REPORTAJE | CARLOS HELLER

"El impuesto a las fortunas dependerá de que acepten debatirlo en forma remota"

El autor de la demorada ley desconfía del apoyo de la oposición más dura y da detalles del proyecto, que llegaría junto a cambios en otros impuestos.

Luego de cuatro meses de postergaciones, para Carlos Heller llegó el momento de presentar el proyecto de ley que aplicará un gravamen por única vez a las grandes fortunas del país. El titular del Banco Credicoop y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados prefiere llamarlo "aporte solidario", como acordó con el presidente Alberto Fernández, y avisa que estará destinado a la urbanización de barrios populares, porque son los más afectados por la crisis sanitaria. Asegura que su tratamiento será posible si la oposición acepta incluirlo en la renovación del sistema de sesiones remotas, pero admite que no tiene consenso.

 

BIO. De Villa Domínguez, Entre Ríos. Nació el 17 de octubre de 1945. Hace 15 años preside el Banco Credicoop. Dirigente del Partido Solidario. Militó en la Federación Juvenil Comunista. Exvicepresidente de Boca. Diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires desde 2009.

 

 

-Espero que sí. Las nuestras son decisiones colectivas y los momentos se deciden de ese modo. Pero, por lo que venimos conversando, lo presentaremos en los próximos días. 

 

-¿Existió una posibilidad de que el aporte se extendiera por más tiempo?

 

-Nuestro proyecto no lo considera. Está claramente expresado que es por única vez y que está dirigido a las personas físicas y sucesiones indivisas. Es decir, no tiene alcance a las empresas. Será a partir de una riqueza declarada, que no siempre coincide con la real, de 200 millones de pesos y se va escalonando con distintas alícuotas, desde el 2% al 3,5%.

 

-¿Se demoraron cuatro meses porque esperaban el acuerdo con los bonistas?

 

-Son especulaciones que tienen que ver con cosas que nacen de algún periodista que interpreta y otros que repiten. Son conjeturas que se van haciendo. 

 

-Pero han pasado cuatro meses de inminentes presentaciones.

 

-Lo único que nos ha condicionado son las dificultades del funcionamiento parlamentario en la pandemia, hasta que se acordó un mecanismo. Ese mecanismo tiene una limitación, que tiene que ver con los consensos previos para el tratamiento. Eso constituye un obstáculo para avanzar.

 

 

 

-¿Por qué?

 

-Porque no creemos que este impuesto tenga consenso. Ya lo habríamos presentado hace un par de semanas, pero no lo hicimos por una razón de orden práctico: el Poder Ejecutivo nos pidió que priorizáramos los tres proyectos que aprobamos en la últimas dos sesiones: la moratoria, la ampliación del presupuesto y la ley para los bonistas bajo ley nacional. 

 

-¿Puede asegurar entonces que es el próximo proyecto que presentarán?

 

-Sí, yo entiendo que sí, pero el tratamiento del aporte solidario dependerá de que la oposición acepte o no debatirlo en forma remota, de acuerdo al protocolo que vence esta semana. La primera cuestión es ver en qué condiciones se renueva ese acuerdo. 

 

-¿Habló con la oposición sobre esto?

 

-No, pero hay un acuerdo parlamentario que vence esta semana. Por lo tanto, la primera cuestión es ver en qué condiciones se renueva ese acuerdo. De todos modos, supongamos que no hubiera un acuerdo para que pudiera ir al recinto: eso no nos impediría llevarlo al debate de la comisión de Presupuesto y Hacienda.

 

 

 

-¿Cuál será su alcance?

 

-No puedo especificarlo porque me hará que le saquemos la novedad al proyecto. Sólo le puedo decir que tiene objetivos específicos y todos tienen que ver con las afectaciones de la pandemia. Sí habla de barrios populares. Allí el impacto es gravísimo y, si se destinan fondos para mejorarlos, será una forma de morigerar los efectos de la pandemia. 

 

-¿También incluirá fondos para ampliar las redes de gas natural?

 

-No voy a contarle todo. 

 

 

 

-¿El acuerdo de la deuda impacta en las riquezas que pagarán el impuesto? 

 

-Este impuesto es a las personas ricas, no tiene que ver con las empresas. 

 

-Pero esta renegociación disminuye los riesgos patrimoniales de esos millonarios. 

 

-La discusión es si van a ganar más o menos, pero este aporte es sobre lo que ya ganaron y lo que han declarado que tienen. Ninguno de los alcanzados por este aporte va a ser menos rico después de pagarlo. Estamos hablando de un porcentaje mínimo de su riqueza. Si tienen 200 millones de pesos de patrimonio y tiene que pagar un 2%, le quedan 196 millones de fortuna. No van a ser menos ricos. 

 

 

 

-¿Qué les explicaría a esos contribuyentes?

 

-Que hay que entender que tenemos una situación fiscal gravísima, de un Estado que ha gastado bien lo que no tiene, para atender las urgencias que le generó la pandemia, cuando la Argentina ya estaba en emergencia sin pandemia. En diciembre sancionamos nueve emergencias que eran la resultante de los cuatro años de Mauricio Macri como presidente. Ya teníamos una emergencia de deuda, porque era impagable; una laboral, porque el desempleo crecía; una de pobreza, porque también crecía; una sanitaria, porque los sistemas de salud estaban debilitados; una de ciencia y tecnología, porque le habían sacado los recursos; una social, porque el sistema previsional estaba afectado y una ambiental. Corremos el riesgo de olvidarnos cómo estaba la Argentina hasta el 10 de diciembre. 

 

-¿Entrará una reforma impositiva?

 

-En la reunión que tuvimos con el ministro de Economía, Martín Guzmán, nos dijo que pensaba mandar algunos proyectos vinculados a algunas modificaciones impositivas, pero que no tenían el carácter de una reforma, porque una que sea integral la tenemos que pensar para el año que viene. Requiere, además, un proceso de debate muy profundo que no debería ser producto de apuro. Será sobre temas puntuales que tienden a corregir algunas distorsiones que hoy afectan al funcionamiento de la economía. 

 

 

 

-¿Tiene que ver con una reducción del IVA?

 

-No dio precisiones. Dijo que entraría después con un conjunto de cambios que quiere proponer una vez que terminemos este proceso de renegociación de la deuda.

 

-¿En la última reunión con Guzmán hablaron del nuevo impuesto?

 

-Hablamos infinidad de veces, pero no en esta oportunidad. Cada vez que le preguntaron dijo que le parecía bien y que era necesario. Estuve reunido con él, con el Presidente y con el titular de nuestro bloque, Máximo Kirchner. Hay gente que no entiende que el Presidente nos llame y nos pregunte sobre un proyecto parlamentario, porque hay una idea de hiperpresidencialismo. Me llamó para preguntarme qué pasaba con el proyecto, salió un café y nos reunimos. Lo demás son especulaciones que no tienen nada que ver con la realidad, pero hay algunas que dejamos rodar porque son divertidas. El único problema eran las dificultades parlamentarias. 
 

 

En el centro, Gildo Insfrán, presidente del Congreso del PJ, ladeado por Axel Kicillof, Lucía Corpacci y Juan Manzur. 
El Conicet, blanco de la motosierra libertaria.

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