de condicionamientos.
“Estamos charlando”. Con esa frase, un integrante del bloque del Frente de Todos en el Senado provincial aludió a las primeras reuniones con el bloque que comanda Roberto Costa para intentar llegar a un acuerdo. Los defensores de la suspensión esgrimen dos argumentos: el sanitario y el económico. De acuerdo al Presupuesto 2021, se destinarán 17.000 millones de pesos a la celebración de los comicios, de los cuales 12.000 millones corresponden a las PASO.
Sin embargo, ambas variables esconden un trasfondo netamente político: la conveniencia del oficialismo ante una oposición atomizada por las internas y sin una conducción clara. Alcanza con contar las múltiples candidaturas y disputas de liderazgo dentro de la alianza amarilla. Para muestra sobran las prematuras postulaciones de siete dirigentes para competir por la gobernación en representación de Juntos por el Cambio.
Si bien en Cambiemos todavía no hay una postura unificada sobre la propuesta, sí analizan algunas variables para negociar con el peronismo llegado el caso. Es decir, no descartan nada. “La decisión final se va a tomar en la mesa de conducción -que integran María Eugenia Vidal, los intendentes del PRO, representantes de la Unión Cívica Radical y de la Coalición Cívica-, pero hoy no estamos para acompañar una modificación. Y, en el caso de hacerlo, debe ser dentro de un paquete de reformas que necesita la provincia de Buenos Aires”, confió a Letra P un diputado que responde a la exgobernadora.
Puntualmente, un sector del vidalismo propone debatir la incorporación de la boleta única y la iniciativa de ficha limpia para evitar que personas condenadas por delitos de corrupción se puedan presentar como candidatos o candidatas a cargos públicos e incluso partidarios. Dos temas que siguen hace tiempo y que podrían capitalizar de forma exitosa durante la campaña.
El tema es seguido con suma atención por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien agita la suspensión, mientras el presidente del bloque de Todos en la cámara, Máximo Kirchner, aún no apoya. Pese a todo, integrantes de la tropa massista bonaerense afirman que aún no recibieron orden alguna de su jefe político, mientras esperan definiciones claras de Calle 6. No obstante, el diputado provincial Pablo Garate plantó el tema al hablar de la necesidad de una modificación parcial: “Debemos discutir este tema y todo el sistema electoral”, dijo a Letra P.
Hasta el momento, Kicillof decidió evadir el tema y dejar que otros gobernadores hablen sobre la agenda electoral. Sin embargo, la modificación de la ley 14.086, reglamentada a través del decreto 332/11, firmado por Daniel Scioli, y luego ajustada por el decreto 267/19, que suscribió Vidal en abril de 2019, ya es tema de agenda informal en la Legislatura.