CRISIS POR CORONAVIRUS

La cuarentena flex anticipa mayores tensiones en la inflación

¿Mayo, más cerca del 2%? El costo de descongelar. El INDEC, ante el problema de trabajar con mercados cerrados. Días de desconcierto. Emisión, dólar y una disputa teórica que pesa en los bolsillos.

La inflación de abril medida por el INDEC significó, en el número frío, un alivio para el Gobierno: el 1,5% de aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue el más bajo del año y menos de la mitad del 3,3% de marzo. Sin embargo, la vigencia plena de la cuarentena en dicho período modera las celebraciones y lleva a preguntarse cuál será el rumbo de ese indicador sensible en lo que resta del año. Por lo pronto, economistas privados delinean desde este mes un escenario de repunte que podría reforzarse conforme el aislamiento social se flexibilice más y vuelvan a funcionar mercados enteros que aún permanecen limitados o cerrados.

 

La cuarentena, vale recordar, comenzó el 20 de marzo y fue atenuada por el presidente Alberto Fernández el 8 de mayo último en buena parte del país, con excepción del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sin embargo, dentro de esta última, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta definió, no sin polémica con los intendentes del conurbano bonaerense y la propia administración de Axel Kicillof, una liberalización progresiva en la capital que es motivo de evaluación en estas horas debido a su impacto sanitario. Así las cosas, hasta el momento, abril fue el mes en que el confinamiento pegó con mayor dureza en la actividad económica, algo que explica en buena medida la mencionada merma del índice. 

 

 

De acuerdo con la proyección de la consultora Ecolatina, el IPC crecería este mes 1,9%, acumulando 11,5% en lo que va de 2020.
“La vuelta a la actividad de algunos rubros, que además se enfrentarán a mayores costos operativos debido a los protocolos sanitarios, a lo que se sumarán las autorizaciones de subas en varios precios máximos (principalmente alimentos) podrían acelerar la suba de precios en la segunda quincena del mes”, explicó en un informe.

 

“Asimismo, por un relajamiento de los precios máximos para evitar el desabastecimiento y la posibilidad de volver a relevar comercios de cercanías, los alimentos exhibirán una suba en torno al 2,2% en mayo, acumulando un alza de casi 18%”, añadió. Este dato es importante: la inflación de alimentos, que impacta en los índices de pobreza y, sobre todo, de indigencia, sigue evolucionando por encima del promedio general, tal como registró el propio INDEC en abril, cuando esta alcanzó el 3,2% y más que duplicó el nivel general.

 

 

Fuente: INDEC.

 

 

El director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, explicó que “incluso sosteniendo el congelamiento de tarifas y de combustibles, la inflación tendrá presiones al alza a medida que se relaje la cuarentena y más actividades puedan desarrollarse normalmente”.
Para esa consultora, la inflación del año se ubicaría en al 47%.
Victoria Giarrizzo, directora de la consultora CERX e investigadora de la UBA, dijo en diálogo con Letra P que, en su proyección, el IPC de 2020 estará cerca del 50%.

 

“En la medida en que se van liberando precios, se ven aumentos. Hay que seguir lo que pasa con los bienes que sí tienen consumo, porque eso es lo que da la pauta de cómo viene la ruta inflacionaria. El INDEC dice confiar en que hay una marca hacia la desaceleración, pero sinceramente, por cómo vienen los precios de los productos que sí tienen mercado, uno ve lo contrario, una aceleración de los precios”, explicó.

 

 

En su informe de abril, el INDEC advirtió que la ausencia de precios en varios sectores lo obligó, en coordinación con institutos estadísticos de otros países, a modificar su metodología.

 

 

“Como están más controlados, los hipermercados se controlan un poco más (para remarcar) en Precios Cuidados o en los productos con precios máximos, pero aumentan los demás. Y en los almacenes y otros comercios de cercanías hay ajustes importantes”, aseguró. 

 

Un problema adicional a las distorsiones que provoca la cuarentena en el mercado propiamente dicho es el metodológico, dada la virtual paralización de mercados enteros que aún no fueron habilitados. En su informe de abril, divulgado la semana pasada, el INDEC advirtió que “las divisiones Prendas de Vestir y Calzado y Restaurantes y Hoteles reflejan en promedio para cada región la variación del resto del índice”, solución similar a la aplicada por institutos de otros países.

 

 

 

Esos problemas metodológicos explican, en buena medida, que las proyecciones privadas hayan estado en torno al 2% mientras que el INDEC terminó calculando un 1,5%. En mayo el problema se repite.

 

“En CERX venimos un poco más arriba que el INDEC, en parte porque en servicios y en algunas categorías de bienes no hay precios. Nosotros scrapeamos (relevamiento de datos en Internet) todos esos precios por Mercado Libre”, explicó Giarrizzo.

 

“Así, mientras en abril teníamos 2,2% y al INDEC le dio 1,5%, para mayo proyectamos 2,8%”, señaló.

 

“Se van a notar subas de precios en la medida en que el mercado empiece a normalizarse”, anticipó la directora de CERX, en la misma línea de Ecolatina y otras consultoras.

 

Sigaut Gravina, de hecho, estimó que “la creciente emisión y brecha cambiaria junto con un (eventual) resultado adverso en la renegociación de la deuda pública ley extranjera, pueden acelerar la depreciación del tipo de cambio oficial impulsando la inflación de bienes y servicios transables”.
El desenlace de la saga de la deuda, claro, está por verse, pero la escalada de los tipos de cambio alternativos tienen en vilo al Gobierno y al Banco Central, que ensayan nuevas maneras de limitar esos mercados legales.

 

Algunos analistas desestiman los efectos de la emisión monetaria sobre la inflación, sobre todo en una etapa de actividad económica limitada y recesión muy fuerte, pero todos admiten que el efecto sobre los precios se terminará por concretar plenamente si el dólar sigue subiendo como en el último tiempo

 

 


Fuente: Rava Bursátil.

 

 

En efecto, el dólar contado con liquidación cotizaba al comienzo de la cuarentena a $87, mientras que este lunes, en medio de la presión oficial, declinaba levemente pasado el mediodía y se conseguí a $120. Así, el efecto coronavirus, con el gasto excedente, la mayor emisión y el deterioro de expectativas que trajo aparejados, se tradujo en un salto de nada menos que el 38%.

 

Se justifica que se hayan encendido las luces rojas en los despachos oficiales.

 

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