El tren bala de los fiscales que investigan al senador peronista Armando Traferri se estroló contra la pared de los senadores. Tres de los legisladores, dos del PJ y uno de la UCR, que recibieron a Matías Edery y Luis Schiappa Pietra defendieron enfáticamente al sanlorencino y señalaron que las pruebas aportadas no alcanzan para avanzar con un desafuero.
El par de fiscales, con el apoyo in situ del fiscal general Jorge Baclini, les presentó este jueves a los senadores integrantes de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Juicio Político la supuesta “evidencia dura” que involucra a Traferri como organizador de una asociación delictiva vinculada al juego clandestino.
Pero recibieron un golpe macizo de parte de la Cámara alta, o al menos de un grupo de ella. Los peronistas José Baucero y Joaquín Gramajo, ambos miembros del bloque de seis que encabeza Traferri, minimizaron la prueba recabada y juzgaron que no merece la quita de fueros.
De ellos podía esperarse dicha posición. Son aliados históricos del sanlorencino y lo reconocen como jefe. “Es un amigo y un hombre honesto”, le concedió Baucero a Aire de Santa Fe.
Pero a ese par de legisladores se le sumó el radical Lisandro Enrico, que marcó la cancha antes de la reunión. Habló con Radio dos y dijo, en referencia al escrito de 19 páginas que entregaron previamente los fiscales, que el planteo no ameritaba un desafuero.
Tras la reunión, Enrico reafirmó sus palabras. “Esperábamos tener algún elemento más de prueba”, remarcó y señaló que los fiscales tienen una “conjetura”, pero no probatoria de delito. Con respecto al futuro, el radical indicó que la situación se “resolverá rápidamente” entre todos los senadores, no solo los miembros de las comisiones.
También hablaron los fiscales, quienes entusiasmados dijeron sentirse “más cerca” del desafuero, pero desconocían lo dicho a Enrico por los medios unos minutos antes. “Tenemos armada la imputativa”, confió Edery.
Enrico, además, expuso a los fiscales al revelar que los funcionarios judiciales se reunieron hace tres semanas con el ministro de Seguridad Marcelo Sain, sindicado por Traferri como “guionista” de Edery y Schiappa Pietra. Ofuscados por la revelación de información no pública, uno de los fiscales reconoció el encuentro, aunque dijo que se debió a “cuestiones de seguridad” porque sufrieron “amenazas”.
La pelota la sigue teniendo el Senado, aunque a priori la cancha se torció para el campo de Traferri, bancado por la mayoría de sus pares por una supuesta “inconsistencia” en la documentación presentada por los fiscales.