LA GRIETA

Un 2021 sin PASO, la sospecha y el temor que crece en Juntos por el Cambio

Los tres socios de la alianza opositora especulan con que el Gobierno buscará eliminar o suspender las primarias el año próximo. Indicios e internas en el PRO.

 

El tema forma parte de las evaluaciones políticas que realizan en los bloques del PRO, la UCR y la Coalición Cívica a partir de las postergaciones que comenzaron a aplicarse en distintas partes del mundo por el impacto de la pandemia. A esos indicios se sumó la acordada 33/2020 de la Cámara Nacional Electoral (CNE), que hace un mes creó un programa de evaluación y un grupo de trabajo con funcionarios y epidemiólogos que recomendarán medidas de prevención para realizar los comicios. En el tribunal electoral alertaron que las elecciones siempre se organizan con un año de anticipación y esa cuenta regresiva ya se activó, porque la ley 26.571 establece que las PASO deben realizarse el segundo domingo de agosto del año electoral, mientras que las generales hay que concretarlas el cuarto domingo de octubre, que sea "inmediatamente anterior a la finalización de los mandatos". 

 

Esas previsiones de la ley aparecen lejanas para una opinión pública conmocionada por el impacto de la pandemia, pero forman parte de la vida cotidiana de diputados y senadores, especialmente aquellos que el año próximo buscarán revalidar los títulos. "Lo evaluamos como una posibilidad concreta, pero no lo vamos plantear ahora porque es una afrenta para nuestra sociedad en medio de la cuarentena. Pero creemos que lo intentarán", confirmaron desde el bloque del PRO.

 

Las razones de la cautela en el conglomerado macrista son mayores porque no hay una posición unánime. El expresidente Mauricio Macri es uno de los detractores más importantes de las PASO, por razones presupuestarias y políticas. No está sólo: dentro del recinto de la Cámara baja, lo acompaña el diputado Pablo Tonelli, que sostiene directamente que son "inconstitucionales", porque el artículo 38 de la Constitución establece el "libre ejercicio de sus actividades" y las PASO les impone un mecanismo para elegir a sus candidatos. 

 

 

 

"Lo peor es que el Gobierno va a usar nuestros propios argumentos para insistir con el tema", se lamentó un compañero de bancada de Tonelli, que reconoce la preocupación dentro de su bloque, pero admite los contrastes que hay en su interior.

 

Los defensores macristas de las PASO aseguran que les permitirá ordenar las internas en los distritos que no gobiernan. Dicen que en la Ciudad de Buenos Aires "todo dependerá de la lapicera de (el jefe de Gobierno porteño Horacio) Rodriguez Larreta", un ordenador que no poseen a nivel nacional desde que Macri comenzó a transitar el despoder después de la derrota electoral del año pasado. "Para el peronismo es más fácil, porque siempre pesa la lapicera presidencial, pero nosotros ya no tenemos eso", coincidió el poseedor de una banca del "ala dialoguista" del bloque que preside Cristian Ritondo

 

 

 

En la UCR también hay matices para sospechar del oficialismo. El titular del partido, Alfredo Cornejo, ya dijo que las PASO son útiles en los lugares donde hay dos o tres sectores internos en pugna, pero sostiene que no se justifican donde hay un sólo candidato. En las entrañas del bloque, que conduce Mario Negri, confían en el peso de sus tres gobernadores. Esperan que el mendocino Rodolfo Suárez, el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés ordenen sus tropas sin que los perjudique una eventual eliminación, suspensión o reforma de las primarias. El problema estará puesto en los distritos que no gobiernan, donde sus socios de coalición buscarán disputar los primeros lugares de cada boleta. 

 

 

 

Ante las consultas de este portal, en la Coalición Cívica también confirmaron la misma lectura. En forma oficial "no se está hablando de esto" por la agenda que impone la pandemia, "pero consideramos que puede suceder", explicó un integrante del bloque. El partido que fundó Elisa Carrió es el socio más chico de Juntos por el Cambio, no tiene senadores y el año que viene buscará disputar candidaturas en todos los distritos. Sin primarias, esas posibilidades quedarán atadas a los términos de negociación que logre la líder del espacio. 

 

Existe otra razón que transforma las sospechas en una profecía autocumplida para la alianza opositora. Las PASO no pueden ser eliminadas por decreto, porque el Presidente no puede firmar decisiones ejecutivas en materia tributaria, penal ni electoral. Esa restricción aumenta el rol que tendrá el Congreso ante una eventual reforma, porque para suspenderlas o reformarlas es necesaria una ley que sea aprobada en las dos cámaras con mayoría especial, es decir, 37 senadores y 129 diputados. El Frente de Todos cuenta con una mayoría propia de 41 votos en el Senado y tiene 119 bancas en Diputados. La aritmética duplica las inquietudes cambiemistas, cuyos dirigentes administran las sospechas entre la tentación de negociar y la eventual impotencia de no poder impedir que el oficialismo consiga los diez votos que les faltan, sin la necesidad de recurrir a ellos.

 

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