La cuarentena estricta tiene fecha de vencimiento para el 17 de julio y en ese punto coinciden los tres integrantes de la triple alianza del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Tanto Horacio Rodríguez Larreta como Axel Kicillof pusieron a sus funcionarios a redactar una hoja de ruta de salida del aislamiento. A seis días del plazo acordado, el jefe de Gobierno porteño pule el cronograma de apertura para la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con el aval de Alberto Fernández pero que su puesta en marcha depende de los números que arroje el reporte del estado del coronavirus en el AMBA.
Dentro del mar de números que contempla el registro diario del avance de la enfermedad Covid-19 en el AMBA, la Ciudad se centra en dos indicadores en la negociación ante Fernández por la posible apertura luego del 17J: el ritmo diario de contagios y el índice de contagiosidad (número R0). Son los números que Rodríguez Larreta planteó este viernes ante su gabinete como "claves" para salir de la fase actual de cuarentena, según pudo reconstruir Letra P.
El ministro de Salud, Fernán Quirós, insiste en que la Ciudad está "estabilizando" la situación. Esa afirmación se basa en que el promedio de contagios diarios en el distrito oscila entre 800-900 y no ha pegado "saltos". Sin embargo, el jueves 9 de julio se registraron 1058 y el viernes 10 de julio hubo un total de 1049 casos positivos en territorio porteño. El larretismo admite que la curva oscilante empaña y hace difícil de explicar el plan de apertura. Por eso en Parque Patricios esperan con ansias los resultados sanitarios de la cuarentena estricta.
Según admiten voceros gubernamentales, el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva -hoy superior al 50%- no implica "preocupación". El foco está en ver el resultado de la cuarentena dura, que debería traducirse en una baja de los contagios diarios y una caída en el número R0. Actualmente, el índice de contagiosidad es 1,06% y Quirós le dijo al jefe de Gobierno que "debería" estar en un punto porcentual para lanzar la apertura el 17J.
La fórmula para fundamentar el despegue, según detallan en la Jefatura de Gobierno, es detectar y aislar. La misma que se usó en la Villa 31 para bajar de 3,5% a menos de un punto porcentual el índice de contagiosidad. Ese práctica se implementó durante toda la nueva fase uno, donde el operativo Detectar, que implica un trabajo en conjunto con la Casa Rosada, es la estrella de toda la quincena. Con un agravante: a la detección y el aislamiento se les suma la cuarentena dura que restringe la circulación. Ese es el combo que, de cumplirse hasta el 17 de julio, destella una luz de optimismo en el larretismo para pensar en un plan de salida para reactivar la economía porteña. Si se produce una estabilización de la cantidad de contagios y merma el índice de contagiosidad de los infectados, el gobierno porteño quiere poner en marcha su plan de apertura.
El acuerdo para endurecer la cuarentena en el AMBA nació por la necesidad de frenar el ritmo de contagios y con el compromiso de utilizar ese parate, bautizado por los tres gobernantes como "el último esfuerzo", para empujar un lento camino de regreso a la normalidad. Ese fue el Pacto de Olivos previo al video grabado con el que Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta anunciaron la vuelta a la fase uno. Además, se acordó reanudar la negociación con los números sobre la mesa.
Aunque Rodríguez Larreta avanzó primero para poner en marcha el operativo despegue político de la triple alianza del AMBA, Kicillof también trabaja en un plan de salida que ya negocia con Olivos.
PING-PONG. El viernes por la mañana Rodríguez Larreta convocó a medio gabinete a la Jefatura de Gobierno de Parque Patricios. Hacía semanas que no se reunían tantos funcionarios en un salón a raíz del pánico y el cambio de normas que generó la noticia de que María Eugenia Vidal había contraído coronavirus días después de haber pasado por el edificio de la calle Uspallata. Si bien, como contó Letra P, la hoja de ruta de despegue existe desde hace 10 días, el jefe de Gobierno pulió detalles finales para presentar ante Fernández y Kicillof esta semana.
En esa reunión, los ministros llevaron planteos y propuestas de su área para reabrir la Ciudad. Rodríguez Larreta plantea una apertura progresiva que como primera instancia incluye reabrir los 70 mil comercios cerrados desde el 1 de julio. Más adelante, se incorporarían otros 10 mil comercios, galerías y centros comerciales, aunque estos últimos sin el patio de comidas y el cine. También, el paquete contempla el regreso de las jornadas de actividad física.