La semana pasada, el intendente de la localidad santafesina Villa Constitución, Jorge Berti, recibió un llamado del CEO de la acería Acindar, perteneciente a la multinacional Arcelor Mittal, Marcelo Marino, advirtiéndole que Brasil podría reemplazar la mitad de la producción que posee en la planta de la ciudad mencionada por despachos desde Brasil para cubrir cupos de exportación. El intendente optó por hacer pública la advertencia como forma de desactivar el avance de la empresa, el cual ya había sido sugerido días atrás en una reunión con los gremios y funcionarios provinciales, tal como anticipó Letra P. La remake sobre los “miserables” advertida por el presidente Alberto Fernández tomó temperatura en el sur santafesino.
BIO. Docente y director de escuela industrial, Berti es de los dirigentes con más peso y proyección política en la región. Transita la segunda gestión como intendente por el justicialismo en Villa Constitución. Hizo una fuerte apuesta al mandato actual con el Frente Todos en los tres niveles, después de una primera gestión en que el macrismo en la Nación y el socialismo en la Provincia retacearan recursos para la ciudad.
-¿Cómo fue la comunicación con el CEO de Acindar, Marcelo Marino?
-Me llamó por teléfono para decirme que en los próximos días me iba a notificar formalmente que mudarían el 50% de la producción de Villa Constitución. Argumentó permanentes conflictos internos en la planta que supuestamente le interrumpen la producción. Le pedí tiempo para hablar con el gremio. Pero me dijo que de alguna manera era una decisión tomada.
-¿Fue una advertencia o amenaza para negociar con el gremio?
-No lo puedo saber con certezas. Vienen planteando desde hace años sobre la tensión con el gremio y el desgaste que les producen las negociaciones. Pero es muy fuerte para no interceder. Lo único que me interesa es que la ciudadanía sepa lo que sucede y actuar a tiempo, porque ya pasó que cuando la dirigencia se quiso dar cuenta ya se habían cerrado empresas. Necesitamos preservar el trabajo.
-Desde Acindar dijeron que usted interpretó mal cuando le dijeron que sólo se abastecerían unos contratos puntuales con Brasil, y no que se trasladaría la mitad de la planta. ¿Fue así?
-No mudarán físicamente la planta, pero sí la producción. Me dijo claramente que el 50% de la producción la haría desde otro lado. Así y todo, si fuese por un solo despacho, sentaría precedentes. Luego me llamó nuevamente el CEO bajando el nivel de la primera llamada, y dijo que la intención por el momento no sería esa, sino producir localmente. No hay certezas.
-¿Cómo sigue la situación?
-Esta semana tendremos una reunión con la firma y el gremio que convoqué para sacar conclusiones. La idea es poner sobre la mesa las discusiones que hay por debajo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, las cuales no conducen a nada… después podemos pagar las consecuencias todos. A nadie le conviene que muden producción.
-¿Le va a pedir al gobernador Omar Perotti que intervenga en las tratativas?
-Primero voy a esperar los resultados de la reunión. Y luego se lo voy a informar al gobernador, más allá que me pida o no un informe. Creo que aún se puede estar en tratativas que no requieran su intervención.
-¿Qué impacto tendría la mudanza de parte de la producción?
-Tremendo impacto. Un golpe letal para la ciudad y hasta la región. Sobre todo, porque estamos tratando de generar desarrollo regional, inversiones, por ejemplo, con la Zona Franca, incluso una inversión de peso brasilera pendiente. También con obra pública de la provincia, que quería reactivar el gobernador. Nosotros queremos empleo con las mejores condiciones y también que las empresas tengan su rentabilidad para sostenerse.