Legisladores y legisladoras bonaerenses de Juntos por el Cambio (JxC) coincidieron en que la movilización prevista para este lunes es parte de "un reclamo genuino de la sociedad". Tanto los dialoguistas territoriales, como los más duros del espacio sin responsabilidades de gestión, creen que la marcha será multitudinaria y servirá para marcarle la agenda al Gobierno. Si bien todo el arco opositor se despega de la convocatoria, a la que asistirá la propia presidenta del PRO, Patricia Bullrich, algunos de ellos exponen una minigrieta.
En este sentido, los presidentes de bloque de JxC en el Senado, Roberto Costa, y en Diputados, Maximiliano Abad, avalaron la movilización. Mientras el senador aseguró que la consigna "expresa lo que muchos sentimos: que perdemos la libertad y que se pone en riesgo la justicia", el diputado subrayó que "la calle sigue marcando el rumbo de la democracia y lo seguirá haciendo una vez que la pandemia pase".
"Yo estoy, siempre, a favor de la libertad, y creo que hay que diferenciar muy bien lo que estamos discutiendo: una cosa es que al Gobierno le moleste la expresión social y otra es que podamos discutir la modalidad de la protesta", precisó Abad. Y continuó: "Lo primero es inadmisible, porque hay que respetar la protesta social, venga de donde venga. Lo segundo sí admite matices, pero creo que hay que ser coherentes: una marcha pacífica también puede apelar a la responsabilidad individual, como está haciendo el Gobierno. Si confiamos en nosotros, confiemos siempre, y no sólo cuando me conviene".
El radicalismo y el macrismo también tuvieron puntos de encuentro en la Cámara de Diputados. De hecho, mientras el diputado del PRO Adrián Urreli remarcó que "la movilización va a expresar lo que siente una parte importante de la población y sin dudas tendrá un gran volumen", su par de la Unión Cívica Radical (UCR) Alejandra Lorden agregó que "es genuino que el pueblo se exprese" contra la reforma judicial que impulsa el presidente Alberto Fernández y algunas de sus políticas de aislamiento. Pese a ello, ambos advirtieron sobre la importancia de tener los recaudos necesarios, como la utilización de barbijos y el distanciamiento social.
No obstante, algunos dirigentes de la oposición rechazaron la marcha, como el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien negó que su espacio político se esté sumando a la convocatoria. En declaraciones radiales, el jefe comunal reconoció que "puede que haya sectores más cercanos PRO" que sí lo estén haciendo. "Yo soy radical, nosotros no somos gorilas", lanzó.
Esta es una posición que también compartió el diputado Daniel Lipovetzky. "El rol que tenemos como oposición es aportar nuestra visión diferente a la del oficialismo, pero también tener la responsabilidad de no promover una marcha que pueda poner en peligro la salud de la ciudadanía".
De esta forma, estos últimos dirigentes se despegaron también del ala dura de la oposición que impulsa la iniciativa, como la propia Bullrich, o el diputado nacional Fernando Iglesias.
