ESPECIAL | FÚTBOL & POLÍTICA

El juez del fútbol amigo de Alberto que llegó a la AFA por Mauricio

Fernando Mitjans, compañero de estudios del Presidente y marido de la ministra Losardo. De Boca al Tribunal de Disciplina. El padrino Don Julio y la ola verde.

Los primeros meses de Alberto Fernandez en el Gobierno mostraron al Presidente distante de la rosca del fútbol, pero, tras su reunión con Marcelo Gallardo, eso cambió. Su relación con Claudio Tapia es protocolar y no faltan lquienes señalan la falta de aprecio con el yerno de Hugo Moyano. Pero en la Asociación del Fútbol Argentino hay una persona a quien conoce desde hace casi 40 años: Fernando Mitjans, esposo de su socia y ministra de Justicia, Marcela Losardo. A Clara, la hija del matrimonio, le entregó su diploma de abogada días antes de reemplazar a Mauricio Macri. Si bien el Presidente no le ha pedido nada relacionado con el fútbol, sabe que tiene en él a una persona de confianza en ese universo tan preciado.

 

Mitjans conoció a su mujer en 1981 en la facultad de Derecho de la UBA, donde compartieron clases con Fernandez y Marcela Luchetti, su primera esposa y madre de su hijo Estanislao. También eran parte del grupo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el embajador en Estados Unidos Jorge Argüello. Si bien es unos años mayor, estudió con ellos porque hizo dos años de servicio militar y había perdido la regularidad.

 

Cursaban por la mañana, pero, como sus compañeros eran demasiado estudiosos, decidió mudarse al turno noche, donde podía destacarse más. Una vez recibido de abogado, continuó con la especialización de escribano para sumarse a la escudería familiar. Nunca ocupó un cargo público, aunque en los años ´90 el menemismo le ofreció ser director de Loteria Nacional, cliente de la escribanía Mitjans, pero lo rechazó.

 


Durante los primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, su padre fue titular de la Confederación General Universitaria, la respuesta peronista a la Federación Universitaria de Buenos Aires. Nació en diciembre de 1955, mientras su progenitor estaba detenido por la llamada Revolución Libertadora, que lo encarceló por haber hecho los estatutos de la Fundación Eva Perón. Mitjans reconoce su simpatía por el peronismo y conoció al General en la casa de Gaspar Campos. También le tocó vivir la grieta en su casa: su madre era radical y de River.

 

A principios de los años ´70, en Boca, Mitjans padre fue uno de los vicepresidentes de la gestión de Alberto Armando, socio de Franco Macri. El gobierno justicialista lo designó en 1973 al frente de la Comisión Pro Mundial 1978 y al año siguiente, interventor y presidente de la AFA. Diez días antes de la muerte de Perón, el 1 de julio, el sector de la UOM ligado al fútbol con el aval de José Lopez Rega lo corrió y puso a David Bracutto, presidente de Huracán. Uno de los hombres fuertes en esa estructura que removió a Mitjans fue Paulino Niembro, dirigente de Nueva Chicago y padre del periodista Fernando. La familia estuvo exiliada seis meses en Uruguay por miedo al ministro de Bienestar Social.

 

 

 

En los años ´90, cuando Macri decidió ser presidente de Boca, participó de la campaña. Luis Conde, empresario, exdirigente y amigo de su padre, apostó al hijo de Franco y le prestó la estructura de su agrupación para las elecciones. Mitjans se involucró en el proceso militando y buscando votantes. Macri lo quería en la Comisión Directiva y que le dedicara “24 horas del día al club como voy a hacer yo, que renuncié a un sueldo de miles de dólares en Socma”. Él le dijo que no podía dejar su trabajo y Macri se lo reprochó, pero en diciembre de 1995 le ofreció entrar al Tribunal de Disciplina en representación de Boca. Desde entonces, es parte de La Isla, como los dirigentes nombran a esa oficina, por la cual no cobra un sueldo.

