El excandidato a gobernador de Santa Fe José Corral avala la construcción de un frente no peronista para disputar poder en 2021, aunque remarca que depende de la “inteligencia” de los actores. Y, en ese sentido, se dirige al socialismo y en especial al exmandatario Miguel Lifschitz, al que le pide “humildad”. En una videoconferencia con Letra P, el exintendente de la ciudad capital afirma que Juntos por el Cambio y el Frente Progresista comparten electorado.
BIO. Tiene 51 años, fue intendente de Santa Fe durante ocho años y en 2019, bajo el sello de Juntos por el Cambio, perdió la gobernación contra Perotti. Asumió la comandancia de la ciudad capital bajo el paraguas del Frente Progresista, pero apenas se constituyó Cambiemos fue de los primeros radicales santafesinos en pegar el salto. Fue presidente de la UCR nacional y es un ferviente defensor de la gestión macrista. Milita la construcción de un frente de frentes, pero choca contra sus adversarios socialistas, especialmente Miguel Lifschitz.
-Llueven demandas de diversos sectores, ¿es insostenible una cuarentena rígida en Santa Fe?
-Hace una semana le enviamos al gobernador Omar Perotti la propuesta de flexibilizar la cuarentena paulatinamente y con todos los protocolos sanitarios. Hay que cuidar el empleo y la actividad económica, el aislamiento tiene un costo muy alto y lo afronta el Estado o las pymes de los diferentes sectores afectados. A ninguno de estos sectores les queda ahorros. El Estado tiene un problema fiscal muy serio en todos los niveles y las pymes, comercios e industrias ya consumieron todos sus recursos.
-¿Demora Perotti en flexibilizar?
-En el día de ayer (lunes) se tomó la decisión de habilitar el comercio y obras de hasta cinco personas, exceptuando los dos conglomerados (Gran Rosario y Gran Santa Fe). Pero ahí vive más de 50 por ciento de la provincia y se realiza buena parte de la actividad económica, por lo que celebramos la decisión pero es insuficiente.
-¿Qué reflexión le merece la actualidad de Juntos por el Cambio?
-Tenemos, por un lado, la responsabilidad de gestionar en muchos lugares del país, pero, por el otro, de ejercer responsablemente la oposición. Me gusta pensar ese rol doble: controlar al gobierno y el funcionamiento de las instituciones y, a la vez, ser alternativa de gobierno. La democracia necesita opciones. Este va a ser un periodo de desencanto y mucho incumplimiento de promesas que lo llevaron a (Alberto) Fernández al gobierno. El país va a necesitar alternativas y hay que ser muy responsables para que sean serias, creíbles.
-¿Hay un ala acuerdista y otra más dura en Juntos por el Cambio?
-No. Es una coalición plural que tiene diferentes miradas y roles. Hay responsabilidades de gobierno que ejercen Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Gustavo Valdés, Rody Suarez, y roles legislativos que tienen que ver con el control. No veo diferencias tan profundas como para no justificar la solidez de la alianza.
-¿Empezó a complicarse ese camino interno de unidad al que apostó la UCR santafesina?
-Intentamos construir un espacio de diálogo y consenso que ha tenido resultados concretos. Es un trabajo que venimos realizando con varios referentes. Señalo a Felipe Michlig, al presidente del partido Carlos Fascendini y a otros sectores. Es una conversación abierta, creemos que hay que ser amplios y conformar mayorías que necesariamente tienen que ser plurales. Pero aspiramos a que el radicalismo lidere esa coalición.
-¿Coincide con el pedido de Michlig de construir un frente no peronista en 2021?
-Ojalá que sí. Reivindico esa tradición de alianzas generosas… Al Frente Progresista, que le dio a la provincia una opción de alternancia en 2007, lo integraban desde la Democracia Progresista, que había tenido roles en la última dictadura militar, hasta el partido comunista. Un amplio abanico que supo inteligentemente reunir aquella coalición. En el futuro tenemos que pensar con ese nivel de generosidad mental, pero cada uno tiene que hacer su parte. Nosotros creemos que hay que consolidar el espacio de Juntos por el Cambio a nivel nacional y tiene que tener una expresión en la provincia.
-¿En 2021?
-Es un escalón para 2023. Si se pudiera concretar en 2021 sería muy auspicioso para trabajar los dos años que quedan.
-¿Se terminó el mapa de tercios en Santa Fe?
-Depende de la inteligencia de los actores y la decisión que tomen los partidos. La ciudadanía es la que termina validando uno u otro esquema electoral. Hubo una falta de escucha al electorado de parte de algunos sectores, ese 43 por ciento del electorado que en octubre acompañó Juntos por el Cambio pero que no logró expresarse en la elección a gobernador. Esto tiene que ver con quienes conducían el gobierno provincial, que eligieron una fractura de ese espacio, que tiene un electorado común. Nuestra propuesta para la gobernación fue la más votada en las seccionales céntricas de Rosario, además de ciudad de Santa Fe y el sector más vinculado a la agroindustria, el oeste. Es el mismo sector donde, en octubre, sacó una diferencia muy importante Juntos por el Cambio. Hay que escuchar al electorado, tener presente a quiénes representamos.
- Lifschitz fue muy duro con usted. ¿Qué tan difícil es arribar a ese objetivo si el socialismo es reticente?
-Cada uno tiene su mirada. Soy respetuoso de la mirada que tienen todos los dirigentes. Insisto, es difícil generar una opción de mayorías si uno no tiene generosidad. Los frentes se construyen conversando con gente que piensa distinto, no hay liderazgos indiscutidos, ni de partido ni mucho menos de personas. Hay que tener humildad y aceptar un espacio plural que requiere una construcción colectiva.
-¿Entonces, para usted Lifschitz no es número puesto para una candidatura a senador nacional?
-No, de ninguna manera. Pero es diputado provincial, supongo que cumplirá con su mandato.
-¿Qué balance hace de los primeros meses del gobierno de Perotti?
-Es dificultoso hacer balances por la pandemia. Pero hay que subrayar que hubo un impuestazo en la provincia y la Nación, sobre todo en Ingresos Brutos, Patentes e Inmobiliario. Pero hay que esperar que transcurra un tiempo después de esta situación excepcional, que va a traer dificultades adicionales al gobierno. Pero en una provincia que es rica, con un gran potencial de desarrollo por su gran diversidad productiva, están todas las condiciones dadas para que, salidos de esta emergencia, se encuentre un sendero de crecimiento. Estamos para ayudar al gobierno, pero para generar opciones de gobierno y ofertas de alternancia para el 2023.