Eduardo Benjamín Grinberg, titular del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires (HTC), y el gobernador Axel Kicillof llegaron a un acuerdo del que ambos salieron airosos. El primero evita el juicio político, mantiene su estructura y recupera el poder de control perdido durante la gestión de María Eugenia Vidal, mientras que el segundo se asegura el alineamiento sin fisuras de uno de los máximos organismos de control de las cuentas públicas de la provincia de Buenos Aires.
Grinberg es un radical oriundo de San Isidro, donde construyó históricos lazos con el actual diputado nacional alfonsinista Leopoldo Moreau. El acuerdo político incluye que Grinberg conserve una buena parte de su poder y salir bien parado de la tormenta.
Tal como informó Letra P en varias notas anteriores, Grinberg fue denunciado por presunto enriquecimiento y nepotismo. Llegó desgastado cuando el gobierno de Vidal intentó investigar a la gestión de Daniel Scioli.
Durante enero de 2016, recibió una denuncia pública mientras veraneaba en su casa de Punta del Este y se lo acusaba de tener a su profesor de yacht, Diego Alejandro González Lies, contratado en el organismo. El decreto 3020 del 30 de diciembre de 2010, mediante el expediente 5300-3655/10, designó al instructor deportivo con el cargo de “Asesor de Gabinete”.
LOS CAMBIOS. La decisión fue impulsada por mayoría de los miembros que conforman el cuerpo, ante la necesidad de asegurar la idoneidad en las secretarías del Tribunal. El decreto será publicado este viernes en el Boletín Oficial y revoca la polémica designación de funcionarios que hizo Vidal por decreto.
En agosto de 2019, días previos a las PASO, Vidal desplazó personal de cuatro áreas centrales del Tribunal y los reemplazó por decreto. Se trató de designaciones en la Secretaría de Actuaciones y Procedimientos, la Secretaría Legal y Técnica, la Secretaría de Auditoría Financiera y Proyectos de Inversión y la Secretaría de Modernización y Fortalecimiento institucional.
Este accionar, que implicó el desplazamiento de personal de carrera con más de 20 años en el organismo, fue objetado por organizaciones gremiales y por el mismo Ginberg.
Las designaciones no sólo representaron un manejo discrecional del vidalismo, sino que evidenciaron una connivencia partidaria con Cambiemos:
- Leonardo Di Pietro, que fue designado secretario de Auditoría Financiera y Proyectos de Inversión; fue nombrado tesorero del PRO bonaerense tras la necesidad de desplazar a María Fernanda Inza implicada en la causa por aportantes truchos.
- En la Secretaría Legal y Técnica, recayó Felipe González Barlatay, que se desempeñaba como asesor del jefe de Gabinete, Federico Salvai.
- En la Secretaría de Actuaciones y Procedimientos se designó a María Florencia Vezzetti, funcionaria de la Secretaría Legal y Técnica de Vidal.
- En la Secretaría de Modernización y Fortalecimiento se designó a Hernán Jorge González, quien en su CV manifestó ser maestro mayor de obras y en el decreto de designación la entonces gobernadora Vidal dispuso que “se exceptúa al postulante de los requisitos de idoneidad exigidos en la Resolución N° 78/19 del Honorable Tribunal de Cuentas”.
Desde la asunción de los nuevos secretarios, la dotación de personal del HTC creció en un 10%, pues cada funcionario llevó consigo su propio equipo de asesores y conformó su propia planta de gabinete. Las nuevas incorporaciones no solo pasaron por alto la trayectoria de personal de carrera, sino representan un gasto adicional equivalente al 17% del total del organismo en pago de salarios.
Con la convocatoria para el próximo martes, se busca normalizar la situación y que puedan reasumir en sus cargos María del Carmen Sabugal, en la Secretaría de Modernización y Fortalecimiento, y Silvina Novello, como secretaria de Actuaciones y Procedimiento. Ambas son personal de carrera desplazadas por el decreto de Vidal.
Con esto movimientos y los lugares que faltan cubrir el control del organismo quedará en manos del gobernador Kicillof y se preparan cambios sustanciales en el control municipal.