El agotamiento por la extensa cuarentena y la preocupación económica golpean la imagen del presidente Alberto Fernández, que cayó 15 puntos en los últimos tres meses, lo que encendió la alarma en la quinta de Olivos.
Según la última encuesta de la Universidad de San Andrés, que se realizó entre el 1 y 9 de julio, el jefe de Estado tiene una imagen positiva del 55%, mientras que en abril esa valoración alcanzaba el 70%.
"El agotamiento de la gente es muy grande y, de hecho, hubo muchas manifestaciones en contra de la cuarentena. Ese hartazgo se refleja en la encuesta y en el desgaste que tuvo la imagen de Fernández", explicó el politólogo y docente Diego Reynoso.
Asimismo, consideró que el fin de la cuarentena pacificada también influyó en la caída de la imagen presidencial: "El primer mes del aislamiento había un buen clima de trabajo en conjunto con la oposición. Ahora, eso se desvaneció y comenzaron a surgir las diferencias", apuntó.
En sintonía con esa merma, se produjo un retroceso en la aprobación de la gestión del Frente de Todos respecto de las mediciones de abril: del 67% al 50% en julio. La aprobación sube entre los más jóvenes, en la provincia de Buenos Aires y entre los propios votantes de Fernández.
Los resultados de la encuesta de julio indican, además, que el porcentaje de satisfechos con la marcha general de las cosas disminuyó significativamente respecto a los números de abril, pasando del 57% al 37%
"La gran incógnita es ver cómo la opinión pública vaya a resignificar las consecuencias económicas una vez que cese la cuestión sanitaria: si culpa a la pandemia o culpa al Gobierno", indicó Reynoso.
No obstante, el Presidente continúa siendo el dirigente con mejor imagen y luego se ubica el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que acumula el 52% de aprobación. En tercer lugar, se encuentra la exgobernadora María Eugenia Vidal (48%), quien mantiene un perfil bajo en plena pandemia.
Por otro lado, tanto la imagen del actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof (32%), como de la vicepresidente Cristina Fernandez de Kirchner (27%) se mantienen en valores similares a la medición de abril.
"Vidal siempre tuvo una buena imagen y eso se vincula con su modo de comunicación. Además, en este momento está corrida de la escena y no sufre las consecuencias del desgate de gestión, que sí golpean a Kicillof", analizó el politólogo.
"Kicillof es un caso antiparadigmático: tiene buenas bases, pero esas bases son partidistas y no le permiten sumar a quienes no son partidistas. Lo mismo ocurre con Cristina Kirchner y Mauricio Macri", completó.