ABORTO 2020

Los nichos de resistencia celeste que calientan la batalla final del Senado

La Cámara alta volverá a definir la suerte del proyecto para legalizar la práctica, ahora con firma presidencial. El rechazo pierde votos y los verdes ponen a prueba "salidas elegantes". Los nombres.

"Voy a votar a favor de la legalización del aborto. No podemos seguir obviando la discusión. Es importante sacar la ley porque es un sistema de protección de salud para miles de mujeres", dijo el senador nacional por Córdoba Carlos Caserio y pateó el hormiguero más sensible del nuevo debate por la legalización de la interrupción del embarazo en el Senado, la cámara donde naufragó la primera iniciativa en la madrugada del 9 de agosto de 2018, con una votación de 38 en contra, 31 a favor y dos abstenciones. 

 

Dos años después, en cada bloque de la Cámara alta susurran una aritmética diferente. Con los aprendizajes de la batalla anterior, los legisladores verdes y los celestes afinan la puntería. En algunos despachos de senadores del oficialismo deslizan que la diferencia en una eventual votación podría ser menor a la desventaja de siete votos que selló el primer intento.

 

La reducción de ese número, arriesgan las fuentes consultadas, podría ser posible por la naturaleza del nuevo proyecto, que “cosecharía menos rechazos” y por algunas salidas “elegantes” destinadas a los senadores de los bloques mayoritarios (y de los minibloques) que puedan cambiar de posición. Buscarán que no queden entrampados en una contradicción insalvable ante sus propias convicciones religiosas ni queden expuestos al fuego del lobby de católicos y evangélicos que se avecina. Los dos credos concentrarán su presión en la Cámara alta y, frente a la polarización que podría reeditarse en el recinto, el salvoconducto para sortearlo apunta a que algunos senadores se ausenten el día de la votación.

 

 

Senado de la Nación, 9 de agosto de 2018, 2.44 AM: 31 votos afirmativos, 38 negativos y 2 abstenciones.

 

 

CONTEOS MAYORITARIOS. En los pasillos del Senado las proyecciones sobre la decisión que adopten sus 72 integrantes todavía refleja una ventaja de los celestes sobre los verdes, que podría desgranarse con el correr de los días por el impacto diferencial que tendrá un proyecto enviado con el expreso apoyo del Presidente y la actitud que adopten los gobernadores "celestes" con sus respectivos senadores en la cámara que representa a las provincias.

 

Parte de la “victoria celeste” de hace dos años fue sostenida por el veto de caciques norteños como el tucumano Juan Manzur y el formoseño Gildo Insfrán, que comparte el rechazo al aborto con su coterráneo, el jefe de la bancada del PJ, José Mayans, posiblemente el mayor opositor a la iniciativa, con un rol que resultó determinante en 2018.

 

En vísperas del nuevo debate, cerca de ambos gobernadores aseguraron a Letra P que combinarán el bajo perfil con una mayor permisividad para dar libertad de acción a sus representantes. Es el caso del flamante gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, que se opone a la legalización pero cuenta con un gabinete poblado de fervientes defensores de la Interrupción Voluntaria del Aborto.

 

 

14 de junio de 2018: senadores del FpV-PJ planteaban su apoyo total a la legalización del aborto.

 

 

En ese contexto, las palabras de Caserio sirvieron para exteriorizar las posiciones y la apuesta de los senadores que están a favor del aborto dentro. El bloque del Frente de Todos cuenta con una mayoría de 41 votos propios. En ese continente respirará una correlación tirante de fuerzas entre aquellos que comparten la posición que verbalizó Caserio, el rol que asuma la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los “celestes” que lidera Mayans.

 

La primera minoría la tiene el interbloque de Juntos por el Cambio, con los 14 escaños del radicalismo, encabezados por Luis Naidenoff, y los ocho del PRO, que conduce el misionero Humberto Schiavoni. Tal como sucederá en Diputados, en el interbloque opositor regirá la “libertad de acción”, pero en ese río revuelto jugarán fuerte algunos senadoras antiabortistas febriles, como la tucumana Silvia Elías de Pérez y el bonaerense Esteban Bullrich.

 

 

 

Ambos son considerados puntales del lobby religioso en esa cámara, pero en este nuevo round se encontrarán con la también bonaerense Gladys González, que en 2018 abandonó su negativa a la legalización y se sumó a la posición “personal” que puso en juego la cordobesa Laura Rodríguez Machado, que buscó diferenciarse de la “ola verde” y se abrazó a la problemática de salud pública. Esta vez no serán parte de un bloque oficialista ni contarán con la presión de la entonces vicepresidenta y titular del Senado, Gabriela Michetti, que envió el proyecto a distintas comisiones para postergar la votación y ganar tiempo para torcer decisiones.

 

 

La tucumana Elías de Pérez (Juntos por el Cambio) encabezó una de las marchas contra el aborto en julio de 2018.

 

 

MONOBLOQUES, EL OTRO RÍO REVUELTO. Por fuera de los dos principales bloques, que suman 63 votos, hay siete minibloques donde también se experimentará la misma tensión transversal. Es el caso del exgobernador puntano Claudio Poggi, con “Avanzar San Luis”, que adelantó su negativa apenas el Presidente anticipó el envío de un nuevo proyecto, y dos aliados de Cambiemos: la riojana María Clara del Valle Vega, de “Mediar Argentina”, y el sanjuanino Roberto Basualdo, de "Producción y Trabajo". Ambos comparten su posición antiabortista con la ola celeste de Juntos por el Cambio.

 

A esa lista se suma la misionera Magdalena Solari Quintana, cuyo minibloque lleva el nombre de su provincia y responde al gobernador Oscar Herrera Ahuad, que ya manifestó su posición contra el aborto en 2018. Lo mismo hará el exgobernador santafesino Carlos Reutemann, del bloque Santa Fe Federal, que posiblemente reitere su voto negativo, como lo hizo hace dos años atrás. En ese pelotón, reverberan las incógnitas con la neuquina Lucila Crexell, del MPN, porque la senadora se abstuvo en 2018 y su futura decisión será, nuevamente, objetivo del lobby religioso y de la ola verde.

 

De todos esos minibloques, el único de los senadores norteños que ya votó a favor en 2018 es Oscar Castillo, del Frente Cívico de Catamarca. Su voto será similar al apoyo que aporte el exgobernador patagónico Alberto Weretilneck, del bloque Juntos Somos Rio Negro, que tendrá una posición totalmente distinta a la negativa que mantendrá el exgobernador salteño Juan Carlos Romero, del monobloque “Justicialista 8 de octubre”.

 

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