ELECCIONES 2021

El problemita bonaerense para suspender las PASO

Si cancelaran las primarias nacionales, aún habría 13 millones de personas que deberían votar en Buenos Aires, donde la oposición tiene con qué sostenerlas.

 

La discusión que pusieron sobre la mesa varias autoridades provinciales apunta a la suspensión de las primarias de agosto para la elección de representantes en la Cámara de Diputados, que se eligen en todo el país, y para el Senado, que en 2021 renovará bancas que corresponden a Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. Las mandatarias y los mandatarios provinciales plantean que, dada la crisis del coronavirus, sería conveniente saltear el proceso de primarias para que la ciudadanía concurriera a votar directamente en las elecciones generales, que se celebran en octubre.

 

Como publicó Letra P, en el Gobierno no hay una mirada unánime al respecto. Mientras el presidente Alberto Fernández escucha los argumentos de gobernadores y gobernadoras, el Ministerio del Interior trabaja “bajo el cronograma electoral vigente”, que supone el cierre de padrones en abril y, por ejemplo, la adquisición del material que se utiliza en las elecciones. Ese proceso de compra se iniciará a fin de año. Por otra parte, la excusa de la pandemia quedaría agotada en caso de que, como anunció el Gobierno, entre diciembre y enero comenzara el proceso de vacunación de la población. En cuanto al costo de la elección, la Casa Rosada ya incluyó los 17 mil millones de pesos destinados a la celebración de los comicios de 2021 en el Presupuesto que envió al Congreso. De ese total, 12 mil millones corresponden a las primarias. Por supuesto, esas partidas podrían ser reorientadas a otros destinos.

 

Pero un punto poco explorado de la discusión es qué sucederá con las provincias que tienen su propia ley de primarias, que deberían celebrarse en agosto, salvo que un amplio acuerdo político en cada uno de los distritos habilitara su modificación en las legislaturas provinciales. Eso sucede en Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Mendoza, Salta, San Luis y la Ciudad de Buenos Aires, que también tendrán primarias para dirimir las candidaturas en las categorías provinciales.

 

El caso de la provincia de Buenos Aires es paradigmático. El distrito que gobierna Axel Kicillof representa el 40% del padrón electoral nacional, razón por la cual, si se suspendieran las primarias nacionales, unos 12 millones de bonaerenses igualmente deberían concurrir a votar en agosto para elegir aspirantes a las dos cámaras provinciales y a los concejos deliberantes.

 

En la Casa Rosada, entienden el poco sentido que tendría proponer la suspensión de las elecciones nacionales con la pandemia como argumento mientras más de 13 millones de personas de todas formas concurrirían a las urnas en terreno bonaerense. A ellas se sumarían electores y electoras de Catamarca, Chaco, Mendoza, Salta y la Ciudad. En San Luis, el voto en las primarias no es obligatorio.

 

 

 

En tanto, hay 12 provincias que no tienen ley de primarias (Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán) y otras en las que no se renuevan bancas en las legislaturas provinciales. En esos distritos, las gobernadoras y los gobernadores solo miran la boleta de cargos nacionales y encuentran escollos en las PASO, que suelen ser una herramienta más útil para la oposición a la hora de ordenar candidaturas.

 

En cuanto a la provincia de Buenos Aires, en lo formal, Kicillof elige evadir la discusión que otros gobernadores pusieron sobre la mesa. Sin embargo, si quisiera subirse a la jugada de suprimir las primarias para los cargos provinciales y municipales que van “enganchados” con la elección de orden nacional, el bonaerense debería antes negociarlo con la oposición, porque tendría que modificar la ley 14.086. La norma fue reglamentada a través del decreto 332/11, firmado por Daniel Scioli, y luego ajustada por el decreto 267/19, que suscribió María Eugenia Vidal en abril del año pasado.

 

 

 

Para eliminar las PASO en el orden provincial, Kicillof necesita del visto bueno de la Legislatura, pero el Senado bonaerense hoy está dominado por Juntos por el Cambio y, como han sostenido diversos referentes opositores, la intención de ese sector es que haya primarias, sobre todo para ordenar el espacio político a nivel distrital.

 

Como publicó Letra P, la ley de PASO, que fue sancionada por el Congreso el 2 de diciembre de 2009 después de cinco meses de debate e impulsada por Cristina Fernández de Kirchner, resuelve la selección de candidatos en internas abiertas, pero, también, regula todo lo relativo a las campañas, el financiamiento y la publicidad electoral. Las PASO aportaron, además, una solución al eliminar las listas espejo y las candidaturas múltiples. La vicepresidenta es una gran defensora de la ley. Para suspenderlas, el Congreso debería conseguir una mayoría agravada que hasta el momento no aparece en el horizonte. 

 

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