Semana complicada tuvo la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, en el marco de un momento difícil por la pandemia. El aumento de casos la obligó a tomar decisiones para implementar cordones sanitarios en tres ciudades, mientras trascendía que un miembro de su gabinete no había respetado el aislamiento social por un asado y pesca con amigos. Eso le dio un poco más de impulso a la oposición, que salió en bloque a criticar la estrategia de la provincia para hacerle frente al COVID-19. En esa realidad, las diferencias con algunos intendentes de su propio espacio, como el de San Carlos de Bariloche, Gustavo Gennuso, demuestran que las críticas también llegan desde adentro.
Mapa de casos. Río Negro es una de las provincias con índices en rojo.
La decisión de blindar Cipolletti, Bariloche y Choele Choel por la disparada en los casos abrió un nuevo frente con el peronismo, que escuchó las explicaciones de Carreras por teleconferencia. Según pudo reconstruir Letra P, en ese diálogo, que duró aproximadamente 3 horas y del que participaron el ministro de Salud, Fabián Zgaib; el vicegobernador Alejandro Palmieri, el jefe de bloque oficialista Facundo López, el ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler; y el titular de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan, se escuchó la justificación de la estrategia para hacerle frente al coronavirus.
Esa postura no alteró la estrategia de la oposición, que pone en duda la continuidad de la tregua por la pandemia. Si bien no rompe la armonía, los protagonistas sin rol de gestión ya reclamaron un cambio de rumbo. El primero fue Martín Soria. Lo siguió Martín Doñate y se le sumó el legislador Pablo Barreno, uno de los más combativos en el bloque del Frente de Todos. Consultado por este medio, el diputado rionegrino y médico barilochense Ramón Chiocconi admitió que escucharon a la mandataria pero “no hubo autocrítica” ante el disparo de casos en dos de las cuatro ciudades más importantes de Río Negro.
“Existieron demandas puntuales por circuitos de legisladores, pero lo central fue el manejo de la crisis sanitaria”, contó a Letra P Chiocconi. El bloque del FDT, antes de reunirse en manera virtual con las autoridades del gobierno rionegrino, escuchó al médico Hugo Spinelli, quien había realizado un duro diagnóstico de la situación en la provincia patagónica. "Río Negro está equivocado y tiene que hacer algún cambio porque puede llegar a haber una situación problemática”, decía el reconocido sanitarista, en la previa a que se dispararan casos en la zona de valle medio, en Choele Choel, Chimpay y Lamarque.
“La gobernadora no explicó detalles de su charla con el ministro nacional. Comparó las decisiones con Neuquén pero no hubo casi autocrítica”, razonó el diputado de Bariloche. “La curva está disparada, hay circulación social del virus. De nuestra parte, al menos mi ciudad, le contamos el desconocimiento que hay”, soltó.
INTERNA. La oposición apunta a las diferencias históricas entre Carreras y Gennuso en Bariloche. La gobernadora nunca tuvo la mejor relación política con el intendente de la ciudad más populosa de Río Negro; esas diferencias se manifestaron en la lucha contra el COVID.
En la cordillera, donde existe el registro mayor de casos, se critica la falta de articulación de la comuna con las autoridades provinciales. La ausencia de funcionarios de primera línea en la ciudad genera suspicacias, como el paso de la gobernadora sin reunión con el jefe local.
Otro dato que manifiesta el descontento es la situación en sanatorios y clínicas. Los casos sospechosos y registrados propiciaron la reacción de la CGT andina, que desde el inicio denuncia inacción de la provincia.
Según constató Letra P, ante la ausencia de control de la Secretaría de Trabajo y el área de Salud, la seccional de la central obrera propuso que delegados sean fiscalizadores para monitorear la situación de los trabajadores, pero la provincia rechazó cualquier tipo de colaboración.