 

Julio Grondona avaló su ingreso porque conocía y respetaba a su padre. Desde entonces, tuvieron una relación fraternal, al punto que Don Julio lo llamaba Profesor y solía pedirle que lo acompañara a los congresos del fútbol, como el de Brasil 2014, casi dos meses antes de su muerte. Era una de las personas en las que más confiaba, al punto que logró que lo nombraran en el Tribunal de Apelaciones de la FIFA en 2006. En 2017, tuvo que excusarse de opinar cuando la AFA protestó por la sanción de cuatro fechas a Lionel Messi por insultar a un árbitro.

 

 


Ese año, Mitjans adquirió notoriedad por una escucha que filtró TyC Sports en la que el entonces presidente xeneize, Daniel Angelici, le pedía que Leandro Marin y Cristian Erbes tuvieran una sanción leve para jugar un desempate contra Velez para ir a la Copa Libertadores de 2015. Boca ganó, los futbolistas jugaron y, más allá de la repercusión mediática, ningún dirigente habló. Raúl Gamez, presidente del Fortín, despotricó contra Angelici, pero no contra la metodología pues, reconoció, todos llamaban a la AFA para presionar y, además, no era delito. Lo mismo pasó esta semana con las charlas que filtraron entre Grondona y Tinelli.

 

 

 

En febrero de 2016, el amigo del ahora jefe del Estado presidió la Junta Electoral en las elecciones que consagró a Gianni Infantino al frente de la FIFA. Con el calvo presidente tiene una relación forjada en las rondas de cigarrillo en los eventos del fútbol, al punto que a mediados de ese año le gestionó una audiencia privada con el papa Francisco a la que fueron juntos. Al día siguiente de asumir, el suizo lo llamó para contarle que Macri le había exigido la intervención de la AFA. Cuando se creó la Comisión Normalizadora, la FIFA quería que la comandara Mitjans, pero él se negó y por eso lo crucificó Fernando Marin, exgerenciador de Racing y hombre de Macri en el fútbol. En el Congreso previo a Rusia 2018, lo sacaron del Tribunal de Apelaciones y lo reemplazaron con Andrés Patón Urich, abogado de Chiqui Tapia y la AFA. “Fernando, no puedo enfrentarme a un presidente de un país”, se excusó Infantino, que en diciembre de ese año fue invitado a la reunión del G20 en Buenos Aires.

 

 

 

“Adelante, escribano”. Con esas dos palabras, Flavia Palmiero le daba la bienvenida a los programas infantiles a fines de los años ´80 y principios de los ´90. Fue escribano de Canal 9 a pedido de Alejandro Romay, que lo había recuperado con la vuelta de la democracia. Con el tiempo, Flavia y Fernando se cruzarían con el apellido Macri, pero con distintos resultados.

 

Desde 2007 preside un tribunal que cuenta con el exjuez federal Jorge Ballestero, con Oscar Ameal, presidente de la Cámara Nacional en lo Civil, y con el camarista en lo Contencioso Administrativo Sergio Fernandez, hermano de Javier, uno de los auditores generales de la Nación e histórico operador judicial del peronismo. Su cargo se renueva cada dos años y en 2019 lo consiguió por unanimidad.

 

Por una cuestión de respeto decidió no ver "El Presidente", la serie de Amazon Prime donde se muestra a Grondona durante el FIFA-Gate. “Si hay alguien que quise en el fútbol es a Julio. No quiero verla porque es mentira”, dijo.

 

En 2012, viajó mucho por el fútbol y eso generaba cierta tensión con su familia. Consciente de eso, Grondona la invitó a cenar a su casa. La primera hora y media estuvo encerrado con Losardo en una habitación. Mitjans nunca supo de qué habían hablado, pero automáticamente la pelota dejó de ser un problema para el matrimonio. Todo Pasa.

 

Las dudas de Toto Caputo con el dólar tarjeta
Horacio Rodríguez Larreta y Juan Schiaretti, un armado de centro que avanza, pero con diferencias.

También te puede interesar