La producción de la Patagonia trabaja para que se ratifiquen los beneficios de la ley ovina en medio de una fuerte crisis del sector. En bloque, legisladores y legisladoras de toda la región se contactaron con entidades rurales y convocaron a sus representantes en el Congreso para proteger a otra emblemática economía regional. La prórroga, que vence en 2021, comenzó a discutirse en las provincias y se trasladó a los despachos de la administración central. La necesidad de instalar el tema llegó antes a las legislaturas provinciales. El primer paso fue la comunicación entre diputados y diputadas de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz para gestionar algún tipo de beneficio urgente. El que dio el puntapié fue Alejandro Marinao, del FdT rionegrino.
Como publicó Letra P, las nevadas generaron “la tormenta perfecta” para la producción ganadera. Eso escuchó el subsecretario de Ganadería de la Nación, José María Romero, en un encuentro virtual. La furia de productores y productoras de todo el país –que Romero atendió– se originó por la “desaparición de la Dirección de Ovinos” y la caída de precios y mercados nacionales e internacionales “de todas las lanas y de la carne ovina”.
Con ese antecedente, desde el sur buscan que siga vogente la ley 25.422, que sirvió para estabilizar y recomponer el stock y para darle impulso a través de créditos y divisas.
Los objetivos originales de la ley, que buscan ser extendidos y actualizados:
- Aumentar los ingresos netos percibidos por los distintos eslabones de la cadena de valor.
- Desarrollar recursos humanos y organizacionales que permitan un comportamiento competitivo en el mercado global.
- Incrementar el valor agregado localmente.
- Aumentar el volumen y valor de las exportaciones sectoriales.
- Mantener la población rural y generar nuevos empleos.
- Conservar y mejorar los recursos naturales involucrados.
La norma, pensada en el contexto de la crisis institucional de 2001 para la región austral pero que se abrió al país y fue prorrogada diez años más en 2011, debería ser extendida por tercera vez. La necesidad de una nueva prórroga este año surge porque en septiembre comienza a discutirse el presupuesto nacional, con una partida creada (para 2021) y destinada al área específica.
En sus inicios, la legislación se sustentó con aportes de asistencia crediticia a la producción. Después de la primera prórroga, se le anexaron los aportes no reintegrables. Fue un 70% de créditos y un 30% de aportes. Como aliciente a las demandas, la Nación avaló las emergencias decretadas en Neuquén, Río Negro y Chubut, en el marco de los temporales.
HISTORIA. Los productores y las productoras de Río Negro recuerdan la explosión del complejo volcánico Cordón Caulle-Puyehue, en 2011, donde sólo quedó en pie el 10% del ganado. Aquellos días parecían el final de la actividad, pero la decisión del Gobierno fue repoblar la zona más postergada por el clima, el tiempo y la política.
En diálogo con Letra P, el representante de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y coordinador de la mesa nacional ovina, Daniel Lavayén, advirtió la necesidad de que se extienda la vigencia de la ley. Básicamente, la propuesta que pide actualizarse es el plan Prolana (mejora la calidad), un programa de carne, pastizales y un protocolo de bienestar animal con exigencias internacionales, tanto para la faena como para la lana. “Es importante que seamos escuchados; los productores necesitan que se prorrogue la ley”, ratificó Lavayén.
Los valores de la lana también impactaron. La crisis internacional generada por la pandemia le dieron un golpe a la economía regional: de siete dólares pasó a 2,5 dólares.
Otro de los temas de fondo que se debate, al menos en Río Negro, es el valor agregado. Actualmente, la industrialización de la lana norpatagónica tiene como lugar de proceso el complejo textil de Trelew, Chubut. Años antes, en Viedma, se hacía el hilado. En Ingeniero Jacobacci, en el corazón de la región sur, una empresa también procesaba la materia prima, pero cerró.
Si bien existen algunos borradores de la extensión, el diputado nacional chubutense Gustavo Menna, acompañado por la rionegrina Lorena Matzen, ambos de la UCR, presentó uno que alarga una década el Régimen para la Recuperación de la Ganadería Ovina. Los fundamentos apuntan a la repartición de los fondos, que dependen del stock de cada provincia.