San Carlos de Bariloche es zona de desastre. Así lo ratificaron todos los sectores políticos en la última sesión de la Legislatura de Río Negro. En ese contexto, comienza a observarse un momento más que complicado para la ciudad: la temporada más fuerte del año está en proceso, no hay turistas y los centros invernales permanecen cerrados. Si bien comenzará esta semana una prueba de apertura de locales gastronómicos, la realidad económica es angustiante. Tanto empresarios como sindicatos reclaman un salvataje nacional para que la crisis pare de golpear a una región que solo tiene en el turismo su único sostén de la economía. Eso se pudo observar este lunes en las cercanías del Centro Cívico, cuando la Unión de los Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Utgrha), exigió respuestas al Gobierno.
El dato fundamental es lapidario: en este invierno no se verán por la peatonal Mitre a los casi 20 mil brasileros que llegaron en julio del 2019. Con esa realidad, todos los sectores de la actividad idearon los protocolos de seguridad para, al menos, apuntar al turismo local. La primera etapa que se avecina, explicó a Letra P la titular de la Cámara de Turismo de Bariloche, Belén García Bertone, es un arranque gradual de negocios que tendría como corolario la apertura -a mediados de mes- del Cerro Catedral, el centro de esquí más importante de Sudamérica.
Si bien la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, buscó interceder con el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, para que se declarara la emergencia turística nacional, todavía no hay respuestas. “La situación en Bariloche es terrible”, afirmó García Bertone. “No hay empresa que no esté golpeada, estamos en una realidad extremadamente dura y la ayuda no alcanza. Esto se está haciendo muy largo”, dijo la titular de la Cámara de Turismo.
Las garantías que demanda el sector pyme, puntualmente, son exigidas a los congresistas. “No entendemos por qué tarda tanto tiempo esto. La emergencia tiene que salir”, reclamó García Bertone.
Los gastronómicos protestaron en el centro de Bariloche.
TEMPORARIOS. En cuanto a los sindicatos, se inició una escalada de reclamos que podría terminar en piquetes sobre las rutas nacionales. Al menos eso adelantó a este medio secretario general de la seccional rionegrina de la Unión de los Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Utgrha), Nelson Rasini, luego de una movilización a la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación. Como trascendió de la protesta de este lunes, los reclamos podrían derivar a una movilización en las inmediaciones de las rutas nacionales 40 y 23.
La preocupación de los gastronómicos se basa, además de la continuidad de los puestos de trabajo, en la ayuda a los trabajadores temporarios. “La prueba de apertura de locales es una buena intención, pero no va a cambiar en nada la realidad, que es muy complicada”, explicó Rasini a Letra P. El dirigente del sindicato que responde a Luis Barrionuevo, y acapara localidades como El Bolsón; Villa La Angostura, Junín y San Martín de Los Andes, en Neuquén, recuerda los casi 100 días de cuarentena dejaron en jaque a quienes se ocupan de las plazas de alojamiento y no pueden desempeñar sus tareas.
Es así que con un texto directo al ministro de Trabajo nacional, Claudio Moroni, se pidió por los empleados temporarios que no obtuvieron beneficios como las IFE. En total, son casi dos mil los trabajadores que consiguen una ocupación en cada temporada invernal.
Bariloche divide en tres las temporadas para sus trabajadores. La invernal, del 1° de julio al 30 de septiembre; la estudiantil, del 1° de julio al 30 de enero; y la de verano, del 1° de diciembre al 15 de marzo. En ese plano, según la UTGRHA, son 2600 los trabajadores temporarios. Casi cinco mil son los permanentes.
"El municipio, la provincia y la Nación saben lo que pasa. Es más grave esto, la incertidumbre y la miseria, que la pandemia misma", advirtió, en un encendido discurso, el ex secretario general, Ovidio Zúñiga.
RESPALDO. Este martes, en un comunicado, la gobernadora Carreras volvió a pedir por la emergencia para el sector. La jefa provincial reconoció que la situación "se viene agravando con el paso de los días" y no tiene "perspectivas inmediatas de revertirse".
“Sólo en Bariloche, 45.000 puestos de trabajo dependen directa o indirectamentente del turismo. La mayoría de las empresas se encuentra en situación económica complicada, endeudadas, con serias dificultades para sostener a sus trabajadores”, lamentó.