Aunque el sector más duro del PRO reclama que la Cámara de Diputados vuelva a sesionar en forma presencial el 1° de diciembre, las autoridades del interbloque de Juntos por el Cambio se preparan para dar su acuerdo y renovar el mecanismo de funcionamiento mixto antes de su vencimiento, previsto para el próximo 30 de noviembre. Ese día, también termina el período de sesiones ordinarias del Congreso y la extensión del protocolo por otros 30 días hábiles llegaría hasta la primera mitad de enero de 2021.
Por ahora, se desconoce en qué momento el Poder Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias. El presidente Alberto Fernández ya dijo que lo hará, pero no hay precisiones sobre la fecha. Si decide hacerlo en diciembre, la Cámara mantendría su funcionamiento mixto en caso de que el protocolo siguiera igual.
Las primeras señales en ese sentido fueron aportadas por el titular del interbloque, el radical Mario Negri, y su colega el jefe del bloque macrista, Cristian Ritondo. Una alta fuente parlamentaria confió que Negri y Ritondo mantuvieron una serie de conversaciones con el titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, en la que le confirmaron la predisposición de renovar el protocolo que prevé sesionar en forma remota y también con "mayor presencialidad" en caso de que un grupo superior a diez diputadas y diputados lo reclamase ante un determinado proyecto. Otra parte de los intercambios fue compartida con el presidente de la Cámara, Sergio Massa, mientras que en el despacho del legislador Máximiliano Ferraro, que encabeza el bloque de la Coalición Cívica, confiaron que la intención es que el funcionamiento siga igual.
Los acercamientos no cuentan con el apoyo unánime de los 115 integrantes del principal interbloque opositor, aunque esos números no alcanzan para forzar otra correlación de fuerzas en la próxima reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria, cuando se hable formalmente de renovar o cambiar el protocolo. Dentro del macrismo, hay un grupo de legisladores y legisladoras que se referencia en el diputado porteño Fernando Iglesias y exige que el cuerpo vuelva a trabajar en forma presencial.
El tema fue parte de la charla que este jueves por la tarde tuvo el expresidente Mauricio Macri con el legislador Waldo Wolff, que comparte con Iglesias las críticas al funcionamiento remoto. "Coincidimos en seguir afianzando el valor supremo de la unidad del espacio y la defensa de las instituciones y volver a la presencialidad en el Congreso", tuiteó Wolff cuando salió del encuentro con el fundador del PRO.
Cerca de Iglesias, ratificaron que su posición es de "máxima" y apunta a que todo vuelva a funcionar como sucedió hasta fines de febrero. Es la misma posición que mantiene su coterráneo radical, Álvaro de Lamadrid, que cargó duro contra el protocolo en la última sesión. Según estimaciones de sus colegas, ese núcleo no supera las 20 voluntades en un continente de 115. "Hay muchas críticas con los problemas técnicos; a veces, realmente no se escuchan las exposiciones y hay que pedir las versiones taquigráficas para entenderlas, pero una cosa es perfeccionar o mejorar y otra cosa es volver a la normalidad cuando la pandemia no concluyó", resumió una fuente del interbloque opositor para tomar distancia de los reclamos formulados por los colegas de Iglesias y Wolff.
La última renovación del protocolo fue a principios de septiembre, antes del comienzo de la primavera. Pocos días después, tuvo un reestreno accidentado y signado por el escándalo cuando el diputado salteño del FdT Pablo Ameri estaba conectado en la sesión del 24 de septiembre pasado, no apagó su cámara y fue registrado mientras besaba los pechos de su pareja. Pocas horas después, fue suspendido para sancionarlo y expulsarlo, pero en la madrugada de esa jornada presentó la renuncia.