Unidos podemos atravesar la crisis

La unidad y el diálogo entre los gobiernos de todos los países será clave para dar batalla al virus que enfrentamos. 

Nosotros, los argentinos, tenemos que estar orgullosos de tener nuevamente un Ministerio de Salud, del CONICET y de todos aquellos que ponen el cuerpo para combatir esta inesperada pandemia mundial. 

Están los agitadores y agoreros de siempre que piden abrir la economía sin mirar sus consecuencias. Piden cuidar a la población, abrir los comercios y salir a pasear como si nada pasará con el discurso de que no afecten su libertad. No piensan en que su libertad afecta a la libertad de los demás. 

La flexibilización de la cuarentena, con la apertura de algunos sectores comerciales, industriales y salidas con niños durante el fin de semana son un reto; depende del cumplimiento de todos los ciudadanos y de una gran responsabilidad civil. Si los contagios se incrementan, debemos volver atrás. 

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La digitalización de los comercios es fundamental para garantizar que nuestra economía continúe con su funcionamiento. Debemos aprovechar al máximo las herramientas digitales para salir lo menos posibles de nuestros hogares. Hoy podemos decir que el 90% de nuestro país está funcionando con normalidad. Lo más difícil de la pandemia se centra en CABA y Gran Buenos Aires, ahí es donde estamos poniendo el mayor esfuerzo.

Con la solidaridad y el esfuerzo de un gobierno no alcanza. Todos tenemos que estar a la altura de la circunstancia y poder adaptarnos a la realidad y utilizar la tecnología para volver a la normalidad en temas tan importantes como la educación, la justicia, entre otras.

La Justicia también debería trasladarse a la esfera digital para que las causas abiertas continúen y puedan ser resueltas lo más pronto posible. Así como nuestro Poder Legislativo comenzó a sesionar online, los jueces y abogados tendrían que poder realizar su trabajo de la misma manera. La digitalización de las profesiones llegó para facilitar nuestras tareas, y es hora de empezar a implementarla. 

Ya hace más de 2 meses que estamos en nuestras casas, cumpliendo la cuarentena de manera responsable bajo todos los protocolos de seguridad. Sin embargo, hay miles de ciudadanos que no tienen los recursos para poder hacerlo.

En los barrios vulnerables de CABA, donde ante esta lamentable situación, sale a la luz  la falta de un plan sistemático de inversión sobre infraestructura urbana que garanticen las necesidades básicas y dignas para que las familias puedan vivir. Estos últimos 12 años de gobierno fueron simplemente un maquillaje de lo que significa asistir a los más vulnerables dentro de la ciudad más rica del país. Los cortes de luz y la falta de agua son moneda corriente en esos barrios y ni hablar del conurbano bonaerense, que fueron sistemáticamente excluidos durante los últimos cuatro años. 

Allí, donde es más difícil cumplir con el distanciamiento social y la higiene, es donde más tenemos que estar. El aplanamiento de la curva de contagios está en alerta ante el crecimiento repentino en villas de emergencia. Desde el Gobierno Nacional, con el plan Detectar, están planificando acciones concretas para disminuir los contagios en los barrios. Principalmente en CABA, donde hay una mayor densidad de población y los pasillos entre las viviendas son muy angostos. 

Como mencionaba anteriormente, la presencia del estado muchas veces es insuficiente e ineficaz. Por ese motivo es importante que colaboremos con las organizaciones sociales, barriales y con distintas iniciativas llevadas a cabo por diversas instituciones si están a nuestro alcance y con los cuidados al extremo que la situación amerita.

La solidaridad en estos tiempos es fundamental para dar una mano a aquel que más lo necesita. Como decía Eva, donde existe una necesidad nace un derecho y entre todos, Gobierno y ciudadanos, tenemos que estar juntos para atravesar esta crisis.