BÁRBARA BRAVI

"Fernández y CFK deben resolver diferencias para mantener la base electoral"

La politóloga analizó las tensiones dentro del FdT y recordó que "gran parte del caudal de votos" le pertenece a la vicepresidenta. El rol de Sergio Massa.

La politóloga Bárbara Bravi minimizó las tensiones dentro del Gobierno, que se profundizaron a partir de las críticas de Cristina Kirchner hacia parte del gabinete, aunque recomendó "resolver las diferencias" entre el presidente Alberto Fernández y su vice para "mantener la base electoral de 2019".

 

En diálogo con Letra P, Bravi destacó "el estilo de hacer política" de la exmandataria y recordó que "gran parte del caudal de votos" del Frente de Todos le pertenece. "Cristina es una gran jugadora que puede desestabilizar un tablero", aseguró.

 

-¿Qué busca CFK con sus críticas hacia algunos integrantes del gabinete?

 

-Cristina fue presidenta en dos períodos y es una mujer que tiene muy claros ciertos objetivos políticos. En línea con un dogma que refuerza su sistema de creencias y que en sus declaraciones transmite de manera contundente, también su estilo discursivo es particular. Muchas veces connota una impronta muy clara sobre contenidos políticos y, a su vez, puede denotar alguna chicana para quien lo sepa leer. Sus críticas refuerzan su voz, pero, por sobre todo, marcan diferencias, distancias y eso, definitivamente, es un estilo de hacer política.

 

-¿A Cristina Kirchner le cuesta asumir el rol de vicepresidenta que ella misma se asignó?

 

-No sé si la palabra adecuada es "se asignó". Fue parte de una estrategia muy inteligente y del conocimiento del humor social. Gran parte del caudal de votos le pertenece, el voto duro. No le cuesta asumir ningún rol: fue legisladora, presidenta. Por el momento, lo que se observa es que tiene un bajo perfil y eso despista. De hecho, los medios de comunicación no dejan de hablar de ella a pesar de mostrarse poco.

 

-¿Hacia dónde imagina que va la relación entre el Presidente y la vice?

 

-Hay que hacer una distinción entre lo que se muestra hacia afuera, los medios, y lo que sucede puertas adentro. Nunca se deja de hacer política ni de construir políticamente. Tampoco las estrategias son siempre visibles y eso es parte del ajedrez político. Ambos tienen miradas más cercanas respecto a determinados temas y quizá más alejados en otros. No se observa ninguna ruptura.

 

-¿Las declaraciones de Cristina Kirchner ayudan o perjudican al Gobierno?

 

-Las declaraciones son un sello, una intervención, pero no son decisiones. Que haya tensiones es sano. De lo contrario, no habría libertad de expresión. Como las tensiones son propias de un sistema político, también lo son los consensos y este juego enriquece la democracia. Siempre el ojo está puesto en Cristina: es una gran jugadora que puede desestabilizar un tablero. 

 

-¿Cómo imagina el cierre de listas del Frente de Todos para las elecciones 2021?

 

-Ante este contexto tan incierto y prioritario, hacer proyecciones electorales no tiene bases sólidas y no sería profesional. Tampoco podemos pensar un oficialismo sin pesar a la oposición. De esto también dependen los armados: quiénes serán figuras centrales en el PRO, donde hay disputas de liderazgo, qué rol juega la UCR... Más tensión. En el oficialismo hay muchos actores importantes que querrán participar, pero, antes de tomar decisiones, tienen que resolver cuestiones internas, básicamente, porque ya no hay un sistema bipartidista, sino un frente. 

 

-¿El Presidente debería ceder ante los reclamos de la vice para preservar la relación o resistir para no perder autoridad?

 

-No hay un blanco o negro. Se trata de consensos, de administrar prioridades. El Presidente y Cristina deben resolver sus diferencias para mantener la base electoral de 2019. Más allá de jugar en tándem, también tienen espacios para las diferencias, normales, por sus roles, trayectoria y cosmovisión.

 

-¿Qué rol juega Sergio Massa en este contexto?

 

-Tiene sus cualidades carismáticas, con una trayectoria para algunos discutible. Un punto a su favor es que no muestra ser una persona conflictiva. Es una persona que también juega actualmente un rol consensual y, para mérito suyo, ha sabido mantener su estructura, más pequeña quizá, pero resiliente, lo cual no es poco. También es supervivencia el poder adaptarse a los nuevos contextos y elegir el rol que más se adecua a su estrategia. 

 

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