CORONAVIRUS | EFECTO MARIPOSA

Argentina se ilusiona con el rebote chino y reza por una alegría brasileña

Las exportaciones primarias al gigante asiático se recuperan fuerte, pero la industria espera por el vecino. Indicios y pronósticos. ¿Un 2021 mejor?

La pandemia del nuevo coronavirus sigue vigente y aún condiciona el comercio y la economía internacionales, pero su primer foco, China, ha logrado contenerla, normalizar su actividad y retomar el crecimiento. Eso es una muy buena noticia para nuestro país, al que le da la oportunidad de incrementar las exportaciones y encontrar elementos de tracción para su propia retomada del crecimiento. Mientras, Brasil empieza a dar indicios de que, al menos, la recesión toca fondo, algo que supone una esperanza para el golpeado sector industrial argentino. ¿Se ve la luz al final del túnel?

 

De acuerdo con cifras oficiales chinas, el producto bruto interno (PBI) rebotó con fuerza en el segundo trimestre (3,2% interanual), lo que redujo la recesión de la primera mitad del año a solo 1,6%. El crecimiento allí está de vuelta.

 

Así, no sorprende que ese país haya comenzado a incrementar las importaciones de productos primarios necesarios para su industria, desde el petróleo hasta la soja. En el caso de la Argentina, eso permitió, según datos del INDEC, que el mes pasado las exportaciones a ese mercado hayan totalizado 666 millones de dólares, 51,7% más que hace 12 meses y, tomando el agregado enero-junio, 20,6% más que en igual período de 2019.

 

 

La tracción de China está ayudando a emerger al sector exportador, que ya recobra vigor de manera clara: el mes pasado la caída interanual del total exportado alcanzó al 8,6%, un desempeño mucho mejor que el de mayo (-16,3%) y que el de abril (18,9%).

 

Así, el superávit comercial, la “fábrica de dólares” que necesita el país, creció de los 416 millones de dólares de junio del año pasado a 1.484 millones este año. La mala noticia es que colabora con ello el desplome del 20,8% de las importaciones, un signo de la debilidad de la economía. Cuando llegue la reactivación, el desafío para el gobierno de Alberto Fernández será sostener el impulso de las exportaciones, de modo de sostener un balance comercial positivo.

 

Según la consultora Abeceb, el superávit comercial finalizaría este año en necesarios 17.800 millones de dólares. El reto se traslada a 2021.

 

 

 

En diálogo con Letra P, Marcelo Elizondo, director de la consultora  Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), señaló que “China mejora porque sigue funcionando y porque sigue comprando productos que, pese a la pandemia, Argentina no dejó de producir, básicamente granos”. 

 

“Se va a repetir un muy buen resultado en las exportaciones a ese país, incluso en comparación con los mejores años. A pesar de la pandemia, Argentina le va a vender a China más de 7.000 millones de dólares, más que en 2019”, añadió. “En el mejor momento, diez años atrás, las exportaciones a ese país llegaron a casi 8.000 millones”, recordó.

 

Lucía Pezzarini, analista de Ecolatina, le dijo a Letra P que, si bien la reactivación del país asiático es muy importante, “a la Argentina no le alcanza solo con China”.

 

La paulatina recuperación de las exportaciones expone una creciente primarización de las mismas, con una agrodependencia sin precedentes en los últimos 34 años. Así, no sorprende, siempre según el INDEC, que, mientras las ventas externas de productos primarios aumentaron en junio un 46,3% interanual, las de manufacturas de origen industrial se hayan desplomado un 45,9%. Sin dudas, Argentina espera el rebote de Brasil.

 

 

Fuente: INDEC.

 

 

La analista de Ecolatina señaló que “el perfil de exportaciones de la Argentina con China y con Brasil es muy diferente: al primero se le venden más productos primarios, mientras que al segundo, más manufacturas de origen industrial. Los dos pueden traccionar la actividad local, pero en diferentes sectores”.

 

“Las distintas temporalidades y profundidades de las contracciones económicas de China y de Brasil influirán en el momento de la reactivación de cada uno de los sectores argentinos”, agregó.

 

El problema es que, en el vecino, “los últimos datos muestran un repunte, pero bastante bajo, de la actividad, que sigue muy por detrás del nivel previo a la pandemia”. Eso se refleja en las exportaciones argentinas, que están 48,9% por debajo de las del año pasado.

 

Pezzarini recordó que “Brasil va a tener este año una recesión bastante profunda. El gobierno estima una del 6%, pero, para el Fondo Monetario Internacional, sería del 9,1%. Allí se ve una recuperación lenta, parecida a la argentina, y en 2021 recién van a recuperar una parte de lo perdido este año”. ¿Todo está perdido entonces?

 

No necesariamente. En los últimos días, surgieron indicios de que la recesión parece tocar fondo en Brasil, lo que abre expectativas sobre una recuperación, aunque sea relativa.

 

Por un lado, las proyecciones privadas de recesión para el año se redujeron en las últimas cuatro semanas del 6,54% a 5,77%, según surge del informe Focus, el relevamiento que realiza el Banco Central de Brasil.

 


Fuente: Banco Central de Brasil.

 

 

Por el otro, el mercado de trabajo comienza a dar indicios de recuperación. Si desde marzo, cuando llegó la pandemia del covid-19 a Sudamérica, en ese país se destruyó 1,5 millón de empleos, el mes pasado la tendencia se suavizó notoriamente, con un saldo negativo de apenas 10.984, muy inferior al de 350.000 de mayo. El mes pasado, en comparación con el precedente, los despidos cayeron un 16% y las contrataciones aumentaron un 24%.

 

“Desde hace un tiempo se ve que Brasil empezó a detener su caída. Una recuperación ayudaría a la Argentina a partir de la demanda de productos industriales, desde alimentos elaborados hasta autos y autopartes, pasando por químicos, plásticos, industria metalmecánica, piezas y partes. Las exportaciones nacionales a Brasil vienen mal y su recuperación sería un primer elemento de ayuda, especialmente para pymes”, dijo Elizondo.

 

 

Si el complejo agrícola ya encuentra en la recuperación de China un sostén de precios y un elemento para incrementar las ventas externas, la industria y la economía argentina en general esperan por Brasil.

 

 

“Brasil ha sido por años el mayor mercado de la Argentina en el mundo y en 2019 absorbió exportaciones nacionales por 11.000 millones de dólares. En la primera parte de 2020, viene por primera vez debajo de China, pero tiene que recuperar terreno cuando pase la recesión”, cerró el director de DNI.

 

Si el complejo agrícola ya encuentra en la recuperación de China un sostén de precios y un elemento para incrementar las ventas externas, la industria y la economía argentina en general esperan por Brasil.

 

El gobierno de Jair Bolsonaro espera una salida vigorosa, aunque, para el consenso del mercado, esta será más lenta y recién entre 2021 y 2022 se terminaría de recuperar lo perdido en este año fatídico. Sin embargo, para la industria nacional el escenario sería muy diferente si Brasil cayera en picada, como en el segundo trimestre, o iniciara una recuperación.

 

Festeja Javier Milei: la industria subió 6,9% en julio y la construcción 8,1% mensual
El cobro electrónico quedó eximido de la retención de IVA y Ganancias.

También te puede interesar