PROVINCIAS EN ROJO | NOTA IV | CHACO

Compañera herencia: Capitanich, en jaque por la deuda que Peppo casi duplicó

Durante la anterior gestión peronista, el pasivo saltó del 19% al 35% del presupuesto provincial. La Nación es la principal acreedora, pero los vencimientos en el extranjero se disparan en 2022.

“El 9 de diciembre de 2015, la deuda pública era de 6.054 millones de pesos y hoy alcanza a los 40.000 millones de pesos. Pero si incluimos la deuda flotante estimada, el total llega a los 45.000 millones”. Con esas palabras, Jorge Capitanich inauguró su tercer mandato como gobernador de la provincia del Chaco. El mensaje buscó ser inequívoco y reflejó que el endeudamiento provincial de los últimos cuatro años, durante la gestión de su antecesor, Domingo Peppo, había crecido considerablemente. Según los números que expuso el flamante mandatario y ex intendente de Resistencia, “la deuda pública en 2015 era equivalente a 19,8% del presupuesto y hoy supera el 35%; mientras que respecto al Producto Bruto Geográfico, la deuda era equivalente al 7,6% en 2015 y hoy lo duplica”.

 

Apenas regresó al mando del Ejecutivo provincial, el ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner se encargó de anticipar el impacto que tendrá esa deuda externa sobre su gestión. Quizás por eso, hace dos meses que los funcionarios de su gobierno mantienen un estricto silencio respecto a la evolución de los pasivos provinciales. Amparados en esa decisión eludieron contestar las preguntas de Letra P al respecto, pero el 11 de enero pasado el propio gobernador utilizó su cuenta personal para asegurar que "el stock de deuda alcanza a 61.752 millones de pesos". Lo hizo cuando presentó el plan de saneamiento fiscal y financiero de la provincia y aseguró que la cifra surge de consolidar los pasivos del "sector público financiero y no financiero de la provincia".

 

 

 

Entre el discurso de asunción del 10 de diciembre y la cifra que lanzó el gobernador hace un mes, los totales de la deuda se incrementaron en 15.000 millones de pesos, sin que la administración aporte un detalle certero al respecto. En rigor, los últimos datos disponibles sobre la deuda chaqueña fueron elaborados en septiembre pasado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la provincia. Se trata del último informe que Peppo le entregó a Capitanich antes de traspasarle el mando.

 

Ese documento revela que hace cinco meses el stock total de la deuda alcanzaba un total de 36.425 millones de pesos, repartido del siguiente modo: un 10,4% fue contraído con entidades bancarias y financieras y un 44,3% corresponde a Títulos Públicos, pero especialmente a un bono internacional en dólares, emitido por el estado provincial en 2016. A esos dos ítems se suma la tercera pieza del rompecabezas, que está integrada por las deudas contraídas por la provincia con el Estado nacional. Esos compromisos significan el 45,4% del total y revelan que casi la mitad de los pasivos del Chaco dependen de la capacidad y voluntad financiera que tenga la Nación para reprogramar y postergar esos vencimientos.

 

 

 

PALIATIVOS Y RENEGOCIACIONES. La hoja de ruta que enunció Capitanich cuando volvió al gobierno incluyó una serie de medidas para ajustar. Coinciden con la respuesta de la Casa Rosada ante cada gobernador que viaja a Buenos Aires para pedir auxilio ante sus pasivos en dólares: “Reprogramar vencimientos, colocar instrumentos financieros de corto plazo, renegociar deudas y aumentar ingresos por efecto de la mayor eficiencia recaudatoria, por impacto de la recuperación económica y por reducción de la evasión y la elusión fiscal”.

 

Pero el tema central tiene que ver con el recorte que aplicará para ordenar las cuentas. Durante el discurso inaugural, Capitanich habló de “saneamiento de las empresas públicas, reorganización de la estructura del gasto público y máxima austeridad en la gestión de la administración del Estado”.

 

 

 

Los tijeretazos al presupuesto provincial están en marcha, pero en la provincia no aportaron información sobre su alcance. Tampoco sobre los pedidos presentados a la Nación para reprogramar los vencimientos locales, aunque este portal pudo saber que cada gobernador aguarda el desenlace de la renegociación de la deuda externa argentina para abordar el tramo de sus pasivos. Los mandatarios oficialistas dejaron sus planteos al resguardo de las negociaciones reservadas que mantienen con la Casa Rosada, pero los opositores ya le plantearon al Gobierno que apuntan a postergar hasta 2024 los vencimientos de su deuda local. Tal como contó Letra P, ese reclamo fue parte de la negociación que mantuvieron los líderes opositores con la Casa Rosada para aportarle sus votos al proyecto de ley de renegociación de la deuda externa.

