El ministro de Economía, Martín Guzmán, ya tiene lista la "oferta final" a los grandes fondos de inversión para tratar de evitar un default, la cual es analizada al más alto nivel del Gobierno, trascendió de fuentes cercanas a las negociaciones.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, ya tiene lista la "oferta final" a los grandes fondos de inversión para tratar de evitar un default, la cual es analizada al más alto nivel del Gobierno, trascendió de fuentes cercanas a las negociaciones.
El presidente Alberto Fernández posee los detalles de esa propuesta, que se presentará esta semana, para renegociar unos U$S 66.000 millones que, según allegados al titular del Palacio Hacienda, permitiría cumplir dos requisitos básicos: .
- Sentar las bases para evitar una cesación de pagos porque la oferta es "conveniente para todas las partes".
- Evitar profundizar el ajuste sobre la economía argentina post pandemia, como exigió el Presidente desde el principio de la negociación.
twitter_tweet
En las últimas horas trascendió que esta semana el Gobierno argentino presentará la oferta "última y definitiva".
Pero para alcanzar un canje exitoso se deben lograr dos objetivos:
- Una mayoría del 66% en los bonos emitidos durante la era Mauricio Macri usados para salir del default en 2016.
- Otra del 75% para los títulos dados en el canje de Néstor Kirchner en 2005.
La "última oferta" que presentaría el Gobierno le asigna un valor técnico levemente por encima de los 47 dólares a los bonos de la deuda e incluye un achicamiento -leve, se habla de unos meses- en el plazo de gracia inicial de tres años.
Además, clarifica la forma en que se canjearán los importes correspondientes a los intereses vencidos, por nuevos bonos, que era un punto reclamado por los principales fondos de Wall Street.
En Economía estiman que con esos requisitos la Argentina está en condiciones de garantizar un valor de "50 dólares" para los bonos a renegociar, cuando los acreedores pretendían US$ 55, y luego habrían bajado pretensiones a US$ 53.
En las últimas horas Guzmán insistió en su mensaje a los acreedores más duros: "No tenemos intención de caer en default como a fines de 2001 y vamos a actuar de buena fe, pero necesitamos un plan sustentable", fue la señal.
En el Comité de Acreedores reclaman también que la Argentina explicite cuál es el plan para que, una vez superada la pandemia de coronavirus, el país ponga proa hacia un equilibrio de las cuentas públicas.
Exigen un "programa fiscal y monetario" que, coinciden analistas económicos, el Gobierno no está en condiciones de brindar por el momento porque, como ejemplo, ni siquiera se sabe hasta cuándo se extenderá la inversión de unos $ 90.000 millones mensuales para pagar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) destinado a paliar la caída de ingresos provocada por la cuarentena.