 

En respuesta, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, propuso una “mesa de trabajo” para revisar la “sostenibilidad” de las deudas provinciales, pero a dos semanas de la aprobación de esa instancia, no hubo un solo movimiento en el Congreso para contabilizar el stock de esos pasivos.

 

PAPELES QUE QUEMAN. Por fuera de las deudas en pesos contraídas con el Estado nacional, otro punto caliente tiene que ver con los vencimientos que tiene Chaco para los próximos tres años. Según la Contaduría General de la provincia, los pagos que deberá hacer Capitanich en los próximos tres años es superior a los 47.000 millones de pesos. La zona más delicada está circunscripta a 2022 y 2023, porque para entonces comenzarán los vencimientos en dólares del bono internacional emitido en 2016 por la gestión Peppo.

 

Un estudio reciente de la consultora Elypsis sobre las deudas provinciales refleja que este año no será tan complejo para Chaco. Tiene vencimientos en dólares por 25 millones y aparece en el doceavo puesto de un ránking de pasivos encabezado por la Ciudad de Buenos Aires (459 millones de dólares) y seguido por Córdoba (159 millones), Neuquén (130 millones), Chubut (112 millones), Río Negro (77 millones), Mendoza (74 millones), Salta (60 millones), Entre Ríos (44 millones), Tierra del Fuego (36 millones), Santa Fe (35 millones) y La Rioja (26 millones).

 

 

 

La penúltima provincia del listado es Chaco y precede a Jujuy, que este año tiene 18 millones de dólares en vencimientos. Al igual que la tierra que gobierna Capitanich, la de Gerardo Morales tiene el tramo más caliente de vencimientos entre 2022 y 2023.

 

Para Elypsis, el cronograma de vencimientos que tiene Chaco para los próximos cuatro años prevé un 7% de los vencimientos de títulos públicos para este año y otro 7% para 2021. Todo cambia a partir de 2022, porque en ese año la provincia deberá afrontar el 31% de los vencimientos de sus títulos públicos, mientras que a partir de 2023 deberá pagar el 55% de sus pagos.

 

 

 

QUÉ DICE MOODYS. Aun así, Chaco no aparece entre las provincias con más problemas para pagar sus deudas. No sólo porque el Estado nacional es su principal acreedor, sino porque los vencimientos en dólares más importantes operarán durante la segunda mitad del mandato que Capitanich arrancó en diciembre pasado.

 

El último informe de la consultora Moody’s sobre esa provincia data de septiembre pasado y sostiene que las calificaciones de la deuda chaqueña “se encuentran en revisión para una posible baja”. También anticipó que es posible que “el período de revisión se extienda más allá del horizonte habitual de tres meses”.

 

Sobre esa línea de tiempo trabaja Capitanich, porque está al tanto que la calificadora está concentrada en revisar “la formulación de políticas en el contexto actual, las presiones de liquidez específicas y la fortaleza fiscal en medio de la contracción económica y las presiones inflacionarias esperadas”.

 

 

 

Para Moody's, “la relación entre el stock de la deuda y los ingresos totales obtenidos por Chaco ha venido descendiendo desde 2003 como producto de la fuerte recuperación económica y de los ingresos y las favorables condiciones logradas en sus principales deudas, en especial con el Gobierno nacional”, sostiene el documento. Sobre ese tramo de quince años (que incluye la renegociación de la deuda que condujo el entonces presidente Néstor Kirchner), Moody's concluyó que “se pasó de un indicador de total de deuda frente a los ingresos provinciales totales de 296,2% a fines de 2003 al 32,9% al cierre de 2018”.  

 

Pero dentro de esa disminución registrada en los últimos 15 años, el estudio crediticio advirtió que “al cierre del ejercicio 2018 la deuda provincial se había incrementado en un 29% respecto a 2017”, mientras que “a marzo de 2019, había crecido otro 17% respecto al año anterior”. En ambos casos los factores determinantes de su incremento tuvieron que ver, sostuvo la consultora, con “las variaciones del tipo de cambio”, los nuevos endeudamientos contraídos con el Estado Nacional y al financiamiento que buscó Peppo con Letras del Tesoro y con el Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial.

 

La mención de Moody's a ese fondo no es menor, porque se trata de una de las piezas desequilibrantes para las finanzas provinciales. En abril de 2019 la Legislatura provincial aprobó un convenio de endeudamiento para pagarle 4.128 millones de pesos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA), acreedora de Servicios Energéticos del Chaco Empresa del Estado Provincial (SECHEEP). Desde ese pago millonario, los compromisos de la distribuidora eléctrica chaqueña con CAMMESA volvieron a incrementarse. 

 

Victoria Villarruel. 
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.

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